CAPITULO 5

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No había que ser un genio para saber de lo que hablaba la chica.

Esa mirada llena de lujuria, esa aura tan impresionantemente pesada que la acompañaba. Un goblin de menor estatus se habría quedado paralizado, incluso «Eso», con todo su poder, fue incapaz de llevarle la contraria. 

Más el rey era diferente. 

La manera en que la sociedad goblin se organizaba siempre fue un misterio para las demás razas. Durante mucho tiempo se teorizó que, al igual que como ocurría en algunas tribus orcas, los goblins escalaban en rango social mediante demostraciones de fuerza u o habilidad. 

Sin embargo, esta teoría terminó por desmoronarse en el instante que los estudiosos se percataron de que, por algún motivo, cuando un nido de goblins era demasiado grande, comenzaban a nacer especímenes especiales, conocidos como mutaciones. 

Este tipo de goblin especial nace con la única función de cumplir un papel específico dentro de su sociedad. Por lo tanto, su posición dentro del clan está decidida y jamás cambia a lo largo de toda su vida. 

Un goblin común no es muy fuerte, incluso un colono armado con herramientas de labranza es capaz de encargarse de un par de ellos con facilidad. Sin embargo, una vez comienzan a aparecer soldados es cuando se necesita la intervención de fuerzas especializadas en la erradicación de monstruos. 

Durante toda la historia recordada, las subclases de goblin especial registradas son las siguientes: 

Goblin peón o común. (Más débil que una persona.) 

Goblin soldado. (Tan fuerte como un miembro de infantería novato.) 

Goblin general. (Tan fuerte como el goblin soldado, pero con mayor inteligencia.) 

Goblin chamán. (Tan fuerte como un mercenario de rango plata.) 

Líder Goblin. (Solo hubo uno registrado en toda la historia. Fue necesario despachar un destacamento entero de caballeros armados con tesoros nacionales para hacerle frente.) 

Por lo que, tomando esto en consideración, el agujero donde Yren había ido a terminar era posiblemente una amenaza de nivel internacional o incluso, continental. 

Esto se ha debido a que durante su pequeño paseo por el nido, no solo se había encontrado con una gran cantidad de subespecies ya mencionadas, sino que también, había descubierto nuevas, como por ejemplo: 

Goblin caballero. (Lo suficientemente poderoso como para hacerle frente a un caudillo orco. )
Descripción de Yren: Son ligeramente más altos y esbeltos que los demás, sus cuerpos tienen el balance perfecto de músculos y grasa. Por algún motivo les encanta que les toquen los pezones. 

Goblin magus. (Capaz de comandar tormentas, invocar pilares de fuego, comandar ríos para ahogar a sus enemigos.)
Descripción de Yren: De cuerpos compactos y generosos, su pene es más pequeño que el resto, lo cual los hace ver sumamente lindos. Todos ellos tienen un interior anormalmente cálido, húmedo, e incluso hubo un par que parecían soltar descargas eléctricas mientras me los cogía. Creo que no hace falta aclarar que esto, más que ser doloroso, se sentía rico. 

Goblin berserker. (No hay registros de este tipo de goblin, por qué nadie que lo haya visto vivió para ver el día siguiente.)
Descripción de Yren: De piel roja y cabello blanco. Los pequeños desgraciados son superagresivos, les encanta el sexo duro y rápido. Son unos pasivos de cuidado, y una vez atrapan tu pene adentro de sus musculosos cuerpos, no te sueltan hasta que se desmallan. Tienen unas vergas largas, gruesas y aterradoras, aunque no los vi darle mucho uso. Eso sí, hacen un desastre cada vez que terminan. 

El número de personas capaces de lidiar con amenazas de este calibre, alrededor del mundo, puede ser contado en menos de 50. Y aquellos capaces de enfrentarse al rey, pueden ser contados con los dedos de una sola mano, y sobrarían dedos. 

Pues mientras que el título de Rey es pasado como herencia en sociedades como la humana, cuando el mundo le otorga esa categoría a alguien, independientemente de su raza, se vuelve un problema. 

Cualquier criatura con el título de Rey ha sido imbuida con el poder y la capacidad de cambiar el mundo. 

— Hoo~ ¿Es esto lo que buscas, miserable? — 

El rey levantó el taparrabos de tela roja que usaba para cubrirse, mostrando que debajo de él tenía un «arma» de carne capaz de rivalizar con la de la invasora. 

— Mira con atención, basura. — 

Haciendo uso de su mano izquierda, movió hacia un lado sus enormes genitales, para dejar al descubierto su suntuoso, magnífico, fastuoso, grandioso, soberbio, espléndido y lindo culo real. Yren comenzó a salivar, como un perro hambriento al que se le presenta un trozo de carne suculenta. 

El rey sonrió. 

Claramente, su oponente no era nada más que una bestia incapaz de controlar sus impulsos. 

No importaba si la intrusa era más poderosa que él; si podía conseguir que bajara la guardia, su victoria estaría asegurada. 

— Vamos, perra. ¿No es esto lo que querías? — 

La perfecta dona rosada, que servía como entrada posterior de su majestad, se contrajo y se abrió, solo un poco, mostrando lo receptivo que estaba para ser penetrada, al mismo tiempo que dejaba en claro que aquel agujero no había sido profanado JAMÁS por ninguna otra verga. 

Fue en ese momento que, incapaz de pensar en otra cosa, Yren se abalanzó sobre él a una velocidad vertiginosa, completamente inhumana. 

De haber reaccionado tan solo una fracción de segundo tarde, el rey habría sido ensartado como brocheta, pero- 

— ¡HahAhaHa! ¡PERDISTE! — 

Antes de que la descomunal verga de Yren pudiera alcanzar su punto débil, el rey fue capaz de sujetar a la semi-bestia por detrás de la cabeza, lo cual hizo que esta perdiera el equilibrio, forzándola a caer con la cara, de lleno en la entrepierna del rey. Yren a penas y tuvo tiempo de reaccionar antes de sentir como su boca era llenada con carne de goblin. 

— No vas a ir a ningún lado. — 

A pesar de su tamaño y aspecto frágil, el rey era increíblemente poderoso, y no importaba que tan fuerte fuera ella, él no tenía pensado soltarla hasta verla muerta. 

La primera reacción que tuvo Yren al sentir su cavidad invadida, fue intentar empujarlo con la lengua, cosa que probó ser inútil, pues en cuestión de pocos segundos, la mezcla de líquido pre seminal y saliva, formaron una película resbaladiza alrededor del verde miembro. 

Fue entonces cuando sintió en aquel momento, como las piernas del goblin se cerraban detrás de su nuca, atrapándola así en lo que parecía ser una llave de ahorcamiento. En un comienzo le pareció esto extraño a Yren, pues si bien no podía liberarse del agarre, la pura fuerza de las piernas de su contrincante era insuficiente para asfixiarla. Más pronto que tarde se percató de que aquel tipo no tenía planeado usar sus piernas para ahogarla. 

— Muere. — 

De un instante a otro, el falo gordo del rey había pasado de ocupar tan solo el espacio de la boca, a obstruir por completo la garganta de la chica. La cual, en pánico, no podía hacer más que abrir los ojos, al tiempo que sentía cómo la punta de esa vergota le llegaba hasta el estómago.                  

         

La diosa de la lujuria me dio un pitote.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora