Capítulo dieciocho.

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Decir que Akk está preocupado es quedarse muy corto. Nunca había visto a Ayan así antes, se veía pálido, cansado y enfermizo.

Ver a Ayan llorar mientras tenía un ataque de pánico fue tan horrible y desgarrador. Akk nunca tuvo tantas ganas de abrazar y besar a alguien para darle consuelo, pero mantiene la distancia.

Manejar hasta la casa de Ayan se siente tan abrumador y el camino se le hace eterno. ¿Hay alguien en su casa siquiera? Si Ray había ido a clases, todavía tenía toda la mañana fuera de casa, su madre probablemente esté trabajando y Akk no quiere dejarlo solo.

¿Ayan ha pasado días enfermo solo antes? Sabe que Ray está ahí, pero al mismo tiempo no. No sabe exactamente cómo es la relación entre ambos, pero no es tan buena, aún así Akk sabe que los hermanos se aman y estarán para el otro cuando lo necesiten. Al menos puede tener la certeza de eso.

Akk estaciona el auto en el garaje y se toma un momento para calmar sus nervios antes de bajar.

Ayan está dormido cuando Akk abre la puerta y lamentablemente no tiene la suficiente fuerza para cargarlo y llevarlo adentro sin despertarlo.

"Ya llegamos, shortsport." Akk susurra y mueve suavemente a Ayan.

Ayan no despierta de inmediato, le lleva varios intentos y cuando lo hace, Akk se arrepiente. Los ojos de Ayan estan tan cansados e hinchados que es doloroso de ver.

"Levántate con cuidado."

Akk lo ayuda a levantarse y sujeta a Ayan nuevamente por la cintura para llevarlo dentro. Akk batalla un poco cuando busca las llaves de la casa de Ayan, pero nada tan difícil.

El problema llega cuando ve las escaleras.

Akk cree que estuvieron unos buenos diez minutos intentando subir las escaleras, pero al menos lo consiguen.

Con cuidado, Akk lo ayuda a sentarse en la cama y siente un peso menos sobre sus hombros.

"¿Otra vez solo en casa?" pregunta Akk, incluso si ya sabe la respuesta.

"Hmm... Mi Madre está fuera trabajando," Ayan asiente levemente con la cabeza. "Mis padres se divorciaron cuando éramos jóvenes. No recuerdo nada de mi padre. Vivo con mi Madre, Ray y mí tío desde pequeño."

Akk se siente feliz de saber que Ayan no recuerda absolutamente nada de su padre; Ayan no recuerda el odio que ese hombre le tenía a sus hijos y solo puede sentir náuseas, porque Ray lo hace, Ray recuerda cada palabra horrible que salió de la boca de ese hombre y lo que fue vivir con él.

Ray protegió a Ayan con tal de que su hermano pequeño no tuviera una mala infancia. ¿Qué tan mal lo paso Ray realmente con ese hombre? ¿Cuántas cosas Ray se guarda para sí mismo?

"¿Puedes darme un baño de esponja?" Ayan cambia de tema repentinamente y Akk no sabe si sentirse aliviado o no. Al menos puede dejar de pensar un poco en el infierno que pasó Ray.

"No. Es tu cuerpo, puedes hacerlo tú mismo. Además, ya te ves un poco mejor," Akk se niega de inmediato. Si se apresura, tal vez pueda llegar a su segunda clase del día. Dios, el maestro Chadok iba a regañarlo muchísimo por faltar a la escuela. Akk nunca había faltado antes. "No tengo razones para hacer eso por ti. Fui lo suficientemente amable como para traerte a casa."

Akk está siendo muy duro, lo sabe y no le gusta, pero ¿qué más puede hacer? Preocuparse demasiado por Ayan tal vez haga que le dé la razón al otro chico acerca de sus sentimientos.

Ayan no responde, se levanta de la cama, probablemente para lavar su cuerpo él mismo, pero se tambalea y Akk no duda ni un segundo antes de atraparlo.

Rises the moon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora