Capítulo 18

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Nueva York, NY


A la mañana siguiente Anne no desayunó con sus amigos como de costumbre, en su lugar salió volando hacia su trabajo para adelantar todo lo posible y poder estar libre para el almuerzo.

Prácticamente no había dormido la noche anterior.  A las cinco con veinte se rindió y fue a correr para despejar sus ideas. Después de unas cuantas cuadras volvió para tener tiempo y alistarse.

Se dio una ducha tratando de mantener la calma. 

Se puso unos pantalones caqui entallados en la cintura alta y holgados de las piernas, una camisa blanca y sus tacones blancos con una gabardina del mismo color del pantalón. 

Realizó un maquillaje algo natural y acompañó con un labial rojo. No le gustaba tanto porque sentía resaltaría mucho pero como el resto del maquillaje era ligero se equilibraba. Tuvo que tapar las ojeras con algo de maquillaje y metió un par de cosas por si le era necesario retocar antes del almuerzo.

Tomó su bolso y las carpetas del trabajo que debía entregar ese día. Salió de la habitación corriendo y se despidió moviendo la mano a sus compañeros. 

Un dormido Óscar apenas salía de su cuarto a desayunar cuando la vio salir a toda prisa lista para trabajar.

Le preguntó con la mirada a August, a lo cual ella solo se encogió de hombros y siguió viendo su teléfono mientras comía de su cereal tratando de disimular la risa.

La cara que pondría Óscar al enterarse de los hecho valdría la pena.



Anne pasó a una cafetería cercana por un capuccino y un croissant de jamón ibérico y queso para llevar. Como faltaba mucho aún para entrar se lo llevó a la oficina y comió un poco mientras terminaba su trabajo.

Sus compañeros fueron llegaron poco a poco algo extrañados de su madrugadora llegada pero nadie preguntó nada. Pues traía puestos sus audífonos y eso significaba que estaba concentrada en lo que hacía.

La mañana transcurrió sin incidentes algo nerviosa pero tratando de sacar lo antes posible sus pendientes para antes del almuerzo.

Media hora antes de la salida al almuerzo Anne llevó a su jefe inmediato sus reportes y pendientes para irse liberando y no tener contratiempos.

Regresó a su escritorio satisfecha y algo más tranquila cuando la paz fue interrumpida al Rebeca entrar a su oficina con mirada curiosa. 

—Y bien, ¿a qué debemos ese outfit?

— ¿Qué tiene?— observó su atuendo y lo alisó un poco.  — Ya lo he traído antes.

Trató de parecer despreocupada guardando un par de carpetas del escritorio y recogiendo los manuscritos que había estado checando.

— Sí, la ropa sí pero hay algo diferente en ti 

La más alta  la observó con recelo e hizo la castaña se hiciera algo más pequeña pero trató de disimular —No lo creo

— Te has peinado un poco más de lo común y traes labial rojo — la mirada era divertida pero curiosa. Ella sabía algo pasaba— tú solo ocupas eso cuando sales. 

—Bueno, me apetecía un cambio

— Mmm si, ya veo —la mirada que le sostenía le hacía cada vez más difícil de mantener la calma, finalmente la derribó.

Segunda oportunidad | Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora