EMILY
Hay cosas para las cuales no estamos preparados, pero que tenemos que afrontar. Si hace dos años atrás me hubiesen dicho que vería a Sebastián en su fase de padre, me hubiese reído mucho, pensando en lo absurdo de aquellas palabras.
Pero, ahora dos años después aquí está, siendo padre de nuestro hijo.
“Nuestro” aquella palabra taladra en lo profundo de mí, robándome algunos cuantos suspiros al pensar que Andreu ya no es solo mío, sino de ambos. Su amor ya no será solamente para mí, sino que ahora estará su padre para compartirlos.
Una semana ha pasado desde que lo conoció, una semana la cuál ha cancelado todo lo que tenía que hacer para no perder tiempo a su lado. En esta semana pude hacer muchas cosas en mí trabajo, ya que me siento confiada al dejarlo solo con él, sé que lo está haciendo increíble.
—¿Entonces todo bien? —pregunta Rachel dejando el trapeador en el baño.
Asiento con la cabeza, confirmando que todo está bien. Termino de guardar todo en mi bolso para empezar a caminar a la salida.
—Vamos por algo para beber —invito dejando la puerta abierta para que ella salga primero.
No necesito una respuesta de su parte, con su sola sonrisa me confirma todo.
Cierro la puerta al salir pasando llave. Comenzamos a caminar sin decir alguna palabra, cada una se ensimisma en sus celulares. Noto otro mensaje de un número desconocido, y suelto un largo suspiro al notar que es la misma amenaza de días atrás.
—¿Pasa algo? —pregunta Rachel tratando de mirar la pantalla de mi celular. Lo apago rápidamente y lo guardo.
—Un mensaje de Margaret, ya sabes que no está todavía confiada al cien con Sebastián —miento descaradamente forzando una sonrisa sobre mis labios.
Después que Sebastián conoció a Andreu, al siguiente día recibí una amenaza de muerte de un número desconocido. Me alarmé, pero no le dije a nadie, pensé tal vez que alguna loca obsesionada con Sebastián estaría jugándome una broma, y tenía que acostumbrarme a ello si él iba a estar cerca.
Pensé que solo sería en esa ocasión, pero siguieron, y siguieron llegando. Por una semana, todos los días a la misma hora, el mismo mensaje pero de diferentes números.
“Tic tac, tu hora de morir se acerca”
Sabía las consecuencias que tendría al volver a esta familia, pero solo era por mi hijo. Solo él es bienvenido en ella, yo solamente seré la mujer que puso su vientre para traer a la vida a un descendiente de la familia Fitcher.
—Ahora eres famosa —interrumpe Rachel ingresando a nuestro lugar habitual de tomar nuestras merengadas —.Estás en las revistas, noticieros. Dios tiene a sus favoritas.
—Eso no es ser favorita, es ser desafortunada en la vida —respondo simple tomando lugar en nuestra mesa.
Ya no hay necesidad de que venga el mesero a preguntar por nuestra orden, con una mirada y un asentamiento de cabeza ya sabe que es lo de siempre.
—Yo siendo tú aprovecharía todo esto.
—¿Y cómo por qué o para qué? —me recuesto mejor sobre la silla para mí comodidad.
—No lo sé, Em; tal vez para promocionar más tu negocio y obtener más ventas —expresa mirándome fijamente —Para lograr tener también un imperio como ellos —habla apresuradamente colocando sus manos bajo su mentón —.No sé, solo digo así que…
—Vale, entendí tu punto —le interrumpo acariciando mis sienes ante la repentina puntada en mi cabeza.
Cierro los ojos y comienzo a respirar más pausadamente, intentando calmar un poco el dolor. No es la primera vez que me da, pero si así de fuerte.
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Un invierno para recordar❄️ 2°
RomanceDos años han pasado, dos años de cambio después de aquella trágica despedida. Emily retomó su vida nuevamente, acompañada de muchos cambios positivos. Logrando sueños que siempre había anhelado y que ahora la vida se los está recompensado. Sebastián...