18 Planteo

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Llegamos a una pista de carreras, dónde nos recibe nada más y nada menos que Úrsula, me acerco a saludarla con una enorme sonrisa y un abrazo, que bien me cae esta mujer.

—¿Entonces que hacemos aquí?

—Bueno le vengo a demostrar a esta inculta de la velocidad de mi amiga, lo que se siente correr un verdadero auto deportivo.

En la pista hay dos BMW y por supuesto dos Ferraris rojos, más un grupo de hombres que se mantienen al márgen de cada equipo, pero claro que cada uno ve el auto de la otra.

—Una vuelta completa en cada auto y cada una dará su veredicto —se acerca y me susurra al oído tomándome de atrás desde la cintura—, luego corres tú conmigo en mis autos. Primero irás con Úrsula en su auto —hace cara de asco y luego te subirás conmigo a un auténtico Ferrari.

Me monto el auto con Úrsula, ella me sonríe, juro que si algún día le colocan un apodo será sonriente, ilumina todo con un gesto tan simple. Nos abrochamos los cinturones, ellas colocan los autos par a par, un tipo da la señal y los autos rechinan sus ruedas en el asfalto. Úrsula maneja con confianza sabe hasta dónde le ajusta la tira a su auto, toma curvas y contra curvas con algo de ventaja, sabe leer su coche, pero Giovanna no se queda atrás y le pisa los talones hasta que logra pasarla.

—Sé que te lo dije, pero de verdad se ve feliz contigo ¿Ya sabés que sientes por ella? —toma una curva y me zarandea mientras trato de agarrarme a lo que sea.

—Me gusta y creo que la quiero —ella sonríe—, pero soy realista está casada y no dejará a su marido o saldrá a la luz, soy solo una prostituta.

—No eres solo eso —suspira.

—¿Crees que dejará a su marido y se expondrá para decir que tiene a su lado a una mujer que era su prostituta? —suspiro— soy realista nada más. Tú eres su amiga, dime ¿Ella haría algo cómo eso?

—Te sorprendería lo que la gente llega a hacer por amor.

—Ella no me ama Úrsula —digo eso tragando en seco—. Aparte esto solo será por 3 meses más, es lo que dura mi contato de trabajo.

Llegamos a la meta, Úrsula baja y me pide que me pase a piloto dándole la excusa a Giovanna de que tengo que conocer la pista antes de manejar el Ferrari, sin dejarla objetar se sube y me pide que arranque.

—Ve despacio y escucha bien lo que voy a decirte —la miro— ojos en el camino. Ella tiene que decirte el acuerdo que tiene con su marido, pero te aseguro que él no la ha tocado y que ella no es de solicitar éstos servicios, créeme eres la primera con la que tiene encuentros íntimos, Giovanna es algo... ella es particular y le cuesta conectar con alguien a nivel íntimo.

—En la aplicación tiene una antigüedad de más de un año.

—Y te prometo que eres con la primera que tiene intimidad. Solo ha tenido algunas parejas con las que estaba en secreto —suspira y me mira—. No sé cómo será contigo, no sé que pase en el futuro, pero ten por seguro Griselda, que no eres solo alguien con quién está por que te pague, ella no se involucra, ni se acuesta con alguien si no hay sentimientos de por medio —Vemos a Giovanna apoyada sobre el Ferrari de brazos cruzados cada vez más cerca—. Qué esto quede entre nosotras, por favor.

—Está bien.

Estaciono, bajamos del auto, nos subimos a los Ferraris este vez me toca acompañar a Giovanna, en la salida por el trecho recto ella me toma la mano y me sonríe. Luego es mi turno de manejar el Ferrari con ella de copiloto. Es una tarde bastante entretenida, Úrsula nos acompaña a almorzar, debajo de la mesa la rubia me da caricias fugaces en la mano y la pierna, me siento tan cómoda con ella,  que ni siquiera nos damos cuenta del tiempo que ha pasado hasta que vemos la hora.

Un oscuro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora