La hija del jefe

62 5 0
                                    

En una tarde de sábado, Tony Montana se encontraba liderando una reunión en su despacho con sus socios mas cercanos, con el fin de hablar de sus negocios ilícitos. El ambiente se encontraba cargado de seriedad y todos escuchaban atentamente a su jefe, quien con su característico porte y seguridad, lideraba en la habitación.

En un momento inesperado, la puerta entreabierta y mal cerrada dejó pasar a la pequeña Vivian. La pequeña, de apenas dos años, entró con pasos apresurados al despacho y, caminando entre los hombres, se dirigió directamente hacia el escritorio de su papi, sin tener la menor idea de que estaba interrumpiendo una reunión importante.

- ¡Papi! - saludó emocionada la pequeña a su progenitor, cuando por fin estuvo a su lado.

- Hola, mi niña hermosa - le respondió Tony en voz baja y con una sonrisa. La reunión se estaba tornando algo pesada, pero la llegada de su niña lo animó un poco. - Ahora no puedo jugar, mi amor. Papi está trabajando. Vuelve con mami, ¿si?

La pequeña, sin embargo, no se marchó.

- ¡Sube! ¡Sube! - le pidió con emoción a su padre, extendiendo ambas manitos hacia él.

Tony sabía que lo que su hija quería era que la tomara en brazos. A pesar de que se encontraba frente a sus socios y debía mostrar seriedad y firmeza, Tony no pudo resistirlo y cumplió el deseo de Vivian. Con cuidado, la cargó entre sus brazos y luego la sentó sobre sus piernas. La niña no podía sentirse mas felíz, pues para ella siempre era un buen momento para estar junto a su adorado papi.

Sin embargo, justo en ese momento, Elvira entró apresurada al despacho.

- Buenas tardes a todos. Lamento por interrumpir - dijo Elvira en voz alta mientras pasaba entre los hombres uniformados y se dirigía hacia el gran escritorio.- Lo lamento mucho, Tony. Vivi se me volvió a escapar otra vez.

- Descuida, amor. No hay problema. Vivi está portándose bien, ¿no es así, mi princesa? - le respondió Tony, mientras veía a su niña con una sonrisa enorme.

- Me alegra oír eso. Bueno, es hora de que dejemos que papá trabaje - dijo Elvira ahora dirigiéndose dulcemente a Vivian. - Vamos, mi niña linda - se acercó a ambos extendiéndo sus brazos, con el fin de cargar a la pequeña.

Sin embargo, la niña abrazó a su padre por el cuello, aferrándose a él y negándose a ir con su madre. Al ver que Vivian no quería irse, Tony pensó que lo mejor sería que la niña se quedase junto a él, pues no quería que armara un escándalo frente a todos con su llanto y gritos que hacía cuando no conseguía lo que quería.

- Elvi, ¿por qué mejor no la dejas aquí conmigo?

- ¿Estás seguro, Tony? ¿Podrás hacer bien tu trabajo con ella aquí?

- Claro que sí, amor. Ella es una niña bien portada y no me causará problemas.

- Está bien, la dejaré aquí contigo - respondió Elvira a la vez que dejaba salir un suspiro. - Pero si por alguna razón ella causa problemas o comienza a llorar, sólo llámame y me la llevaré a su habitación, ¿de acuerdo?

- De acuerdo - dijo Tony, completamente convencido de sus palabras.

- Bien. Sigan con su reunión, señores. Y una vez más, lamento interrumpir - dijo Elvira mientras se volteaba y luego se dirigía hacia la salida del despacho, logrando así que la reunión continúe.

Durante todo el tiempo que duró la reunión, Vivian se la pasó sentada sobre las piernas de Tony, jugando alegremente con su conejito de peluche favorito, haciéndolo "saltar" en el escritorio y cantando canciones, mientras que Tony seguía hablando y discutiendo asuntos sobre sus negocios. Para todos los hombres allí presentes, la imagen frente a ellos era muy contrastante: el imponente narcotraficante Tony Montana y la pequeña Vivian, su amada hija y futura heredera de todo su imperio criminal. Aún les era algo difícil de asimilar, pues la niña tenía muchas mas similitudes físicas con su madre y no tanto con su padre, y sumado al hecho de que no muchas veces habían podido verla, solo aumentaba aún más la curiosidad que sentían por ella.

En mas de una ocasión, todos en secreto habían dudado y hasta bromeado sobre la paternidad de Tony. Muchos se preguntaban si realmente esa pequeña era realmente su hija, y no era el fruto de una infidelidad por parte de Elvira. Sin embargo, lo que ocurrió a continuación, los liberó de toda duda existente.

Aunque no lo pareciera, mas de una vez Vivian se detuvo de su momento de juegos y observó detenidamente a su padre. Con sus ojitos curiosos, lo observaba hablar con determinación y firmeza en su voz, mientras daba órdenes a sus socios y discutía con ellos.

En un momento, el despacho se sumió en un silencio, pues todos se habían callado y ahora comenzaban a anotar algunas cosas ya habladas en sus libretas, pero este silencio se desvaneció por Vivian.

Con firmeza en su adorable voz, la niña comenzó a "ordenar" y "regañar" a todos los socios de su padre, mientras los apuntaba con su dedito índice y repetía incesantemente puros balbuceos y palabras sin sentido. Esto los desconcertó, pues no se lo esperaban para nada. Sin poder contenerse mas, todos comenzaron a reírse, incluido Tony, quien luego besó las mejillas de su princesa.

Finalmente, antes de que el sol se ocultara, la reunión acabó. Uno por uno, todos comenzaron a despedirse del jefe con un apretón de manos. Tony, de pie en frente de su escritorio y sosteniendo a Vivian con un brazo, correspondía a cada uno de estos apretones con su mano contraria.

Antes de que todos se retiraran, uno de ellos se dirigió a Tony para hacerle una pregunta en son de broma.

- Oiga, jefe, ¿acaso ahora la pequeña Vivian se volverá una "socia"? ¿Vendrá a todas las reuniones a partir de ahora?

- Aún no estoy seguro, amigo. Pero quien sabe, tal vez cuando crezca sí forme parte de nuestro mundo - le respondió Tony, siguiendo la broma. - Aquí entre nos, ésta niña tiene una capacidad increíble para manipular a los demás y conseguir siempre lo que quiere. Algún día, nos tendría que enseñar cómo lo hace, ¿no crees? Nos serviría de mucha ayuda.

Dicho esto, no pudieron evitar reír, mientras que Vivian solo los veía con una sonrisa, sin poder entender de qué hablaban. Definitivamente, nadie olvidaría este día, en el que la hija del jefe, con tan solo dos años, "lideró" una reunión de negocios.







Hola, otra vez. Aquí Lucy con un nuevo capítulo.

Éste capítulo me dió mucha ternura escribirlo. Me gusta imaginar a Vivian pasando tiempo con su adorado papá, y a éste no pudiendo resistirse a cumplir con lo que ella desea. Ella es una niña muy tranquila que casi no causa problemas, pero de vez en cuando hace berrinches si no consigue lo que quiere. Y en el futuro, lo mas probable es que si siga los pasos de su padre en el mundo criminal.

Espero que les haya gustado esta historia. Gracias por leer hasta el final. Si les gustó, no olviden dejar su estrellita ☆

Scarface - One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora