Milky Way // (Ongsa + Sun) (Milk + Love)

I

Ésta es mi primera historia y quise hacerla basada en Ongsa y Sun. Me parece que tienen una amistad muy tierna y la forma en la que interactúan derrite mi corazón. Espero que les guste y voten. Mientras estuve de vacaciones la escribí y ya pronto terminan así voy a escribir lo máximo que pueda. Sí tienen alguna sugerencia o encuentran algún error, háganmelo saber.

Abrazos a todos.

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Ongsa vivía en las afueras de la ciudad de Bangkok con sus abuelos, Aroon y Lawan. Ésto debido a su condición médica. Al llegar a cuarto grado deciden llevarla de regreso a casa junto con sus padres. Allí conocerá a Sun, su compañera de curso, de quien rápidamente se enamora, pero a veces las cosas no salen como uno espera.

-Abrígate bien, no quiero que te enfermes.- La abuela Lawan puso una bufanda de lana alrededor de su cuello para protegerlo del frío.- Iremos a visitarlos en unos meses.

-Los voy a extrañar.- Una mueca de tristeza se deslizó por sus labios.

-Nosotros también, tesoro. El abuelo Aroon te llevará hasta la terminal de autobuses. Tienes que tomar el que va directo a Bangkok, es el 32. En el boleto lo especifica.

-Gracias, abuela. Tendré cuidado.

Se abrazaron por unos largos segundos.

-Ongsa, tenemos que irnos.- El anciano Aroon levantó los dos bolsos negros llenos de ropa con sus manos. Para tener 60 era un hombre fuerte y se veía jóven al igual que su abuela.

-Te preparé comida para que te alimentes cuando estés en la estación.- Le entregó una lonchera que contenían arroz, verduras, carne de vaca y huevos revueltos.- Ya la he agitado, solo debes abrirla y comer.

-Gracias.- Una lágrima cayó por su mejilla y tomó la cajita de metal.

A decir verdad, volvería. Pero no tan pronto como deseaba. Estaba acostumbrada a vivir con sus abuelos desde que tenía uso de razón.

Ésto no era porque no la querían sus padres, solo que Ongsa era un poco más frágil que el resto de mortales sanos. Nación con una condición llamada fibrosis pulmonar. Ya estaba acostumbrada al lento estilo de vida que debía llevar gracias a ella.

Puso su mascarilla descartable sobre su rostro cubriendo toda la parte inferior junto con su nariz.

-Tus padres están muy emocionados.- Aroon habló ya en marcha a la estación de autobuses.

-Quiero verlos.- Se recostó sobre la puerta del acompañante.- Extraño a Latte.- Bostezó haciendo carcajear a su abuelo.

-Lo sabemos. Las cajas ya han llegado a casa de tus padres. Les dije que las habririas tú. Tu madre se esforzó en hacerlo ella pero le dije que el médico te autorizaba a hacer esas cosas. Prométeme que si te cansas, continuarás luego.- Le echó un pequeño vistazo.

-Lo haré.- Asintió tranquilamente.- Le pediré a Aylin que me ayude de todas formas.

-Mhm.- Asintió el mayor.

En cierto punto, Ongsa se sentía triste. Pensó que para éste momento habría tenido una gran despedida del pequeño pueblo. Con amigos y conocidos. Pero la realidad era más cruel. Toda su niñéz la pasó enserrada en casa o solo estando al aire libre en época de verno en el patio trasero, en casa de sus abuelos. Solo salía para tomar clases en el pequeño colegio del pueblo. No había tenido verdaderos amigos con los que interactuar. Pero a quién quería engñar más que a ella misma. La vida le había enseñado de la forma más dura a no esperar nada. Desear un futuro diferente al que estaba destinada era simplemente un desperdicio según su punto de vista. Latte y la soledad eran sus mejores amigos.