Respiré hondo varias veces para calmarme.
Gracias a Rosa, pudimos entrar sin activar ninguna alarma. Era un lugar espacioso, aunque debo mencionar que la entrada no estaba adaptada para mi silla de ruedas; Connor y Thomas tuvieron que ayudarme a pasar por la puerta. Hace unos meses, habría sentido una vergüenza terrible, pero hoy estaba realmente agradecida de tener a personas como ellos a mi lado.
La casa parecía sacada de uno de esos programas de renovación que tanto le gustaban a mi madre: contaba con una enorme isla de granito blanco, sillones grises y un diseño de concepto abierto que te permitía abarcar casi toda la planta baja con solo echar un vistazo. Una larga escalera conducía a la segunda planta. Era difícil imaginar para qué alguien que vivía solo necesitaría tanto espacio; además, daba la impresión de que realmente nadie residía allí.
—Tengo algo —anunció Rosa, ya acomodada en un sillón con una computadora que claramente no era la suya.
—¿Qué encontraste? —Connor se acercó a ella, mirando por encima de su hombro.
—¿Es la computadora de mi padre?
Thomas me ayudó a empujar la silla hacia ellos.
—Ajá. Estaba arriba, en una caja fuerte. Y sí, por si no lo sabías, trabaja para el FBI. La clave es Thomas1703..., parece que usó tu cumpleaños y muchos signos. Ah, y su verdadero nombre es...
—Das miedo.
—Espera, espera... —me froté las sienes—, ¿cómo es que puedes hacer todo eso si apenas y nos enseñan a usar Windows en la escuela?
Ella me miró, perpleja.
—Tuve que aprender a invertir mi tiempo en algo. No tengo amigos.
Sentí un poco de compasión por ella, aunque solo por un instante. ¿Qué hace una persona tan sola como Rosa? ¿Dedicarse a hurgar en la vida de los demás? Me recorrió un escalofrío; era brillante y aterradora a la vez.
—¿Puedes ver alguna carpeta reciente? —preguntó Thomas, sin parecer preocupado por lo que Rosa pudiera descubrir. ¿Sabía que su padre trabajaba para el FBI?
Ella asintió, sumergiéndose de nuevo en la pantalla de la computadora.
—Parece que le han seguido la pista a una serie de robos en Saugatuck...
—Hubo varios robos —asintió Connor—. Recuerdo que al vecino de Thomas y a mis vecinos les robaron.
—¿Qué robaron? —Yo no había escuchado nada sobre esto.
—Nada.
—¿Qué tipo de ladrón entra a una casa solo para no llevarse nada?
—Tal vez eso es lo que les llama la atención —sugirió Rosa—. Parece que descartaron a la mafia rusa en el asesinato del presidente.
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Lo que prometimos (ONC 2024)
Teen FictionAlgunas promesas, especialmente aquellas hechas en los momentos más difíciles, pueden ser el puente hacia un nuevo amor. ✨✨✨✨✨✨✨ Penélope, una adolescente de diecisiete años, se encuentra confinada a una silla de ruedas después de un devastador acc...