Capítulo 4

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El día en el colegio fue inmensamente aburrido, tedioso y asfixiante en todos los sentidos de la palabra, las clases eran como si estuvieran clavando en tu piel cuchillas una y otra vez sin detenerse. El ambiente estaba tenso, las personas no estaban activas como de costumbre. Todo estaba como si hubiese pasado un tsunami.

Mi rostro daba una expresión de aburrimiento evidente. Observo a mi alrededor y veo a mis compañeros de clase absortos en sus libros y apuntes, mientras el profesor continuaba hablando sobre un tema que a mi no me interesaba en absoluto.

Me paso la mano por el rostro con frustración "¡Qué día más aburrido!" No puedo creer que aún tengamos tres horas más de clases, anhelaba estar en cualquier otro lugar que no fuera esa sala de clases monótona y silenciosa.

Mientras el profesor seguía explicando, me distraje mirando por la ventana, observando cómo las nubes se movían lentamente en el cielo, suspiro con resignación.

-Señorita, señorita Anna, -volteo en su dirección, mierda, ¿Hace cuanto me está hablando? -¿Está usted prestando atención?

-Yo...., -mantengo mis labios entreabriertos, hecho un vistazo rápido a mi alrededor para darme cuenta de que toda la clase tiene sus ojos puestos en mí ,-Si profesor.

Mentirosa.

Cállate, digo en mi conciencia.

-Muy bien, podría venir a la pizarra y resolver el siguiente ejercicio, -maldición, no estaba prestando atención, ¿qué carajos voy a hacer?

Eso es evidente.

Cállate.

Camino hasta estar frente al pizarrón, siento las miradas de todos clavadas en mi nuca, justo tenía que ser en esta asignatura, matemáticas, odio a quien haya inventado tantas cuentas, fórmulas y malditos teoremas que se hacen incomprensible a mi intelectualidad, y lo peor de todo, a quien se le ocurrió incluir letras.

Tomo la tiza que me ofrece el profesor mientras ajusta sus espejuelos en el puente de su nariz aguileña.

-Y por favor, no olvide explicar cada paso que utilizó para llegar a una evidente solución. Bien sabe que los problemas llevan su razonamiento lógico y procedimientos secundarios y básicos. Continue por favor.

Leo el problema un par de veces, pero no logro ni siquiera recordar lo que dice, una vez que mis ojos abandonan las palabras y seguido la línea entera antes de pasar a la siguiente oración.

-Disculpe profesor, no se cómo hacerlo, -bajo la cabeza avergonzada.

Dios.

-Sintese, preste atención o no le irá bien en los exámenes próximos a la fecha.

Vuelvo a mi mesa lo más rápido posible, trato de no perder la concentración pero es casi imposible.

Esto es una tortura, pensé para mi misma mientras jugueteaba con un lápiz entre mis dedos. ¿Por qué no podemos tener clases más interesantes? ¡Esto es tan aburrido que me estoy quedando dormida!.

Me recosté en mi silla con disimulo de ser vista por el profesor Brown, deseando fervientemente que el timbre sonara pronto para indicar el fin de la clase. Anhelaba la libertad de salir al aire libre, el aburrimiento me consumía, haciéndome sentir como si el tiempo se hubiera detenido en ese lugar sin emoción.

Finalmente, el tan esperado timbre sonó, me levanté de mi asiento en busca de alguien con el que podría pasar el rato, salgo de mi salón y inesperadamente me tropiezo con Tyler, debo se honesta al decir que últimamente se ha convertido en alguien asfixiante y algo arrogante, desde la pelea con Jack se ha pasado cada minuto ahogandome con su presencia, tanto que ha llegado a ser detestable, y un poco misteriosa, siempre nos encontramos por alguna casualidad, y realmente ya estoy comenzado a dudar de que lo sea realmente.

Bajo Su EncantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora