Capitulo veinte: Estoy Loca.

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Melina.

Muerdo mi labio e intento no pensar más en aquella bestia que ha logrado apoderarse de mí y de todo lo que represento, pero me es imposible, él es parte de mí. Jamás lograré arrancarlo de mí, y nadie, ni siquiera Alex logrará hacer que deje de divagar en mi mente su recuerdo... Lo amo, ¡joder, si! Lo amo y nunca deje de hacerlo.

Y me odio por tal cosa.

—... ¿Mel? Mel abre la puerta, por favor. —Dice Alex, tras la puerta del baño. —Hablemos, amor...

—Alex, no tengo nada de qué hablar. Simplemente no tenía ganas de hacerlo, tu quisiste insistir, —Dije, abriendo la puerta, quedando frente a él. — y me hiciste enojar. Nada más.

—Pero... ¿Me perdonas?

—Claro que si, Ma- —Guardé silencio. —Alex.

—¿"Ma"? ¿Quién se te cruzó por la cabeza, pequeña tontita? —Interrogó, riendo.

Sólo reí con él. No le diría jamás quién se me había cruzado por la cabeza.

Debo estar loca, otra opción no me queda.

Mark.

Efectivamente, como creía, no logré dormir en toda la noche, los pensamientos fueron demasiados y no dieron tregua. Muchos recuerdos, demasiados, diría yo. Si supiese cuántos recuerdos borraron, sabría qué porcentaje recuperé anoche.
Pero si hay algo que puedo decir, y es que fue una noche terrible.

Traté de no pensar más en nada hasta que Raidamaru me invocara, pero cabe destacar que no fue posible.

¿Mark?

—Aquí estoy. —Contesté, ahogando un sollozo.

¿Listo?

—Cómo sea. Concéntrate y concentra tu energía en las palmas de tus manos.

Bien.

Tres horas después hemos terminado.
No ha avanzado mucho hoy, pero, ¿qué más puedo esperar? Es el primer entrenamiento. Sólo he conseguido que lograra formar una varilla de metal a base de su propia energía. Lo que falta para formar algo tan complejo como el cuerpo humano son años de entrenamiento. No estoy seguro de que tan buena idea haya sido ofrecerme a enseñarle el arte de la alquimia.

—Hubiera sido mejor buscar a alguien que sepa manejar la alquimia y pedirle que lo haga por ti. —Digo a la nada misma, pero sabiendo que logra escucharme con claridad.

¿No crees que pueda hacerlo?

—No es eso. Lograrás manejarlo. Pero, demonios, te falta tanto y yo tengo tan poca paciencia con respecto, justamente, este tema... No sé por cuanto tiempo pueda seguir con esto. No quiero esto.

Tu decidiste que era mejor idea meterte en mi cuerpo en vez de poseer el tuyo.

—Oh, wow, gracias, cerebrito.

Lo escucho reír.

Cálmate, solo bromeaba, fiera.

—Ahora me ofendí.

Vuelve a reír, a sabiendas de que bromeo.

Sigues siendo el mismo, detrás de toda esa mierda que te hicieron las brujas.

Y no sé por qué de repente ya no quiero hablar.

¿Mark?, ¿he dicho algo que no debía?

Y la verdad no lo sé, ¿ha dicho algo que no debía?

Mark, Dios. Definitivamente sigues siendo el mismo. Cuando algo no te gusta, simplemente guardas silencio esperando que la gente se canse de ti.

Novedad.

Mark, eres un adulto ahora, compórtate como tal, maldición.

Suerte con eso.

¡Mark!

—¿Por qué no te encargas de tu vida que bastante mierda tienes ya y me dejas a mi comportarme como un estúpido adolescente? Simplemente es algo de lo que no quiero hablar. Déjame en paz y vete a hacer tu vida, el entrenamiento acabó por hoy, haz tu vida y déjame "hacer la mía".

Melina.

Miro por enésima vez la pantalla del celular para confirmar que sólo han pasado 2 minutos de la última vez que lo vi. Bloqueo el celular y éste vibra.

Raida.😁
Hey, todo bien?.-17:22.

Yo.
Si, todo bien, y por allí? Cómo se ha comportado Mark?-17:23.

Raida.😁
Todo bien, Mark se comporta bastante bien... Weird.-17:23.

Yo.
 Algo debe estar planeando, el muy maldito.-17:25.

Y algo se enciende dentro de mí al recordar el sueño de aquella tarde.

—Maldición. —Mascullo, sonrojándome al recordarlo entrando y saliendo con furia de mí.

Raida.😁
No lo se... Es raro.-17:30.

Y no quiero dejarlo en visto. Pero lo hago. Rápidamente sus recuerdos vuelven a mi mente. El sonriendo, el enojado, el fingiendo llorar, sacando fotos, mirando el cielo, siendo simplemente... Él.

Mark.

Y, nuevamente, vuelvo a deshacerme en lágrimas al recordarlo y pensar en él; sin poder quitármelo de la cabeza. Escondo mi cabeza entre mis manos y sollozo un rato más, hasta quedarme profundamente dormida en la cama de aquel hotel a donde había terminado luego de discutir con Alex.

Al despertar, la luz que se filtraba por las rendijas de las persianas hizo que volviera a cerrar los ojos, pero al oír mi celular vibrar en la mesita de noche terminé de despertarme.

Número desconocido.
Hey, que tal?.-10:37.

Yo.

Disculpa, no te tengo agendado.-10:45.
Quién eres?.-10:45.

Número desconocido.
Me ofende que no tengas mi número agendado.-10:46.

Yo.
Voy a bloquearte.-10:46.

Número desconocido.
Oye no seas tan ruda 😯.-10:50.
Soy Jinx, te apetece vernos?-10:50.
Te extraño, no estás en la casa, por qué? 😢-10:51.

Yo.
Oh, hola Jinx! 😄.-10:53.
Mm... Discutimos.-10:53.
Y si! Me encantaría verte hoy. También te extraño 😧.-10:54.

Jinx😄
Deberían hablar tu y tu hermano 😐.-11:00.

Bien. Visto.

Levanté la vista y me asusté al ver su rostro nuevamente, frente a mí.

Mark.

Froté mis ojos, incrédula, pero al volver a ver, él no estaba ahí.

Estoy loca. Completamente loca.

-Maldición.

Un Lugar Llamado Demon's Wood: El Martirio de MarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora