Todo era tranquilo en el santuario, asta que el Dios del inframundo decidió bajar y aserse pasar por un caballero de plata, es hay donde conoce al joven Aioria Santo dorado de Leo.
Empezó como una amistad, pero termino como un amor, cuando Hades rev...
En aquella habitación se podía escuchar gemidos y el sonido de ambas pieles chocando entres si. El castaño mayor estaba arañando la espalda de Poseidon, quién trataba de no perder la última pisca de cordura que todavía tenía.
Los gemidos del castaño mayor eran fuertes y claros, el como pedía por más apesar de encontrarse cansado, era algo cansado tener sexo con un dios y eso lo admitía, no podía respirar adecuadamente lo que hacía que sus gemidos fueran entrecortados. Poseidon se deleitaba con la imagen que tenía de el menor. El castaño mayor estaba abajo de el, con las piernas perfectamente abiertas para darle más movilidad a el dios Poseídon, con una mano arañando la espalda de el peli-azul y con la otra tratando de ahogar sus gemidos, pero aquel intento era en vano, sus ojos tenían un destello brillante que reflejaba lujuria y deseo de ser poseído por aquel hombre que en este momento lo hacía suyo.
El dios de los mares sentía como estába apunto de llegar al clímax, tomo a el santo de Sagitario por su cadera y comenzo a marcar un ritmo mucho más rápido que el anterior, llegando a rozar que aquel punto sensible de el menor, aquel punto que le daba una descarga de placer inmenso. No paso mucho para que el Dios de los mares se corriera en su interior dejando cansado al menor.
Pero Aioros ya conocía demasiado bien a Poseídon, tanto como para saber que el aún quería seguir, cosa que no le importaba, ya que en su interior el también quería más. Poséidon cambio de posición, dejando a Aioros abierto en un ángulo de 180°, cosa que no le costó nada gracias a lo flexible que era, aquella posición le daba una completa liberta de su cuerpo, no sólo eso sino que al parecer al entrar choco directamente con el punto sencible de Aioros, cosa que le asombro y no pensaba cambiar de posición por un buen rato.
Aioros tratada de no gemir tan fuerte, más sus esfuerzos fueron en vano ya que por más que tratará aquellos gemidos no podían ser ahogados, le menor sentida que su clímax estaba apunto de llegar y no pudo evitar aferrarse a las sábanas al punto de que sus nudillos estaban blancos y sus uñas por poco rompían aquella tela blanca.
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No tardó mucho para correrse en su vientre, y sin darse cuenta apretando el miembro de Poseidon, cosa que al peli-azul no le desagrado, dejándo salir un gemido ronco serca del oído de Aioros.
El dios quería seguir, pero por petición y casi rogándole, el santo de Sagitario lo convenció de tomar un pequeño descanso, ya que estaba seguro de que no soportaría otra ronda seguida.
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El dios de los mares rápidamente se acomodo alado de su amado, acariciando su suave piel y admirando cada mínimo detalle de su cuerpo, no importaba que tan pequeño fuera, a el le impresionaba lo hermoso y bello que llegaba a ser, aquella belleza que si no fuera por qué estaba tan encantado con el y no se pensaba separa un solo segundo de Aioros, iría con Afrodita (diosa) y le diría que aquel hombre que tiene en sus brazos y que estará para siempre con el... Tiene una belleza mucho más grande que la de ella, a tal punto que el podría ser considerado el nuevo dios de la belleza, no sólo por el encanto que poseía físicamente, sino también por la hermosura que poseía en el interior.
💓💓💓💓💓💓💓💓💓💓💓💓💓💓💓💓💓💓💓💓💓💓 BUENAS ¿CÓMO ESTAN? PERDON POR QUE EL CAP ES CORTO PERO NO SE ME OCURRIO ALGO MÁS PARA AGREGAR.
