Capítulo 4

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Zoe

Lo intenté, intenté llegar a casa como si nada y ponerme a leer algún libro sin pensar en él, pero no podían concentrarme, queríavoir musica y me venía su imagen a la cabeza junto a unas ganas inmensas de enseñarle a amar la lectura, sentía que él lo necesitaba tanto como yo siempre lo he necesitado ¿o solo sera una justificación de mi mente para verlo?

Realmente era muy guapo, muy... pero no era mi tipo, no era... un personaje literario, no tenía nada que ver con ellos.

-Zoe -¿puedo pasar? -pidió mi madre interrumpiendo mis pensamientos

-Claro, la puerta esta abierta

Me levanté de la esquina de mi cuarto donde estaba sentada y me dirigí a esa señora de sonrisa calida que acababa de entrar.

-¿Pasa algo? -pregunté

-No pequeña -seguía tratandome como a una niña a pesar de los veinte años que hechaba encima -solo venía a avisarte que la cena estaba lista ¿quieres que te la traiga?

-¿Por que traermela? ¿No cenaremos juntos?

-Papá dice que prefiere comer viendo su serie -lo de siempre

-Ah... sí, no pasa nada, igual yo tambien quiero ver una peli -mentí, quería que cenaramos juntos

-Me alegra que entiendas -¿qué es lo que hay que entender? ¿qué prefiere pasar tiempo en el televisor que con su familia? ¿Para que oponerme? ya no soy una niña ¿para que formar una guerra?...

Esas risas y contarnos nuestro día mientras degustamos la comida era muy lindo, era lo que una familia unida haría, la comida no sabía igual si no la compartía con mis padres.

_Al menos antes podía cenar junto a ti_

Le dije al retrato sobre mi mesita de noches. Realmente la extrañaba mucho

Su sonrisa viajó por mi mente; la última vez que robó las papitas de mi plato y tomó varios sorbos de mi jugo, ella era mi hogar...

-Aquí está -avisó mi madre empujando la puerta para poner una bandeja con un tazón de lentejas sobre mi cama.

Antes de voltearme a verla limpió una lagrima que escapo de mis ojos por los recuerdos.

-Muchas gracias ma -le agradecí y me dispuse a ingerir las lentejas, sola, en mi habitación.

El sueño cayó sobre mis ojos y casi al quedarme dormidq volvió a aparecer y su voz me dijo:

-Descansa pioja

-¿Sara? -inquirí como en todas las noches anteriores

_Es ella, puedo verla, está aquí a mi lado_

Pensé mientras mis parpados se cerraban por completa y caía rendida.

N/A
¡¿Y ahora quien rayos es Sara?! *incerta risa malévola. En el próximo capítulo veremos el siguiente reencuentro de Zoe y Noa ¿quieren escuchar a Noa leer? Con esa voz que tiene sería uffff *incerta cara babeada. Si me dejan algún comentario lo subo mañana mismo buajajjajaaja. Ailoviu mis niñ@s

Las heridas de Zoe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora