Capítulo 6

7 1 0
                                    

Zoe

Me dediqué a encontrar el título que tenía en mente; mientras resbuscaba en las estanterías pude sentir su pesada mirada sobre mí
.
-Aquí está _exbosé levantando el libro en mis manos -"No fue casualidad"__revelé el título y lo observé de hito en hito esperando una reacción

-Me parece perfecto, comprobemos si es real que estas limpia de drogas -se limita a decir guiñandome uno de sus perfectos ojos y caminó en mi dirección

Noa se detuvo precisamente delante de mí, una corta distancia nos separaba, así tan de cerca pude ver lo tan alto que era.

Al menos su tamaño si concordaba con el de los personajes literarios

Pensé y solté un largo suspiro que dejó entrar por mi nariz su dulce aroma a caramelo, como si de un helado se tratase

Di un paso hacia atrás para distanciarme; al fin y al cabo no lo conocía de nada o eso pensaba, pero él volvió a acercarse y al menos por un instante me permití sentir la atracción de nuestros cuerpos, el escalofrío que recorría cada centímetro de mí cuando Noa tomó el libro de mi mano rozandola levemente sin apartar sus ojos de los míos y formando una pequeña sonrisita inocente en sus carnosos labios color rosa.

No no, Zoe no, ese chico no era un personaje ficticio y no podías dejar sin cumplir ese deseo de encontrar al hombre perfecto sacado de una novela, escrito por una mujer.

Me convencí yo misma para apartar mi vista de él he interrumpir la tensión.

-¿Que te parece si comenzamos a leer?

-Me parece bien ratona -enuncia girandose sobre sus pies para caminar a los sofas de espera

-¿Cómo que ratona? -curiosé frunciendo el ceño y colocandome justo delante de él para impedir su paso

-Sí, ratona, pareces un ratón de biblioteca, creo que no hay libro aquí que no hayas leído -argumenta dejándome con la duda de si lo que está diciendo es un alago o una ofensa -Apartir de hoy te diré ratona, mi ratona drogadicta -añadió haciendo que abriera mis ojos cafés como plato

Al ver mi reacción soltó una risita por lo bajo y despeinó mi pelo con su mano.

¿Cómo que MI?

Pregunté a mi misma y cuando traté de abrir la boca para replicar Noa me interrumpió para decir:

-No te enojes por favor, considera un alago lo que he dicho, ser lector te hace más culto -concluyó poniendo su cabeza de lado haciendolo ver irresistiblemente tierno he indefenso, cosa que claramente no era

Sin duda ese chico no tenía nada que ver con un persoanje literario, él es particularmente único, diferente y principalmente insoportable.

Las heridas de Zoe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora