Octubre había llegado, y consigo trajo el comienzo del final de la época de lluvias. En ese preciso momento, la familia se encontraba del otro lado de la puerta, esperando con una pequeña tarta para sorprender a la más pequeña del hogar.
-¿Estará despierta?- Ongsa comenzó a dudar luego de varios minutos allí.
-Callate, va a escucharnos.- Alpha la regañó.
-Dile que no me pegue.- Se quejó con su padre, que no la había defendido de la sutil agresión.
-¿Qué hacen, humanos extraños?- Aylin, detrás de ellos, los cuestionó.
Todos se giraron sorprendidos, encontrandola duchada y con una toalla colgando de su hombro.
-¡Sorpresa!- Gritaron al mismo tiempo, sin perder la única oportunidad que tenían.
-Amigo.- Tocó con su índice el pequeño alien verde de masa dulce que descansaba en la base del pastel.
-Ya tienes diecisiete, ya dejá de crecer por favor.- Su tío, intentando esconder las lágrimas en sus ojos, la abrazó brevemente.
-Sopla las velas.- Ongsa la animó.
Inquieta por las miradas sobre ella, sopló la vela, y se reincorporó.
-Los chicos vendrán más tarde, ve a vestirte.- Ongsa le recomendó estar lista para entonces.- Felíz cumpleaños, Aylin. Gracias por estar en casa con nosotros hoy.- Se acercó y la abrazó con cariño, siendo recibida con pequeñas palmadas en su espalda.
Las otras dos mujeres, prefirieron respetar su espacio dándole una sonrisa y felicitaciones.
Pronto se encontraban en el comedor, tomando el desayuno junto a la cumpleañera, que hoy se había levantado con una especial sonrisa.
-He comprado suficiente cerdo. Hoy podrás comer todo lo que quieras, incluso puedes no tener verduras.- Su tío le guiñó un ojo, cómplice.
-Te va a caer pesado, comerás verduras.- Su tía la apuntó.- Pero puedes elegirlas.
A Aylin no le gustaban muchas cosas, como tomates blandos, algas húmedas, lechuga o cualquier tipo de hoja verde.
-¿Podemos hacer algo hoy?- Se animó a consultar, como había practicado con Luna la noche anterior en llamada.
-Claro, ¿a dónde quieres ir?
-Hay un lugar que quiero visitar.- Su tío asintió escuchándola atentamente.- Es un santuario de elefantes, está cerca de Pattaya.
-Investigaré en un rato. ¿Deseas ir hoy?- Aylin, inconscientemente se relajó.
-No.- Negó rápidamente.- Podemos ir cuando estén todos desocupados.
-Bueno, iremos el próximo fin de semana. ¿Vas a invitar a algún amigo? Ongsa, asegúrate de invitar a Sun.- La pelinegra asintió, con la boca llena de comida.
-Phi Luna, ella vendrá. ¿Puedo invitarla?
-Claro que sí. Podrías decirle hoy cuando venga a comer.- Aylin se lo diría en cuanto llegara.
Luego de eso, Aylin lavó los platos, dado que se sentía muy productiva.
-¿Estás emocionada por verla?- Ongsa llevó una silla hasta la cocina, y se sentó a ver a su prima lavar las tazas de té.
-¿La humana Luna?- Ongsa asintió.- La veo todos los días.
-¿No te gusta que pase tu cumpleaños contigo? Se ve que es importante para ella.- Observó desde la distancia, una caja de adornos que Luna había comprado junto a Sun los días anteriores.
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Milky Way // (Ongsa + Sun) (Milk + Love)
Hayran KurguOngsa vuelve a casa con su familia. Se despide de sus abuelos y del pueblo donde había crecido. Bangkok tiene mucho para ofrecerle, más de lo que cree merecer.