BeomGyu se había imaginado un pequeño hostal u hotel como los que ya había frecuentado en la playa con anterioridad. Jamás, en sus sueños imposibles, se habría visto en una suit de semejantes dimensiones y comodidades innecesarias.
La gran pared de ventanales del piso 12 donde estaban mostraba la línea del horizonte demasiado lejana y brillante al atardecer. Mas la belleza seguía allí.
-Pues ya estamos aquí. -Escuchó a su espalda, girando a ver a su mayor, de pie junto a la cama y analizando las notables diferencias en sus maletas. TaeHyun tenía una maleta negra con ruedas y cromada, lo suyo realmente era su vieja mochila de instituto con rozaduras, escritos a bolígrafo y llena a revisar de ropa.
-Ven, por favor. -El pedido calmado del Omega lo condujo en suaves oleajes hacia él. -Quiero que dejes de sobrepensar las cosas. -TaeHyun se maldijo por ser tan transparente para el muchacho. -Mira el mar. ¿Ves donde el agua toca el cielo?
-Eso realmente no pasa, es cuestión de la falsa percepción... -Un suave beso, en el que el menor se puso de puntillas, le hizo callar.
-Eso que dices tú es lo que todo el mundo sabe, lo verídico, pero el ojo humano y alegre puede ver más allá de lo estipulado. -El pecho de TaeHyun de hinchó con ansiedad, comprensión en sus palabras. La sabiduría oculta en BeomGyu fue una ráfaga de aire nuevo a su ser. -Allí, yo veo como el cielo, imposible de llegar a tierra, besa el mar con pasión, aún si este es imposible que alcance el cielo. -Volvió a verlo, sus manos pálidas y frías dejando caricias a los hombros y clavicular enfundadas en traje y camisa. -Como nosotros.
-Nosotros. -Repitió conmovido. BeomGyu murmuró asintiendo y desnudó sus hombros de la chaqueta de traje. Acto seguido retiró su propia camiseta quedando desnudo de cintura para arriba. Cuando TaeHyun no se inmutó, ni si quiera dejando de ver sus ojos cálidos, comenzó a desprender los botones de su blanca camisa.
-Soy un Omega, joven, doce años menor que tú, algo loco, tal vez una perra loca... -Se interrumpió el mismo con una risa ahogada. -Mis ropas son enormes y esconden mi figura delgada, amo ir en skate, cantar y tocar la guitarra en mi banda, bailar sin coordinación solo por disfrutar una canción, aún no tengo claro qué quiero ser en la vida porque temo perder alguna afición o hobby si lo convierto en mi trabajo... -Con una ademán de mano instó al mayor a que hablara, a que siguiera su discurso.
-Soy un Alfa, adulto, doche años mayor que tú, serio, algunos dicen frío y distante. -BeomGyu no dudó en sonreír complacido porque le siguiera hablando. -Hubo un tiempo en que fui diferente, pero mis ropas son trajes de alta costura, oscuros. Tengo un hijo por el que daría mi vida y odio a la madre de él por haberlo abandonado, a él, no a mí. Acepté el trabajo que debía tener por no amargar mi hobby y terminó en el olvido por las mismas razones.
-Pero.. -Susurró BeomGyu cuando TaeHyun hubo acabado. Sus ágiles manos treparon desde el abdomen marcado del mayor hasta su pecho y cuello. Una de sus manos abarcaba el acelerado latir de su corazón y la otra el pulso en la glándula de aroma en su cuello. -A fin de cuentas, depende de los ojos que lo miren, dos personas tan diferentes pueden colisionar y ser bellamente mágicas juntas. -Los dedos de sus pies, descalzos, se alzaron sobre las puntas de los zapatos de charol del mayor. Sus labios rosados y finos rozaron los contrarios que exhalaron con gusto. -Podemos ser nuestra propia versión del cielo y el amar amándose, Tae.
El rugido que nació desde su pecho hasta su garganta, rebotó por toda la habitación. Al fin, escuchando la sabiduría en BeomGyu, TaeHyun se sintió el de nuevo y se dejó ir, se dejó ser. Atacó la boca del Omega como si de ella pudiera respirar, coml si fuera el elixir de la vida que había perdido bajo mantos falsos de ignorancia y frialdad.
El menor correspondió sin duda, temblando y gimiendo agudo cuando lo alzó en sus brazos con facilidad. Fue lanzado a la cama sin contemplaciones, nada de delicadeza, solo deseo en sus iris y respirar. La habitación comenzó a llenarse de sus hormonas cargadas en lujuria. El yogur de melocotón se podía degustar en sus papilas si respiraba profundo por sus bocas.
ESTÁS LEYENDO
El jefe de mi sobrina (TaeGyu ~ Kang TaeHyun y Choi BeomGyu)
FanficKim BeomGyu nació de forma atroz y dolorosa, a su vez, siendo la mayor felicidad para su familia. BeomGyu había resultado ser la mezcla perfecta entre la agonía y manías de su papi SeokJin y el desinterés y persistencia de su papá TaeHyung. Por otro...