Había pasado una semana y media desde que Ongsa había recibido aquella golpiza. La inflamación en su ojo ya no existía. En su lugar, había un gran moretón de colores amarillentos con tintes violetas.
También, el dolor de su mandíbula había cesado. Cuando tenía que cepillar sus dientes, apenas podía abrir la boca, pero al menos ya no dolía.
Le habían quitado los puntos de su labio. Todo parecía mejorar rápidamente. Ahora ya podía consumir pures. Era un avance, y hoy tendría una cita con su doctor de cabecera.
-Bueno, considerando que no podemos realizar la espirometría, por obvias razones.- Miró a Ongsa, que intentó no sonreír. Tenía vergüenza por lo que había hecho.
-Haremos los otros exámenes. Jane, puedes llevarla a la sala de extracción.- Abrió su cajón.- Ten, luego comelo y regresa para hacer la caminata.- Le entró un pequeño pote con puré de manzana natural y una cucharilla de plástico.
Ongsa asintió. Salió de la sala siguiendo a la pelinegra que ya conocía. Le dejó a su padre el pastel y bajó en el ascensor junto a la mujer.
-No te han operado, ¿verdad?- Se refería a la fractura.
Ongsa negó, todavía no tenía permitido hablar. Incluso se había descargado una aplicación para hacer más divertida la comunicación con su familia.
-Eso es bueno.- Le sonrió.
Cuando llegaron a la sala de extracción, Ongsa levantó la manga de su hoodie. Expuso su brazo izquierdo, y lo acomodó sobre un pequeño apoyabrazos de metal.
-Tu padre me comentó que no has estado yendo a clases.- Preparó el equipo de extracción y limpió la zona. La morena asintió.- Debes estar contenta por eso.- Ambas soltaron una pequeña risa.
Extrajo un poco de sangre y le colocó un algodón. Luego le puso una curita de ositos.
-Listo.- Le bajó la manga.- Ahora ve a comer, yo prepararé el circuito.
Ongsa subió al cuarto piso. Su padre le abrió el frasco, y comenzó a comer lentamente. Al cabo de treinta minutos, había logrado casi terminar su puré. Tocó la puerta de su doctor y este salió.
-Bien, vamos.- Cerró la puerta detrás de él. Llevaba un pulsoxímetro y esfigmomanómetro.
Bajaron hasta el gran campo verde con caminos de piedra. Su padre esperaba a un lado con su tanque de oxígeno.
-Vas a caminar lo más rápido que puedas sin cansarte. No te detengas.- Abrió el cronómetro en su teléfono.
Ongsa debía seguir un camino largo que estaba marcado con pequeños conos. Cada uno estaba separado por un metro. En total, debía ir y venir por un sendero de veinte conos que marcaban doscientos metros.
-Comienza... ya.- La observó comenzar su camino.
Pasaron dos minutos y la veía bien. Así que la dejó continuar el resto del tiempo que faltaba.
Al finalizar los seis minutos, Ongsa había logrado hacer casi seiscientos metros.
-Has mejorado mucho.- Palmó su cabeza.- Siéntate.- La acercó a un banco y comenzó a monitorear sus signos vitales y su presión arterial.
Estaba como nueva. Ni siquiera parecía estar cansada.
-Lo has hecho genial. Subamos para hacer la radiografía y el ecocardiograma.
Cuando finalizaron los exámenes, todo parecía en orden.
-Por cierto, quería hablar de algo con tu padre. ¿Puedes hacerlo pasar?
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Milky Way // (Ongsa + Sun) (Milk + Love)
FanfictionOngsa vuelve a casa con su familia. Se despide de sus abuelos y del pueblo donde había crecido. Bangkok tiene mucho para ofrecerle, más de lo que cree merecer.