My Guardian Angel | kivi

-18-

Chiara's POV

Ya estaba de camino al apartamento de Violeta. Anoche me había quedado con ganas de más, pero ella tenía que irse y yo no podía abandonar mi trabajo.

El portero de la entrada ya me dejaba pasar sin preguntarle a su jefa, ya que prácticamente vivía con ella. Todos los días la visitaba, así fueran cinco minutos.

Subí por las escaleras para relajarme, desde anoche tenía la sensación de que algo malo pasaría. Seguramente hoy habría un nuevo atentado o algo así, pero me alegraba de poder estar el día entero con Violeta por si pasaba cualquier cosa.

Cuando llegué al último piso vi un pequeño bulto al lado de la puerta de la pelirroja, me acerqué para mirar qué era y me sorprendí al ver que era Bea. Toqué su hombro, de inmediato saltó sobre mí y me abrazó muy fuerte. Cuando miré su rostro estaba lleno de lágrimas, la sensación en mi pecho se intensificó.

—Ey, ¿qué haces aquí afuera? —Pregunté sin saber si quería escuchar la respuesta.—Mamá no llegó anoche con su amiga Ruslana; y la niñera se fue esta mañana enfadada. Mami siempre me dice que cuando ella no esté llame a la tía Violeta pero ella tampoco me contestó —, su voz sonaba triste, yo sólo podía pensar que ellas estaban en peligro y que la pequeña debía estar asustada.—Me he acordado del camino pero la tía no me abre la puerta, me he portado muy bien tía Chiara, ¿por qué no quieren verme? —Quería llorar tal y como Bea estaba haciendo ahora mismo.

Rus, por favor responde.

Ruslana, ¿dónde estás? 

¡Rus! 

Ella siempre respondía.—Tranquila, peque. No están enojadas contigo, te están preparando una gran sorpresa —, su cara se iluminó y mis ganas de llorar se intensificaron. Tenía que ocuparme de la pequeña. —Yo iré a buscarlas y tú te quedarás con otros niñeros mucho mejores, ¿qué te parece? —Asintió fuertemente. Hice aparecer una piruleta para que se entretuviera con algo mientras los llamaba.

Lucifer, te necesito, por favor, ven pronto.

Todavía tenía esa conexión con Luci, mis hermanos al no ser cercanos a él la habían perdido. 

Voy ahora mismo. 

No sé si soné desesperada pero no necesitó más que eso para llegar en menos de dos segundos. Los abracé tratando de contener mis lágrimas.—Necesito que cuidéis a la niña. Violeta, Denna y Rus desaparecieron anoche, no sé dónde están pero tengo que encontrarlas, no puedo perderlas —, me temblaba la voz. 

—No las perderás, nosotros nos encargamos de ella, cualquier cosa que pase sabes cómo llamarme —, parecía preocupado, no le importó tener que cuidar a la pequeña. —Dadle todo lo que pida, necesito que esté lo más feliz posible, aún no sé cómo está su madre. Su nombre es Bea y es la hija de Denna.

—No hay problema, ahora vete, acudiremos a ti en un segundo si es necesario —, Olivia me dio un intento de sonrisa. Me fui literalmente volando de ahí.

No esperé encontrar el coche de la rubia en una carretera vacía. Estaba volcado a un lado del camino. 

El cuerpo de Ruslana estaba tirado detrás del auto. Ella estaba sangrando, mis ojos no pudieron abrirse más, ¡somos celestiales, no se supone que esto pueda pasar! —¡Rus! —De mi garganta salió un grito desgarrador. Ella no respondía pero seguía viva. 

Busqué a Violeta y a Denna después del shock inicial. Sólo tuve suerte con la segunda.

La rubia estaba en el asiento del copiloto con un gran golpe en su frente, la sangre ya estaba coagulada. Tomé su pulso, era débil... casi imperceptible. Quité el cinturón de seguridad y sin esperar más tiempo volé al hospital más cercano.—Por favor ayúdenla, debe llevar más de ocho horas inconsciente, su nombre es Almudena Ruiz, vendré a ver cómo sigue luego —, la dejé en una camilla y les di órdenes directas en su mente de que hicieran todo lo posible por salvarla, no tenía tiempo que perder.