Capítulo 7

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Si comparamos el trayecto del inicio de día con el trayecto después del museo se podría notar una diferencia. Ambos se encontraban más relajados y cómodos el uno con el otro. 

Sus sonrisas y emoción permanecía. A pesar de haber pasado varias horas caminando, así como estar hambrientos, se sentían como si la cita hubiese iniciado hace solo un par de segundos.

No dejaban de verse furtivamente sin que el otro lo notara.

En el fondo se escuchaba So High School de Taylor Swift y Anne no dejaba de pensar que era justo como se sentía en ese momento. Como un coqueteo inocente e ingenuo a los 16, nada de preocupación. Veía a Charles y pensaba que debió haber sido rey del baile, el más popular y querido. No solo era atractivo, sino que la hacía sentir como si fuera la persona más interesante de la habitación. Se preguntaba qué habría pensado la primera vez que la vio ¿le pareció tan atractiva como ella lo había encontrado a él?

Steal My Girl de Once Direction comenzó a sonar y Charles dio un gritito poco masculino, pero eso no pareció importarle. 

—AMO ESA CANCIÓN — comenzó a cantar y eso hizo reír a la castaña. Él se mostraba tal como era sin miedo a ser juzgado y si no hay nada más atractivo que la confianza, en él era aún más espectacular — EVERYBODY  WANNA STEAL MY GIIIIRL 

Su alegría la contagió y lo siguió a cantar.

Charles veía a la joven de ojos castaños a su lado cantar con tanta alegría y energía que pensó reproducir esa canción el resto de su vida si significaba verla así. 

Everybody wanna take her heart away

La canción lo hizo pensar en cuan cierta podía ser la letra. Estaba seguro que todo el mundo querría robarle a su chica, que no era su chica aún pero lo sería si se lo permitiría. 

That I never let her down before

Nunca le fallaría y haría lo posible por siempre estar a la altura de sus expectativas.


Después de un par de canciones por fin llegaron a su destino. 

— Te presento —  Charles le abrió la puerta y con un brazo mostró el lugar como si presentara algo — el Barrio judío de Roma.

Era un lugar colorido y alegre, movido y lleno de gente. Daba toda la idea del típico lugar italiano. Pintoresco y con mucha gente hablando y riendo. Hasta podría parecer que hubiese menos turistas y más locales. 

>>>Es uno de los más antiguos barrios del mundo — Siguió explicando caminando de espaldas para poder verla mientras señalaba el lugar —Sí, creo que es el segundo después del judío de Venecia.  Si quieres conocer auténtica comida, deliciosa (además de mi restaurante claro está), ésta es una de las mejores opciones sobre todo para un estilo mas hebraico-romano. 

— No creí que fuera posible pero me has vendido la idea y ahora tengo mas hambre.

— Perfecto. — Recorrió con la mirada el lugar considerando cual opción sería la apropiada. Cuando se decidió la acercó a uno con varias mesas a mitad del camino. 

Un amable joven italiano los saludó y llevó a una de las mesas disponibles. Les dejó sus menús, una botella de agua, una canasta de pan y un par de vasos.

Después de analizar el menú y comprender que no entendería cada cosa decidió acudir al chef que la acompañaba. —Yo creo que al ser tú el chef e Italiano deberías ser quién elija la comida ambos.

Segunda oportunidad | Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora