Sacó una espada, la reconocí de inmediato, era una de las espadas celestiales de los arcángeles. Sin embargo, era negra.
Al principio no logré entender cómo llegó a la tierra hasta que recordé la historia de uno de los arcángeles caídos, el único de su tipo que se ha rebelado contra Dios.
— ¿Chula, verdad? —Preguntó.— Bueno, un poco antigua para mi gusto pero lo que te haga feliz, cuñada —El humor es lo único que tenía ahora mismo. Sabía cómo defenderme, pero le tenía miedo al dolor y no sabía cómo liberar a Violeta de esas cadenas, estaba segura de que estaban bañadas en sangre de demonio por eso dolió—.La mía es mejor.
Fue materializándose mi espada, nadie sabía que la tenía, ni siquiera mi padre, sabía en lo que me convertía al tener una de esas espadas celestiales. De todos lados aparecieron humanos con diferentes armas demoníacas, las más letales para mi especie.
Empecé a sentir verdadero terror.
Luci, llévate a Violeta lejos de aquí.
Confiaba en que mi hermano sabría la manera de quitar las cadenas, estaban bañadas en sangre de su gente. Cuando llegó pude ver sus alas por primera vez, eran rojo sangre, sin plumas, esqueléticas y con dos picos negros. Me sorprendí, eran tan diferentes a las mías.
Olivia vino con él y al ver las cadenas simplemente hizo un poco de fuerza y pudo romperlas.
Logré escuchar el grito desgarrador de Violeta diciendo mi nombre antes de ver a mi hermano tomarla para poder salir volando con las dos mujeres. Los hombres de Tana no tuvieron ni siquiera oportunidad de moverse.
Pero algo salió mal, él ya no podía salir del lugar, mi corazón latía fuertemente, debieron poner alguna clase de símbolos antiguos en la fábrica para encerrarnos, estos humanos sabían mucho sobre nuestras debilidades.
Mi hermano me dio una mirada entendiendo inmediatamente lo que sucedía. Dejó a mi novia y a Olivia de nuevo en el suelo, apartadas. La morena sacó sus armas inmediatamente poniendo a la pelirroja detrás de ella, que apenas tenía fuerza para mantenerse de pie.
Me miró asintiendo, ella la defendería.
—De igual manera no iba a dejarte sola, mi ángel, lucharé a tu lado.— No lo hagas, cuídalas.— ¿Y quién te cuida a ti? Yo pelearé contigo. Liv estará todo el tiempo con Violeta, ella la cuidará. Por cierto, bonita espada.
Sonreí de medio lado pero no volví a contestarle, tenía que concentrarme en lo que venía, la verdad es que ya no importaba lo que pasara, mi Vivi estaba a salvo. Vi a mi hermano sacar dos dagas negras.
Fue entonces que recordé a la pequeña Bea, ¡debía estar sola!
Inmediatamente me puse en contacto con otro de mis hermanos.
Martin, ve a la casa de Violeta, cuida a la niña.
No fue necesaria una palabra más, mi padre debió decirle que estaba en peligro y que siguiera mis órdenes. Le di una última mirada a mi novia, estaba asustada, no paraba de temblar mientras me miraba, podía ver la súplica en sus ojos, no quería verme morir y yo no estaba dispuesta a hacerlo. "Te amo" pude leer en sus labios, ese era el último empujón que necesitaba para éste momento.
Tomé fuertemente mi espada, sabía manejarla, en mis tiempos libres solía practicar y creo que lo hago bien.
— Por fin tengo el privilegio de conocer al resto del clan Hódar, la verdad es que tener sólo a Juan Carlos ahí abajo aburre bastante, vosotras dos quedaréis perfectas en mi colección de ratas. —Amaba los comentarios de mi hermano. Si Susana y Tana pudieran matar con la mirada, seguramente el Diablo estaría muerto.
—¿Empezamos o vamos a estar mirándonos fijamente todo el día? Tengo planes con esa pelirroja de allí, así que si no es mucha molestia... —Toda esta gente ya debía odiarme, escuché la risa de Lucifer.
Tana se lanzó directamente hacia mí, era buena con la espada pero yo era mucho mejor, el metal de las espadas, dagas y cuchillos retumbaba por toda la fábrica.
—¡Llevo dos, hermanita supérame si puedes! —Gritó Luci. No sabía en qué momento se volvió una competencia pero iba a ganarla.
—¡Tres! —Grité sonriendo.
—¡Cuatro! Te estás quedando atrás, mi ángel.
No tuve mucho tiempo de reírme porque venían siete hombres directo a mí, saqué mis alas y envié una ráfaga de viento que los envió lejos. Volví a esconderlas en un movimiento rápido.
—¡Diez! —Tomé un respiro.
Al hacer esto pude ver a Lucifer luchando por no ser apuñalado pero lo hacía de maravilla. Lo que me heló la sangre fue ver a Olivia ser rodeada por cinco más. Parecía más preocupada por cubrir a Violeta que por luchar.
Llegué en menos de un segundo, tomé a dos por la chaqueta, los golpeé entre sí y cayeron al suelo. Uno simplemente fue lanzado lejos y los otros dos fueron apuñalados por las dagas de Olivia, inmediatamente convirtiéndose en cenizas. Me dieron escalofríos.
— Dos —Dijo con una sonrisa algo tétrica.
— ¡Siete! —Dijo Lucifer acercándose y sonriendo—Creo que esos eran los últimos.
Violeta salió de su escondite con algo de miedo mirando a su alrededor, se lanzó a mis brazos con cuidado, repartió besos por toda mi cara y finalmente me dio un gran beso en los labios que me devolvió la sonrisa en mi rostro. Se alejó un poco para mirarme de arriba a abajo buscando seguramente alguna herida.
No tuve tiempo a reaccionar a su mirada viendo con terror a mis espaldas, sólo cuando sentí un gran dolor en mi costado. Me sujeté con fuerza, giré justo en el momento en el que Tana era apuñalada por mi hermano, podía ver el miedo en los ojos de Luci al verme, él sabía lo grave que podía ser esto.
Al lado de las cenizas que quedaron de ella había una daga bañada en sangre de demonio. Esto era malo, muy malo.
—Ocho —Susurró mi hermano antes de tomarme en sus brazos justo cuando caía, mi novia tocaba mi rostro, no tenía muchas fuerzas para hablar—Resiste, pequeña.
—Kiki, no me dejes, dijiste que siempre estarías a mi lado, por favor —Su voz sonaba tan rota. Ella trataba de hacer presión en mi herida pero era inútil, la sangre de demonio era como veneno. Pude ver las venas de mis brazos hincharse y tomar un color negro—¿Qué hago? — Preguntó mirando a todos los presentes.
—Quiero un b-beso —Mi respiración era pesada, todo mi cuerpo quemaba y apenas podía hablar. Violeta bajó hasta mi cara y besó mis labios, si moría hoy lo haría feliz—D-Denna está en el h-hospital cerca de su c-casa, Bea d-debe estar en t-tu apartamento con mi h-hermano Martin —Tenía que dejar todo en orden, se supone que eso haces cuando sabes que morirás. Mis fuerzas se agotaron antes de poder decirle "Te amo".
Violeta's POV
—La llevaré con nuestro padre, Él sabrá qué hacer -Se levantó con Chiara en brazos dispuesto a volar.
—Romperé lo que sea que nos mantiene aquí encerrados —Dijo Olivia que no había dicho ni una sola palabra y salió corriendo. Un rato después volvió, sus manos y cuerpo estaban completamente quemados—Listo. —Rápidamente comenzó a regenerarse. Sin más que decir salió volando a toda velocidad a las puertas del cielo.
*** volví
perdonad la tardanza, estaba de exámenes 😭😭😭😭
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