Mientras Yren era coronada como nuevo rey goblin. Al norte de ahí, en el imperio Vasan, específicamente dentro de los dominios de la familia Brewmour, Tina, la joven señorita de la casa, se encontraba desnuda, sobre la prometida de su hermano mayor, la dama Margaret Nordrey.
Uno al contemplar tan vergonzosa situación podría llegar a pensar muchas cosas. Primero que nada, el descaro. Mira que ultrajar descaradamente a la mujer de su hermano, en su propia cama, en su noche de bodas, con toda su familia viendo. Incluyendo a su hermano.
Bennett Brewmour era el heredero de su casa por derecho de nacimiento. Durante toda su vida había sido educado para ser alto y orgulloso; sin embargo, ahora tenía que aguantar el tener que hacer contacto visual con su hermanita, mientras esta tenía relaciones con su prometida, de quien había estado enamorado desde que eran niños.
Bennett tuvo que pausar toda la parafernalia un momento, para hablar.
— Entiendo que al haber sido elegida mi hermana como heraldo del dios del conocimiento, es su deber engendrar tantos hijos con ascendencia divina dentro de la familia como sea posible. Pero ¿por qué están los padres de Margaret aquí? —
El padre de Bennett y Tina, Leonard Brewmour volteó a ver a su hijo para responder.
— Porque los señores deseaban estar presentes mientras se concebía su primer nieto a través del acto divino. —
Bennett sacudió la cabeza.
— Y mamá ¿Por qué está aquí? —
A esto la señora de la casa Brewmour respondió.
— Es la primera vez que tu hermanita tiene intimidad, solo estoy para cuidarla. —
Bennett, claramente molesto, se puso de pie y se señaló a sí mismo.
— ¡¿Y por qué tengo que estar yo presente?! —
A lo que Tina, haciendo a un lado el cabello humedecido por el sudor que le estorbaba en la frente, respondió con una sonrisa.
— Por qué si no te estoy viendo a los ojos, no se me para. —
Entonces Bennett, totalmente frustrado, señaló al fondo de la habitación.
— ¡¿Y por qué está el abuelo?! —
A lo que su padre, cansado con la actitud poco propia de su hijo, le respondió tajantemente.
— Porque no había más sirvientes para cuidarlo. —
Bennett volteó hacia la puerta, notando que toda la servidumbre estaba ahí, observando el evento.
— ¿Y por qué están los sirvientes? —
A lo que Margaret, aun con el pene de tina dándole besos en el cérvix, respondió con esa voz suave y amable, tan propia de ella.
— Para limpiar la habitación una vez termine. —
Bennett ya no podía soportar la situación.
"¿Es que acaso mi casa se ha vuelto un manicomio?"
Pensó
"O quizás yo soy el loco."
Y ya que a nadie más parecía sentirse incómodo o molesto con la situación, Bennett simplemente tuvo que tragarse su orgullo, volver a tomar asiento y continuar observando como su prometida era inseminada en frente de sus propias narices, en su cuarto, sobre su cama, en frente de sus padres, sus suegros, el abuelo e incluso la servidumbre.
— Ah bueno. Si lo pones así, supongo que tiene sentido. Continúen entonces. —
Fue lo último que dijo el hombre antes de disociarse por completo de la situación.
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La diosa de la lujuria me dio un pitote.
FantasiaYren es una semi-bestia del clan de los lobos que un día es traicionada, muriendo. Sin embargo, es revivida como el emisario del dios de la lujuria. Historia de fantasía genérica de toda la vida. Ahh es una historia de futa x femboy que hice por abu...