Akk pasó diez minutos mirando la chaqueta negra perfectamente doblada sobre la cama. El día anterior no pudo quitarse la chaqueta por más que lo intento, el aroma de Ayan lo hacía sentir bien y mentiría si dijera que no paso gran parte de la tarde sonriendo. Incluso su tía le pregunto si tenía novia por la forma en la que sonreía. Akk ni siquiera recuerda la excusa que le dio a su madre cuando lo vio con ropa que no era suya.
Suspirando ruidosamente, Akk toma la chaqueta sobre la cama y la guarda dentro de su mochila antes de salir de la habitación.
En el corto camino a Suppalo, Akk se pregunta quién tomó el diario de Ayan y para qué. Akk quería el cuaderno porque creía que podría haber algo escrito acerca de lo que Ayan pretende hacer en Suppalo, pero no puede imaginar ninguna otra razón por la que otra persona querría el cuaderno.
El día no parece ser muy favorable y estaba bastante nublado. A Akk no le importa, le gustan los días lluviosos, tal vez no tanto la humedad, porque su cabello se esponja bastante, pero luego no tiene muchas quejas. El año pasado le había hecho un refugio a Singto para que no se mojara y no se preocupa por el cachorro.
La escuela estaba muy tranquila, Akk no sabe si es porque todavía es bastante temprano o es el clima.
El salón está literalmente vacío a excepción de Kan y Wat. Akk también puede ver la mochila de Namo al lado del asiento de Wat.
"Buenos días." saluda Akk mientras se sienta en su lugar. Ayan todavía no había llegado y normalmente, llega muy temprano, no antes que Akk pero si muy poco después.
Sus amigos devuelven el saludo y Akk solo se esfuerza en escuchar la conversación de sus amigos, pero no participa muy activamente.
Desde su cita con Ayan, Akk no podía sacarse de la cabeza todo lo sucedido y no ha sido capaz de borrar la fotografía. Lo intento durante una hora entera, pero al final se dio por vencido.
Tampoco podía olvidar la pelea, no fue su intención golpear a Ayan, pero sintió un miedo inexplicable cuando Ayan amenazó con contarle a todos acerca de la maldición.
"¿Akk?" llama Wat.
Akk parpadea y mira a sus amigos. ¿Qué le estaban diciendo?
"Lo siento, estaba pensando."
"¿En qué?" pregunta Kan, levantando una ceja. "¿En una chica?"
Akk no puede evitar hacer una mueca. ¿Por qué Kan siempre llega a esa conclusión?
"No, tonto", Akk pone los ojos en blanco y suspira. "Nada importante. ¿Qué decían?"
Kan y Wat se miran un segundo, pero luego deciden olvidarlo y le repiten la pregunta a Akk.
"¿Quieres venir a mi casa el sábado a dormir? Tengo un nuevo videojuego que tenemos que probar." dice Kan.
Oh, eso.
"Lo siento, no puedo. Tengo que estudiar." Akk niega con la cabeza. Kan resopla.
"¡Siempre es lo mismo, Akk!" se queja Kan, aunque no parece realmente enojado, solo decepcionado. "¿No puedes dejar de estudiar por cinco minutos y divertirte? Por algo sigues virgen."
"Una cosa no tiene nada que ver con la otra, tonto", Wat lo regaña y golpea a Kan en la cabeza. "Sales con nosotros una vez al menos y solo si tenemos suerte."
"Lo sé y lo siento, pero necesito estudiar."
Akk pasa sus fines de semana estudiando y sacrifica su tiempo con sus amigos por eso. Incluso si los profesores les explican un nuevo tema, Akk tiene la necesidad de estudiarlo por completo y comprenderlo, ¿qué pasaría si Akk no tiene el suficiente conocimiento para responder correctamente si un profesor pregunta? No, Akk no iba a arriesgarse.
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Rises the moon.
RandomAyan se transfiere a la escuela Suppalo y conoce a Akk, el prefecto principal y supuesta maldición de la escuela. No parecen tener una buena relación de inmediato, pero su interés mutuo es claro. Si bien su relación con Akk parece estar mejorando, s...