SHADOW

Capítulo 9: Contrarre

Sofía siguió a Brad hasta una puerta, la cual fue abierta por el mismo. En aquella habitación estaba de nuevo la mujer que fue a buscarla con un contrato.

—Hola de nuevo, Sofía. —dijo. —Ah, se me olvidaba. Soy Minari Cappelleti, es un gusto verte de nuevo.

—Hola. —Respondió Sofía fríamente.

—Rápido, Minari. Saca el contrato y haz que lo firme.

—¿De qué contrato hablan? —preguntó la chica confundida mientras miraba a ambos por intervalos de tiempo.

—A ver, te explico: Tu matrimonio con Lucas no es natural, ni tú ni él sienten amor. —pausó esperando la respuesta de Sofía. Al no haber una, continuó. —Nadie en la familia Di Marco permitirá que hayas engatusado a Lucas y quieras quitarle todo. En este contrato están las cláusulas y los pedidos de Lucas. —Minari puso el contrato encima del escritorio.

El aire en la habitación se volvió denso, como si las palabras no pudieran encontrar un camino claro hacia el exterior. Sofía se aclaró la garganta, una acción automática que intentaba despejar el nudo que se había formado allí. El sonido fue breve, pero significativo, un "ahem" áspero que rompió el silencio incómodo.

Brad la miró con curiosidad, sus ojos oscuros escudriñando su rostro. —¿Estás bien? —preguntó, y Sofía asintió, sintiendo el calor subir a sus mejillas. Carraspear la voz era su manera de ganar tiempo, de ocultar las emociones que amenazaban con desbordarse.

—Estoy bien. —respondió, aunque sabía que no era del todo cierto. La habitación seguía cargada de secretos y tensiones, y el carraspeo de su voz era solo un pequeño respiro en medio de la tormenta.

Unos segundos después, Sofía recordó que debía revisar el contrato, debía hacer tiempo mientras lograba comunicarse con Dashie. Tomó aquel papel mientras sus manos temblaban bajo la mirada inquisidora de Brad. —No tardes. —dijo él después de un breve silencio antes de mirar a Minari e invitarla a salir de la habitación, según él: con la intención de darle un tiempo a Sofía para que revise bien.

"Contrato de Matrimonio entre Sofía Smith y Lucas Di Marco

Este contrato se celebra entre Sofía Smith (en adelante "parte A") y Lucas Di Marco (en adelante "parte B"), con el propósito de establecer los términos y condiciones de su matrimonio.

Artículo 1: Protección de Bienes: La parte A acuerda que todos los bienes actuales y futuros de la familia Di Marco permanecerán bajo la propiedad exclusiva de la familia Di Marco. La parte A no tendrá derecho a reclamar propiedad sobre dichos bienes en ningún momento.

Artículo 2: Compensación Económica: La parte A recibirá un salario mensual de 2000 Euros, pagaderos el primer día hábil de cada mes.

Artículo 3: Residencia: La parte A tendrá derecho a vivir en la propiedad de la familia Di Marco mientras la parte B se encuentre viviendo en ella.

Artículo 4: Libertad de Movimiento: La parte A podrá salir de la residencia únicamente con permiso previo de un miembro de la familia Di Marco.

Artículo 5: Alimentación y Necesidades Básicas: La familia Di Marco proveerá todas las necesidades básicas de la parte A, incluyendo alimentación y cuidados personales.

Artículo 6: Relaciones Personales: A excepción de que surja amor genuino entre la parte A y la parte B, no se mantendrán relaciones sexuales ni se darán muestras de afecto, tales como besos, a menos que sea en un contexto público. Además, está prohibido que la parte A mantenga relaciones personales con otras personas que no sean la parte B.

Artículo 7: Finalización del Contrato: En caso de que la parte A y la parte B desarrollen sentimientos mutuos de amor, este contrato quedará automáticamente rescindido. En tal evento, la parte A recibirá como compensación un apartamento en el mejor barrio de Roma y continuará recibiendo el salario estipulado hasta que contraiga un nuevo matrimonio.

Artículo 8: Firma de las Partes: Este contrato entra en vigor en la fecha de su firma y tiene validez hasta que se cumplan las condiciones para su finalización."

Al terminar de leer el contrato, Sofía no pudo evitar sentirse como un objeto y no solo eso, sentía que Lucas se protegía de ella. Le prohibía verse con otros hombres, mientras él tenía libre albedrío.

La puerta sonó, sacándola de su concentración. —¿Terminaste? —preguntó Brad, quien ahora entraba solo a la habitación.

—Sí, pero no estoy de acuerdo con el artículo 6. —dijo Sofía mientras ponía de nuevo el contrato en el escritorio.

—¿Cómo por qué? —preguntó Brad curioso.

—¿Te parece justo que no pueda acercarme a nadie mientras Lucas posiblemente se acueste con cualquiera? —dijo Sofía mientras se dirigía a la puerta. —Esto es un error. —culminó antes de abrir la puerta, la cual brevemente fue cerrada por una mano que pasó rápidamente por el costado de su cara.

—No te vas a ningún lado. —dijo Brad mirándola a los ojos.

—¿Qué me detiene? ¿Tú? —dijo con una sonrisa en la cara

—Justamente... —hizo una pausa. —Yo.

—No me hagas reír. —miró lejos de la cara del hombre que tenía en frente. —Si no me dejas salir, voy a gritar.

—Uf, ¿tan rápido? Usualmente, las hago acostarse en mi cama primero. Pero está bien, eres arriesgada. Me gusta. —dijo Brad. Su voz era suave, pero la sonrisa que adornaba su rostro era todo menos inocente, destilaba una perversidad que no intentaba ocultar.

—Eres un pervertido. —dijo Sofía mientras se alejaba de Brad.

—¿Yo? Tú fuiste la que dijiste que quería gritar. — "¿Cómo es posible que se vea bien en esta situación?" Se preguntó Sofía mientras veía como Brad se recostaba levemente en la puerta, dando una apariencia de poder.

—Sigo en desacuerdo con el contrato. —dijo Sofía recordando la razón de su ira.

Brad en lugar de decir algo, se acercó lentamente hacia ella, logrando que inconscientemente Sofía comenzara a retroceder, para al final terminar chocando con una de las mesas de la grande habitación. Brad la tomó por la cintura y la subió con gran facilidad en la mesa.

—No puedo permitir que te burles de mi hermano. No te preocupes, él tampoco lo hará, no es como yo. —Brad extendió su mano hacia el rostro de Sofía para así usar sus dedos para seleccionar cuidadosamente un mechón rebelde de su cabello. Con la gentileza de quien maneja un tesoro frágil, lo deslizó detrás de su oreja, dejando que su tacto ligero insinuara una intimidad que iba más allá de lo casual. —Tú misma lo dijiste, Tesoro.

Sofía no podía ignorar la forma en la que Brad la trataba, se le estaba insinuando, era obvio, pero debía escuchar a Dashie, sin importar lo raro que sonara. No era un secreto el tipo de persona que era el hombre frente a ella, él la secuestró, no podía verlo de manera romántica. O al menos eso se repetía ella.

Al lograr entender lo que estaba pasando, Sofía se tiró de la mesa y casi corrió hacia la puerta. Esta vez no fue detenida, así que continuó.

—Oh, Sofí. —dijo Lucas al verla. Sin embargo, Sofía lo ignoró y continuó con su camino hacia la habitación que le habían asignado. Lucas, confundido, miró la puerta de la que salía, era el estudio de su hermano. No pudo evitar la curiosidad y entró en él.