Al sur del continente, cruzando el mar de Hewe, hay un reino insignificante y oculto; Azmar.
En aquellas tierras, la gente no respeta los nombres ni títulos, solo la fuerza. Esto es severamente cierto incluso entre aquellos que ostentan el poder.
La filosofía de "El fuerte debe de gobernar al débil" se encuentra tan arraigada en el corazón de la gente de esas tierras, que sus reyes tienen un dicho, al cual se aferran desde que la corona les es otorgada, hasta el día que pierden su lugar.
«Un rey que no es capaz de cargarse a sí mismo, no es digno de llevar el reino.»
La vida de Adam había sido una de dichas y desgracias en igual medida.
Por un lado, tuvo la suerte de nacer en cuna noble, donde su futuro y necesidades estarían siempre asegurados. Más por el otro lado, en vez de ser un niño fuerte y grande como su padre esperaba, nació pequeño y escuálido.
Lo único que evitó que el pequeño fuera abandonado en el bosque al nacer, fue que era parte de la familia real, específicamente, el hijo mayor del rey actual.
Este fue el primer destello de fortuna en la vida del joven príncipe.
Fue así que Adam creció, abandonado por su familia, pero a salvo.
Su hermano menor, Lennart, rápidamente le opacó en todo sentido.
«Eres el mayor, pero mira a tu hermano.» Alto y fuerte. Es un guerrero hábil y un estratega astuto. Tú deberías de poner el ejemplo, pero no eres más que un inútil.»
El rey constantemente se encargaba de regañar y amonestar al joven príncipe por el simple hecho de existir.
Al cumplir 18 años, como es la costumbre, Adam fue llevado a la catedral de nuestro señor de la sangre Vogarr. Ahí, frente a un obispo, se llevó a cabo la ceremonia de imposición. Esta ceremonia tiene el propósito de presentar al joven adulto frente a los dioses. Esto puede terminar de 2 formas; la persona puede ser encontrada deseable por alguna de las deidades, por lo que es puesto sobre el individuo un destino y una bendición; o puede que los dioses no encuentren nada de valor en esta persona y lo rechacen, negando su favor y condenando a la persona a un destino incierto, fuera de la mano de los dioses.
Fue así, que el joven príncipe, del que nadie esperaba nada, fue presentado en la iglesia, bajo la atenta mirada de su padre y su familia.
Aquella tarde de invierno, fue la primera vez en la historia registrada que un individuo obtuvo la bendición individual de cada uno de los dioses.
Se cuenta que, en el mismo momento en que el poder divino entró al interior del chico, una luz cegadora llenó la capilla. Todos los presentes tuvieron que bajar la mirada, todos menos el padre del muchacho, quien perdió la vista a causa de esto.
Para ser un archio bispo, se necesita al menos tener 2 bendiciones encima. El archio bispo más fuerte de la historia, San Rycharde, tenía 5. Adam tenía 20.
Una vez más, la suerte de Adam se hacía presente.
Luego de aquello, estuvo 6 años entrenando para ser capaz de comulgar con su enorme poder, y 1 año más, instruyéndose para lo que sería su nueva vida al otro lado del mar.
Todos esos años, aguantando humillaciones y el desprecio de su padre, finalmente quedarían atrás.
De ese momento en adelante, su vida sería suya.
Toda la adoración y afecto que quisiera, estaban a su alcance, solo debía jugar su papel.
Oh, pero... Al igual que en el pasado, por cada cosa buena que le ocurría, una mala debía de estar en camino.
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La diosa de la lujuria me dio un pitote.
FantasyYren es una semi-bestia del clan de los lobos que un día es traicionada, muriendo. Sin embargo, es revivida como el emisario del dios de la lujuria. Historia de fantasía genérica de toda la vida. Ahh es una historia de futa x femboy que hice por abu...