Capítulo 22 parte 1

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Charles's pov

Aún recordaba los nervios por pedir la mano de Anne a sus padres.

Creía que me mandarían de regreso a Mónaco y estaban en su derecho, no solo por lo que había hecho con todo el embrollo antes de saber la historia de Anne, sino por pedirles su mano en la primera vez que los conocía. 

Pero el riesgo valía la pena. Vaya que lo hacía. 

Su mamá estaba llorando y su papá, aunque lo contenía con fuerza estaba al borde de las lágrimas. Me hicieron prometer siempre la cuidaría y protegería, esa era su única condición y no sería impedimento. Era lo que más quería, su bienestar.

Cuando ellos se despidieron y Anne se acercó por la salida de su cuarto al patio donde había estado hablando con sus padres solo un segundo antes pensé que ya no habría sorpresa, que lo habría escuchado o intuido pero al ver que ella no había escuchado nada me calme. 

Aún tendría tiempo para planear algo digno para la pedida.

Al principio pensé que fuera en Roma, donde nos conocimos, donde la vi por primera vez o alguno de los lugares que visitamos juntos, pero después me decidí por un lugar que ella amara y sobre todo no esperara.

Nueva York era sin lugar a dudas su lugar favorito, siempre hablaba de cómo se había encontrado a sí misma después de épocas duras. Como había trabajado por estar en donde estaba, como disfrutaba su vida tal y como era.

Y qué mejor que pedirle matrimonio que en un lugar tan icónico como el edificio más emblemático del país. 

Anne tenía un gusto extraño por visitar lugares y edificios altos, no es como que se quisiera aventar o algo pero en palabras de ella "Las vistas desde esos lugares te dan perspectiva; de lo pequeño que eres, pero también de lo hermoso y basto que es el mundo. Del lugar donde estás".

Y aunque yo no amaba estar en lugares con más de diez metros de altura haría lo que fuera por ella. 

A decir verdad al momento de la pedida ni pensé en la altura, estaba demasiado nervioso. 

Me había pasado meses tratando de organizar todo y ese día entre la compra del lugar donde haría mi nuevo restaurante y los detalles de la propuesta sentía corría como un loco por toda la ciudad.

Encontrar a la fotógrafa de último momento fue de las peores cosas pues casi tuve que rogar por el último minuto sin embargo encontré a una joven muy talentosa que aunque me cerró la puerta en la cara cuando quise reservar sus servicios 4 horas antes al final y tras escuchar mi historia terminó accediendo.


Ahora, meses después ella usaba el anillo que había escogido por días con mi madre en Mónaco.

Casi la volvía loca pero en mi defensa solo buscaba algo perfecto para ella, algo que gritara Anne.

Por alguna razón el color verde me recordaba a ella, quizá era el recuerdo de vestidos que ha ocupado y me han hecho enamorarme un poco más. O quizá era su aura. 

¿Desde cuando veía el color del aura de las personas? 

Fuera lo que fuese, esa fue la razón para comprar un anillo delicado de plata con una esmeralda.

Ahora estábamos en Carson para pasar las fiestas con su familia, aunque para año nuevo iríamos a Londres a pasarlo con Lando y Cara, el primero ya me estaba comenzando a acostumbrarse a su presencia en su vida. Se notaban sus dudas, pero de poco a poco me iba aceptando de nuevo.

Segunda oportunidad | Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora