Capítulo veintiséis Larga vida al Rey.

3 2 12
                                    


Tu identidad es tu posesión más valiosa
Protégela a toda costa
Que tu alma libre esté,
Porque nunca es tarde para ser joven.


Mark.


Los cambios en Demon's Wood habían comenzado desde el segundo uno que me declararon oficialmente su Rey. Una semana había pasado desde mi coronación, y en todos esos días no había tenido información alguna de Mel.

Por un lado, así lo preferí, mi cabeza aun estaba muy confusa sobre qué pensar al respecto. Pero en esa semana que pasó logré calmar mis sentimientos y comprender que debía comenzar a confiar nuevamente y dejarme llevar por mi corazón una vez más, por lo que decidí llamarla aquel día.


¿Hola? —Se escuchó del otro lado del altavoz.

—Mel... Soy yo, Mark.

—¡Mark! Te extrañé... Disculpa si no te hablé todos estos días... Estuve muy atareada en la Manada y cuando llegaba a casa me sentía exhausta.

—Sí, te entiendo completamente... Aquí me pasó exactamente lo mismo, jeje...

—Oí algo como que el Rey Demonio había sido destituido hace unos días, ¿es eso cierto?, ¿sabes algo de eso?


No pude evitar reírme.


¿Qué? ¿Qué es tan gracioso? —Decía entre risas.

—Estás hablando con el nuevo Rey Demonio en Demon's Wood.

—¡¿QUEEEEEEEEEEEEÉ?!


Reí, definitivamente teníamos que vernos.


Dos años y medio después.


En tan solo dos años y seis meses, Demon's Wood se había convertido completamente, no permitiría nuevamente que mi gente pasase hambre o necesidad, me prometí ser el mejor Rey Demonio que este pueblo haya conocido, y esperaba estar cumpliéndolo.

Melina se había mudado conmigo al Palacio Real y ya estábamos comprometidos, con fecha de casamiento estipulada en dos meses cuando sucedió.

A mis 23 años, tenía que estar replanteándome como seguir adelante con mi vida por millonésima vez. Mi mente era absoluto caos y ya no sabía si quería seguir con vida.

Aquel fatídico dieciocho de noviembre fue mi fin.


—Amor, olvidé los planos para el nuevo puente de la Ciudad... —Dije entrando a mi nueva casa, lugar donde habíamos decidido mudarnos para estar lejos del bullicio continuo del Palacio. —¿Mel...?


Unos ruidos en la habitación principal llamaron mi atención. Esos eran...


¿Gemidos?


Negué con la cabeza, no podía ser, no ella, no aquí, no con él.

Un Lugar Llamado Demon's Wood: El Martirio de MarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora