.* .:。✧*゚ ゚・ ✧.。. * * .:。✧*゚ ゚・ ✧.。. * . *.:。✧ *゚ ゚・ ✧.。 *
-¿Madame Dorothea? - Troya preguntó
La anciana inclinó la cabeza con gesto soberbio. Estaba de pie en la entrada de su apartamento, vestida con lo que parecía una tienda de campaña confeccionada en seda cruda morada. Cadenas de oro le centelleaban en las muñecas y merodeaban su garganta. Sus largos cabellos listados como los de un tejón, se escapaban del moño sujeto en lo alto de la cabeza.
Jace seguía mirando de un lado a otro.
-Pero...
-¿Más que? - Clary preguntó, se había perdido un poco en toda la conversación.
-Más repudiados. - replicó Dorothea con una jovialidad que, Troya consideró, No encajaba con las circunstancias; la mujer paseó la mirada por el vestíbulo. -Lo dejaron todo hecho una porquería, ¿No es así? y estoy segura que no pensaban limpiarlo, Típico.
-Pero usted es una mundana. - dijo Jace, finalizando por fin su frase.
-El más observador. - Troya murmuró.
-La clave realmente rompió el molde contigo. - repuso Dorothea con ojos suficientes.
El desconcierto del rostro de Jace empezaba a desvanecerse, reemplazado por un enojo cada vez más patente.
-¿Conoce la existencia de la clave? - Inquirió. -¿Conocía su existencia y sabia que habia repudiados en esta casa, y no les informó? la simple existencia de repudiados es un crimen contra la alianza...
-Ni la clave ni la alianza ha hecho nunca nada por mi. - Dijo Madame Dorothea y sus ojos centellearon furiosos. -No les debo nada.
-Callate Jace, a quien le importa lo que ofende o no a la alianza.- dijo Clary, y se volvió hacia Madame Dorothea. -Si está enterada de la existencia de la clave y de los repudiados. -siguió. -Entonces sepa usted que le sucedió a mi madre.
-No seas grosera Clarissa. - Troya la llamó, un escalofrío corrió por la espalda de la pelirroja. Su hermana jamás la llamaba así. -Cualquier inconveniente con la clave, podría romper los acuerdos y ellos estarían en graves problemas. - Su expresión de enojo fue reemplazada por una mueca de sorpresa. -No tengo idea de porque carajo se sobre eso. - Un fuerte dolor la azotó en la cabeza, se pasó las manos por el cabello y respiró intentando apaciguar el dolor.
-En cuanto a tu madre. - Dorothea miró a Clary. -Te aconsejo que te olvides de ella. Se ha ido.
-¿Quiere decir que está muerta? - Clary chilló.
-No, estoy segura que está viva. -Pronunció las palabras con mala gana.
-¿Entonces? - Troya intentó ignorar la migraña y se centró en Jocelyn. -¿Usted sabe que sucedió? - Le preguntó a la mujer sin intenciones de ser maleducada.