❝𝐀𝐋𝐋𝐈𝐔𝐌 [𝐂𝐨𝐥𝐞𝐗𝐋𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫𝐚] (𝐍𝐢𝐧𝐣𝐚𝐠𝐨)❞ 𓇚

CAPÍTULO 13

Narrador omnisciente.

— Es suficiente. — ordenó Vanger al ver como los cuerpos de Nya y Jay caían rendidos tras haber sido sometidos a tortura de choques durante horas. Pese a que a qué Jay podía aguantarlos mucho más tiempo, Nya no podría por más. — ¿Me dirán entonces donde están sus compañeros?.

Pregunto de la manera más tranquila, con una voz tan suave que parecía que no había echo una tortura hace un momento. Vanger era tan tranquilo y paciente como su difunto hermano gemelo. Hacía ya varios años que no veía a Vania, su sobrina y no tenía intención de volver a verla jamás, para el era solamente una niña que no era ni la sombra de lo buen rey que fue su padre y hermano suyo. Sentía irá, una ira silenciosa por aquel joven. Cole había asesinado a su hermano y se había llevado a la muchacha pese a que le ofreció una buena recompensa, las respuestas de su madre que el tanto quería y sin embargo aquel joven lo había traicionado.

— Es una lastima que ustedes no se puedan regenerar en minutos. — dijo mientras se sentaba en el escritorio —. ¿Me dijiste que te llamabas Jay no es así?. No hay tanto deterioro en tu cuerpo gracias a qué posees el elemento rayo, pero no podría decir lo mismo de ella.

— ¿Nya? — susurro el castaño, pero Nya se había desmayado a causa del dolor.

— Tranquilo, no moría por el momento. — respondió tras haber tocado una esfera de cristal muy extraña —. Pero si te sugiero que me entregues a __________ antes de que eso pase. Tus amigos hubieran pensado mejor las consecuencias. Sería más fácil que yo los libere a qué ellos vengan a rescatarlos.

— ¿Por qué tanto interés en ella?. — cuestiono el castaño —. Es egoísta lo que hacen, la muchacha no les pertenece y su poder no es suyo.

— Lo dices porque no la conoces. — dijo —. Tiene el poder extraordinario de curarlo todo lo que tú quieras con su sangre o manos, en un corto tiempo. Erina está enferma y solamente ella podía ayudarla, ayudarme a mi y a todos mis soldados para las conquistas. Cualquiera desearía ese poder de un vida eterna y cómoda. Incluso tu.

— No sea ridículo. — soltó —. Yo no haría tal cosa con alguien así.

— Joven, tu novia está muy mal. — dijo señalando a Nya —. Y para que se recupere necesitarás de alguien como la joven que tenía bajo mis manos. No es utilizar el poder para nosotros, si no para los que amamos, para su bienestar. Pero ya no te preocupes en responder, ya lo hice por mi cuenta.

— Veo que te gustó mucho la ciudad. — sonrió Cole a la vez que sostenía pesadas bolsas en ambos brazos sin ningún esfuerzo, pese a que la joven se ofreció a ayudarlo este se negó rotundamente —. De noche es más increíble.

— ¿De verdad. — pregunto abriéndole la puerta para que pasara —. Osea, en unas horas más?.

— Prometo que la siguiente semana iremos. — dijo dejando las bolsas en la mesa y quitándose los guantes de sus manos —. Por ahora debes descansar, te agradezco que hayas venido conmigo.

— Gracias a ti por sacarme, aunque sea un rato. — dijo al apenada aunque con una sonrisa —. La verdad es que, me gusta convivir contigo, bueno con ustedes.

Durante el resto el día, __________ pudo contribuir con algunas cosas mientras que con otros se hacía a un lado para no estorbar.
Sin embargo, aún estaba muy preocupada por lo que había visto anteriormente, aquellos gritos parecían atemorizarla, tanto así que por la noche no podía dormir al pensar que algo iba a salir de aquel espejo. Por lo que en la madrugada tomo una manta y lo tapo completamente para evitar verlo. Debido al miedo ya no pudo dormir, quería salir a tomar aire pero sabía que no debía salir de la navío sin estar acompañada y debido a las altas altas horas no quería despertar a nadie.
Por lo que sento en el suelo, como cuando estaba encerrada y comenzó a recordar los pocos momentos felices que tenía cuando era niña, no eran muchos pero estaban sus padres en ellos. Y al recordar más, se dió cuenta que había un cuerdo nuevo en su memoria. El que Cole la defendiera y protegiera desde que la salvó de las manos de vencer y Erina se había convertido en su recuerdo más feliz, y desde luego en el más reciente al ser mayor y ser mas conciente de las cosas. No pudo evitar sonreír y eso ayudo a que pudiera más tranquila y poder dormir aunque sea un rato más.

— Trata de no moverte. — sugiero Kai algo preocupado al ver el brazo de Lloyd —. ¡¿Ah, carajo que hago?!.

— Buenos días. — saludo la castaña saliendo del pasillo y entrando a la cocina. Al ver al joven de ojos verdes se acercó —. ¿Qué sucede, Lloyd que te paso?.

— __________ que bueno que llegas. — dijo Kai alterado y señalando el brazo de Lloyd —. En un entrenamiento creo que lo lastime, ¿puedes ayudarlo?.

— Lloyd ¿Puedo ayudarte?. — pregunto y Lloyd solamente asintió —. Tranquilo, va a estar bien.

Tras unos segundos el brazo de Lloyd estaba completamente bien. Lloyd agradeció profundamente mientras lo movió en círculos. Kai también le agradeció, y le prometió salir por un helado. __________ aunque aceptó no pudo evitar reírse, sin duda en ese navío no había duda en qué no necesitaran aunque sea un poco de su ayuda. En todo momento ellos podrían lastimarse, o incluso llegar al filo de la muerte y para eso estaba ella, si no podía pelear pues entonces les cubriría la espalda para que así puedan seguir luchando.
La castaña entonces después de un rato empezó con sus tareas, está vez le tocaba sacudir los cuartos y el pequeño invernadero que tenían. No pudo evitar sentir una extraña sensación en su pecho al ver la foto de una pareja; una joven de cabello negro largo y un joven castaño como ella de cabello quebrado y de enorme sonrisa, brillante como la de un joven divertido y alegre.
Esos sin duda, debían ser los dos jóvenes que habían tomado en el lugar de ella. Se había cansado de limpiar tantos cuadros llenos de recuerdos felices, era inevitable para ella a veces sentirse ajena o culpable. Al revisar más las fotografías encontró muchas más sorpresas como; la primera cita de aquellos dos, a Kai niño junto con una bebé en brazos, Zane junto a quien parecía ser su padre, otra más dónde estaba el junto a una joven de cabellos color plata, Lloyd junto a sus padres, incluso al Sensei Wu cuando era joven y por último una dónde salía todo el equipo. Sonrió al ver el serio rostro de Cole junto a Zane, parecía muy enojado, como si lo hubieran obligado a tomarse esa foto.

— Si ya acabaste, el sensei Wu necesita hablar contigo. — dijo Gaizka desde la entrada de la habitación, asustandola.

— ¿Podría preguntarte algo. — este asintió —. Por qué no hay fotos tuyas aquí?.

— Por qué no me gustan, pese a que llevo años aquí me desagrada la idea de verme ahí. — dijo seriamente —. Solamente cumplo con mi trabajo y nada más.

— Seguramente tú padre también quiere una foto contigo. — dijo caminando hasta la salida —. Son recuerdos que no se borran.

— El fuego las borra. — respondió —. Y en memoria no lo hará a menos que yo muera.