Kim BeomGyu nació de forma atroz y dolorosa, a su vez, siendo la mayor felicidad para su familia.
BeomGyu había resultado ser la mezcla perfecta entre la agonía y manías de su papi SeokJin y el desinterés y persistencia de su papá TaeHyung. Por otro...
A la salida del hotel, con el planteamiento de tener que volver a casa, TaeHyun se vio atrapado en una extraña situación. Una rara ocasión en la que se debatía entre reír o enfadarse pues BeomGyu se había vuelto a encontrar con su amigo y eso llevaba a que YeonJun estuviera allí también.
Los Omegas se habían alejado a la cafetería del lugar, ambos Alfas se quedaron en silencio uno al lado del otro. De hecho, el plan de TaeHyun, era no hablar con el que fue su mejor amigo en la infancia y adolescencia; pero YeonJun no tenía esos planes.
-Conocí a ChangBin por el concurso de bandas. -TaeHyun ni si quiera lo miró. YeonJun lo tomó como una invitación a continuar pues, en los últimos años, su mejor amigo tenía la mala costumbre de interrumpirlo para mandarlo callar o marcharse y dejarle hablando solo. -Su banda va a participar este año y él fue quien los inscribió. Realmente tienen talento y creo que podrían ser los ganadores de este año.
Choi YeonJun había sido como el hermano que nunca había tenido. Ambos siendo hijos únicos, vecinos y con el estatus social idéntico, parecían haber sido concretados para ser inseparables. Misma guardería, mismo colegio, mismo instituto y misma universidad. Mismos amigos, mismos gustos, misma banda, diferentes padres.
Mientras que TaeHyun se vio obligado, por las represalias de sus actos y familiares, a tomar la empresa familiar de abogacía; YeonJun podía escoger su futuro. Sí, YeonJun era abogado también, de hecho trabajaba en la planta inferior a TaeHyun, pero su campo era mucho más diferente y divertido. El área de YeonJun era la que un día ambos amigos adolescentes soñaron. YeonJun era abogado y consejero legal de artistas, tenía su propio bufete y era muy respetado en el país y en el ámbito artístico. En cambio, viendo que su amigo sí lo logro, TaeHyun tuvo que quedarse con los casos aburridos de divorcio y testamentos.
YeonJun, que estuvo a su lado en cada momento, incluso siendo la segunda persona que tomó a SeungMin en brazos después de él mismo, se cansó de tocar su timbre y de que no le respondiera. La depresión había convertido al cantante guitarrista, soñador y divertido, risueño e irónico, Kang TaeHyun en un trabajador amargado, padre preocupado por el estado de su cachorro y frío hombre en general.
Ante el silencio prolongado, YeonJun, suspiró pesado. Lo echaba de menos, a su TaeHyun, y seguía esperando el día en que volviera a él.
Risas escandalosas, agudas y altas, resonaron desde el pasillo. Ambos amigos Omegas venían tropezando con sus propios pies y se detenían de golpe para reír más alto. Se señalaban, trataban de hablar, y volvían a romper en carcajadas.
El brillo en los ojos de BeomGyu, simplemente en él, desde el día anterior lo tenían encandilado. Por la Luna como adoraba a su Omega.
-Me alegro de que hayas conocido al fin a alguien bueno, Gyu te podrá hacer muy feliz. -La declaración de YeonJun hizo a TaeHyun verlo de golpe. -Binnie habla mucho de él. -Explicó. -De lo fuerte, raro y especial que es. -Finalmente asintió, no pudiendo evitar responder con orgullo pues, ese Omega que describía como perfecto YeonJun, era suyo.
-Nunca creí que existiría alguien así para mí, no creía que fuera real eso de que hay un alma destinada a la tuya seas quien seas. -La gran sonrisa de YeonJun le removió las tripas, aún si tenía más arrugas y las facciones más masculinas y adultas, ante él estaba su Hyung Junnie. -Fue él quien me dio la fuerza y el consejo que me cambió la vida. Fue él quien conocí aquella noche.
YeonJun abrió su boca sorprendido siendo conocedor de la historia, queriendo responder tan solo la palabra "destino" y siendo imposible por la llegada de los menores.
-Ya tengo el café, cielo. -Canturreó BeomGyu, dejándose caer, como derritiéndose, en los brazos de su novio. -¿Nos vamos?
-Sí. -Los labios, que de forma mágica habían dejado de ser fríos y comenzado a ser cálidos de TaeHyun, besaron su frente con un aire puro de protección. -¿Vosotros os vais también?
-Queremos ir a comer a un restaurante que hay de camino, volveremos esta tarde. -Informó YeonJun con ChangBin apretando su mejilla mullida contra su pecho.
-Nos vemos esta noche, Binnie. -Se despidió BeomGyu al besar a su amigo.
-Adiós, chicos.
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-¿Y si te ven? -Preguntó TaeHyun en el asiento de conductor.
-Estoy escondido. -Rodó sus ojos BeomGyu desde su posición totalmente tumbada en el asiento de copiloto. -Tú solo ve a por MinMin, quiero verlo y llenarle de amor.
La petición tan sincera y empalagosa le hizo obedecer al instante. Si alguien le viera, alguien de su presente, crería que ha perdido la razón por la constante estampa sonriente de su rostro. Si, por el contrario, fuera alguien de su pasado, creería que no había cambiado en absoluto.
Al cabo de unos segundos, la puerta abierta de la casa, TaeHyun recibía a SeungMin en sus brazos de los de YeJi.
-Gracias por cuidar de él. -Le tendió el dinero acortado.
-No ha sido complicado, pero he de aceptar que ha sido gracias a mi papi. -Jimin, un Omega lindo y peculiar con tatuajes y pendientes de más, se acercó a saludarlo también. Un psicólogo no debía verse así, al menos eso pensó TaeHyun, hasta que observó a su pequeño decirle adiós con la mano y una sonrisa al mayor.
-Gracias de nuevo. -Hizo una reverencia, marchando hacia el coche y siendo detenido por la voz de JiMin. -Dígame. -Pidió viendo a la antigua niñera de su hijo adentrarse en su casa y pegarle un puñetazo al que parecía ser su padre Alfa. Desde su lejanía pudo ver al padre, el hermano de BeomGyu, lloriquear mientras su hija reía a carcajadas de él antes de abrazarlo.
-Agradece que haya salido yo y no mi marido. -TaeHyun arrugó su ceño confuso ante la amenaza. -Él aún no te perdona que hicieras llorar a nuestra hija cuando la despediste y, créeme, no se tomará bien que andes follándote a su hermano pequeño. -Un rojo furioso adornó desde el cuello hasta las orejas del Alfa. -Ahí donde lo ves, todo medio tonto e inocente, puede ser tu mayor aliado o tu peor enemigo cuando se trata de cuidar de los suyos.
TaeHyun volvió a mirar hacia el interior de la casa. Ahora, JungKook, tenía a YeJi colgada bocabajo de su hombro y la chica parecía no poder liberarse de su agarre.
-No tengo malas intenciones hacia BeomGyu. -Declaró sincero.
-No he dicho eso, hay veces que hacemos daño sin querer.
