¿Quien es Bonder Keendor? Se preguntaran. Y mi deber como narradora es responderles.
Bonder nació en Mehai, pero sus padres se lo llevaron a el y a su hermana mayor, Aideleen Keendor, a Pethsoned ni bien el menor consiguió su pasaporte. Su pálida piel se encuentra salpicada por innumerables cicatrices, y su cabello marrón cae un poco sobre su cara (según el, se iba a cortar hace mas de un año). Con 21 años, ya había conseguido un campeonato de lucha mas de una vez, cosa la cual su familia parecía ignorar.
Ocho de mayo, pensó; su cumpleaños era el trece de enero, así que si quería el dinero para escapar de aquella prisión, o casa, como le quieran llamar, debería esperar un año mas.
Abandono sus pensamientos cuando el referí le hablaba desde afuera.
-Niño, te toca- informo este. No lo hacia por querer verlo luchar, era su trabajo, al igual que el de el...
Luego de eso, volvió a la "jaula"en la que se competía, abandonando lo que se había convertido apresuradamente en camerino.
...
El viento soplaba con fuerza sobre su cabellera. Sintió el tacto del otro sobre su hombro, intentando llamar su atención.
-Estamos listos- murmuro con la caja en sus manos.
-¿Como sabemos que el es realmente el indicado?-cuestiono el de cabellos amarillos.
-Ella lo indico. Si lo pide, lo haremos. Lo prepararon, cruzaron su destino, hicieron todo para que el lo sea, así que ten fe.
-La tengo- aseguro luego de un rato, dejando aquel paquete cuidadosamente en el suelo.
...
Gano. Como siempre. La paga, siendo de quinientos phes, fue entregada con delicadeza sobre su mano, mientras se anunciaba la aun invicta racha de victorias hecha por el chico. Sonrió con un poco de egocentrismo antes de fijarse en la expresión de fastidio en el encargado de la música al escuchar la cantidad de alabanzas o cosas por ese estilo sobre el luchador.
En aquel bar se solía presentar un cantante bastante popular para tocar, ya sea en el intervalo de las peleas o durante las mismas. Era una de las razones por las que tanta multitud de gente se presentaba al club.
Se sobo los brazos mientras caminaba hacia el cuarto de escobas, convertido en camerino para los ganadores de la lucha. Antes de entrar a el, sentía una mirada fija; la ignoro, porque ya sabia de quien provenía.
Limpio con el dorso de su mano el frió sudor que caía por su frente, noto un pequeño paquete con envoltura roja en el suelo y la escritura "para el ganador de la competencia". Tenia una pequeña cinta amarilla adornándolo, como en los especiales de navidad televisivos, aunque el nunca había podido atar una. Lo analizo por unos segundos. El lazo lo obligaba a mantenerse cerrado, tal y como aquel cajón en el escritorio de su madre; estaba bajo una llave, inaccesible, deseado...
Antes de tan solo notarlo, sus manos rápidamente iniciaron una competencia para ver quien lograba desatar primero la "cerradura". Pensó en las habilidades para atar nudos del dueño del gesto. Observo firmemente la caja, antes de lograr extender el lazo y abrir de una vez el obsequio.
Para su sorpresa, eran unas... ¿Guadañas? Okey, dentro de todo estaban bien... Pero en la variante de lucha que el entrenaba no estaba permitido ningún objeto con filo, y por eso salia su nombre de luchador; Vend. El atacaba con unas vendas modificadas roboticamente para obedecer todos los movimientos que el mandaba.
Lo bueno del regalo era que venían con un cinturón, en el cual se encontraban cosidas dos fundas de cuero en las cuales entraban perfectamente aquellos objetos tan peligrosos. Unos golpes en la puerta lo obligaron a salir de sus pensamientos.
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El templo de Fatum
ФэнтезиHace muchos años, una diosa se fue de la tierra, dejando atrás a su artefacto mágico mas poderoso: Fatum, una pluma con la cual su portador podía alterar el destino a su deseo. Siglos después, el futuro de unos jóvenes se ve entrelazado en su búsqu...