Kim BeomGyu nació de forma atroz y dolorosa, a su vez, siendo la mayor felicidad para su familia.
BeomGyu había resultado ser la mezcla perfecta entre la agonía y manías de su papi SeokJin y el desinterés y persistencia de su papá TaeHyung. Por otro...
El siguiente capítulo contiene lo ocurrido en la adolescencia de ambos protagonistas. Es un breve vistazo al pasado en donde vamos a mostrar dónde y cómo se conocieron.
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Había estado toda el día lloviendo, como decían los melancólicos, poniéndose el tiempo de acuerdo con su estado de ánimo. Así pues, la humedad que quedaba en el aire, hacía que la noche fuera mucho más fría.
-¿Dónde vas? -YeonJun tomó el brazo de su mejor amigo, su compañero de batalla y el único que entendía sus locuras.
-Quiero algo se aire. -El mayor elevó una ceja con burla y eso le hizo reír. -Vale, quiero fumar. -YeonJun asintió ahora convencido de su excusa y lo dejó ir tras darle un apretón cariñoso a su hombro.
-Al fin lo hemos conseguido, no sobrepienses las cosas.
Aquello era fácil decirlo, tan fácil e inútil como el decirle a alguien con ansiedad y depresión que se animara. Kang TaeHyun no tenía depresión, ni ansiedad, pero su mundo perfecto había alcanzado la cúspide de la felicidad y de la desdicha el mismo día. Cumplir veintisiete años, ganar la guerra de bandas por la que llevas esforzándote años y enteraste de que vas a ser padre no debería sentirse tan contradictorio.
Al salir a la calle se auto maldijo por llevar esos pantalones llenos de roturas en sus muslos, el viento era helado. Aún así prendió el cigarrillo, inhalando profundo de él y haciendo anillos de humo sobre su cabeza al inclinarla hacia atrás. El golpe de la puerta del local, donde se había celebrado la guerra de bandas, chocando contra la pared de ladrillos le hizo ver a su lado.
Un pequeño cuerpo, demasiado delgado, se tambaleaba aún si se agarraba a la pared. TaeHyun lo vio lentamente dejarse caer al suelo para sentarse y abrigarse bajo la enorme sudadera.
-Hey, ¿estás bien? -Preguntó analizando el rostro juvenil. Aquel chico no era más que un adolescente. -¿Estás solo?
-Mis amigos están dentro, yo he salido a tomar el aire. -BeomGyu respondió sin verlo.
-¿Quieres que te traiga agua o algo? -Negó de nuevo el menor a la pregunta del Alfa. TaeHyun, que aún no podía ver bien el rostro del menor, se apoyó en la pared de pie junto a él de forma desinteresada. Un grupo de Alfas, bastante borrachos también, habían salido del local riendo a fuertes carcajadas y pareciendo buscar al Omega embrigado. Bastó una simple mirada filosa y helada de su parte para que volvieran dentro del bar.
-¿Si te pido lo que quiero me lo conseguirás? -La pregunta repentina del chico en el suelo le hizo verlo desde su altura. -Quiero dejar de ser yo. -Susurró tam bajo, que si no fuera por el silencio de la noche, no le habria escuchado. -Quiero ganarme el afecto de la gente siendo yo y no por ser yo. -Alzó la vista hacia él, el rojo reinana en sus ojos denotando el nivel de alcohol en sangre. -¿Puedes conseguir eso? -Negó para sí mismo y bajo de vuelta su cabeza hacia su pecho derrotado. -Ni si quiera creo que me hayas entiendo.
