Rises the moon.

Capítulo trece.

Akk se da cuenta que despertar a Ayan es más difícil de lo que parece. Incluso tuvo que mandarle un mensaje a Ray para preguntar cómo levantar a su hermano. Ayan duerme peor que un tronco y Akk siente pena por Ray todas las mañanas.

"Si te levantas, ah..." Akk muerde sus labios, pensando en un comentario ingenioso que lo logré levantar. "Te besaré."

Tal vez no fue la forma de hacerlo, pero Ray le dijo que tal vez Ayan se despierte si le dice cosas que puede darle. Según Ray nunca funcionó, pero al menos Ayan le responde si es algo interesante.

Esta será la primera y única vez que Akk dejará que Ayan duerma con él.

Si no supiera que va a mojar sus sábanas, le hubiera tirado agua en la cara desde hace rato.

Para su sorpresa (no tanto), Ayan sí se despierta.

"¿A quién vas a besar?" pregunta Ayan, con la voz ronca y casi bostezando. Akk se sonroja un poco ante la vista, Ayan se ve bonito con el pelo desordenado.

"¡A nadie!" exclama Akk. "Levántate, no quiero llegar tarde a la escuela por tu culpa."

Akk se levanta de la cama donde estaba sentado y entra al baño para terminar de arreglar su cabello. Desde el baño, puede escuchar a Ayan estirándose y quejándose.

Cuando Akk sale del baño, Ayan parece un poco más despierto y ya tiene puesto el uniforme. Ayan entra al baño luego de él y Akk se asegura de tener todas sus cosas en su mochila antes de acercarse al perchero en su balcón.

"¿Qué le hiciste a mí chaqueta?" pregunta Ayan.

"La lavé. ¿No lavas tu ropa?" Akk pone los ojos en blanco y le extiende la chaqueta.

Ayan huele la chaqueta y luego, se acerca a Akk y huele su camisa. Akk se tensa y se siente nervioso ante la cercanía y se aleja de inmediato.

"¿Qué estás haciendo?" cuestiona Akk.

Ayan sonríe y mira la chaqueta antes de a Akk. ¿Es legal que Akk piense en lo lindo que se ve Ayan sonriendo? ¡Mierda! Desde anoche solo podía pensar en Ayan y estaba volviéndose loco.

"Huelen exactamente igual." dice Ayan, lo cual es estúpido. ¿Ayan es estúpido?

"¿Eres estúpido?" pregunta Akk. "Por supuesto que huelen igual. ¿Crees que tengo diez detergentes de ropa distintos?"

"Pero me gusta..." Ayan sonríe otra vez. "Tu aroma."

Ayan se acerca con lentitud y Akk espera que el otro chico no pueda escuchar su corazón acelerado. No quiere que Ayan se de cuenta de la forma en la que lo hace sentir.

"Aléjate. Me pones de los nervios todo el tiempo... A diferencia de anoche, que estuviste llorando como un cachorro mientras dormías."

La sonrisa de Ayan se borra lentamente y mira hacia abajo un segundo antes de ponerse l chaqueta, tal vez para distraerse.

"¿Lo hice?" indagó Ayan.

"Sí..." responde Akk, viendo la forma en la que Ayan no logra mantenerle la mirada y hasta parece apenado o triste. "¿Con quién soñaste anoche?"

Escuchar a Ayan gritar por su tío, lo rompió un poco. Sabía que Ayan perdió a alguien importante y no supo quién, hasta anoche. Ayan perdió a su tío y ese cuaderno debería ser de ese hombre, por eso es tan importante.

"No es asunto tuyo." dice Ayan, tomando su mochila de encima de la mesa.

Akk no insiste, hablar de eso no es algo que parece gustarle a Ayan y él no va a presionar.