Ray despierta abruptamente y se queda mirando la ventana abierta por unos minutos con la mirada pérdida. Suspirando, se levanta e ignora el estremecimiento en su cuerpo cuando el viento frío de la mañana lo golpea. Cierra la ventana y bostezando, camina a paso torpe hasta baño para poder orinar y lavarse los dientes.
Su habitación es un desastre. Su madre había revuelto todo de arriba abajo y luego tuvieron una pelea, así que ninguno de los dos se había preocupado por ordenar la habitación. Lo hará más tarde. Casi tropieza con el edredón en el suelo, si lo hubiera hecho, Ray no sabe si lo hubiera tirado por la ventana o tendría la necesidad desesperada de dejar todo brillando.
Rascando su cadera con la camisa del pijama levantada, camina hacia la habitación del frente y entra sin tocar. Ayan sigue durmiendo, obviamente. Su hermano menor no es una persona mañanera.
Ray desactiva la quinta alarma en el celular de Ayan, que por supuesto, no escucho ninguna y se sienta en el borde de la cama para mover a Ayan. Cuando eran niños, Ray siempre tenía el trabajo de despertar a Ayan, pero casi siempre se quedaba dormido sentado, parado o directamente se metía en la cama con su hermano. Ahora Ray tiene bastantes problemas para conciliar el sueño, pero siempre logra despertarse alrededor de las cinco de la mañana, sin excepciones.
"Aye, levántate." bosteza Ray.
Ayan gime y empuja el brazo de Ray, abrazando la almohada con más fuerza.
Ray no diría que es una persona hipócrita, pero no le gusta que Ayan falte a la escuela, su hermano todavía tiene un futuro por delante. A él simplemente dejo de importarle si pasaba sus clases o no.
"Me duele todo el cuerpo", se queja Ayan, sin abrir los ojos. "Akk fue muy duro conmigo ayer."
Ray levanta una ceja y mirando más de cerca, es cierto. Ayan tenía un moretón en el biceps y su hermano adora demasiado estudiar, no faltaría sino se sintiera mal. Además, si Ayan nunca faltaba en Parot, menos lo hará ahora que está obsesionado con saber qué le hizo Suppalo a su tío.
"Bien, quédate."
Ray se levanta de la cama y se acerca a la puerta, pero escucha a Ayan removerse en la cama.
"Ray", llama Ayan, bostezando. "Tengo que entregar mi tarea de inglés, ¿puedes llevarlo, por favor?"
"Hmm..."
Ray busca la mochila de Ayan y mira el uniforme doblado sobre el escritorio. Quería despejar su mente con algo y no planeaba ir a su propia escuela hoy.
Encogiéndose de hombros, Ray toma el uniforme también. Encima del escritorio, también había una planilla con fechas importantes, como exámenes y Ayan tenía un examen de química ese día. Bien, ya tiene una excusa para cuando Ayan pregunté por qué se hizo pasar por él.
Ray regresa a su habitación para guardar el uniforme de Ayan en la mochila de su hermano y busca la tarea de inglés para guardarla en su propia mochila. Lanza la mochila de Ayan por la ventana y después de ponerse el uniforme de Parot, baja las escaleras para encontrarse a su madre en la cocina.
"Buenos días, amor", saluda Phiao, sirviendo el desayuno. "¿Cómo dormiste?"
Ray lanza una mirada juzgadora en la dirección de su madre y se sienta en la mesa.
"Aye no se siente bien hoy, no irá a la escuela."
Phiao sonríe tensamente y se sienta frente a Ray.
"Está bien, iré a verlo más tarde. ¿Cómo te sientes?"
Phiao acerca su mano hasta la mano de Ray sobre la mesa, pero él la aparta. Ray no piensa en la tristeza reflejada en el rostro de su madre.
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Rises the moon.
RandomAyan se transfiere a la escuela Suppalo y conoce a Akk, el prefecto principal y supuesta maldición de la escuela. No parecen tener una buena relación de inmediato, pero su interés mutuo es claro. Si bien su relación con Akk parece estar mejorando, s...