El templo de Fatum

Capitulo 10

-No exageres Grav- corto un adulto. Era... ¿¡El señor Anderson?!

-¿¡Maestro?! ¿¡Que hace aquí?! ¿¡Y por que trajo un feto?!- exclamo Vend.

-¡Oye, tengo diez años terrícolas, vejete!- grito aquella figura con canas.

-¡Yo tan solo tengo veintiuno! ¡Ademas! ¿¡Que es eso que tienes en la espalda?!- fue la única respuesta brindada por este.

-Bonder, es mi otro alumno, no te pongas malo- reprendió- ¿Y quien es ese rubio que esta contigo?- pregunto su maestro. En su mirada, podía jurar a cualquier dios de cerum, había visto una pequeña insinuación de... Algo. Algo que ya estaba harto los confundan.

-Trabaja conmigo en el bar- respondió rápidamente.

-¿Y por que estaban juntos tan de noche?- cuestiono, para luego decir en voz de nostalgia-Bares, bares... Son los primeros lugares en los que los jóvenes-

-¡Maestro!

-Esta bien, esta bien...Ahora dime, ¿Por que estabas peleando con una... Policía, y tan tarde en la noche? Te creí mas inteligente

   Logro ver como Timee levanto una ceja, soltando con ella una pequeña y dulce carcajada. Sintió su cara ruborizarse por la vergüenza de ser retado por su maestro, pero aun mas por la presencia del cantante mientras esto pasaba... ¿Cuantas veces iba a agradecer por su mascarilla? Mil y una, o las que sea necesario en este plazo de tiempo, al menos. Observo, cruzado de brazos, como el adulto se acercaba a el antes mencionado a paso lento, colocándole poco después un brazo en el hombro.

-Chico, tienes mis respetos por aguantar a Bonder voluntariamente.

-¡Oye!

-Silencio. Pero tu también puedes hablar, así que dime como te llamas- mas que pregunta, a juzgar por el tono de voz, la frase estaba formulada como una orden. Como los adultos responsables que son, los tres decidieron ignorar por un tiempo lo que sea que Gravity este haciendo.

-Timothee.

-¿Timothee que?

-Reshton.- dijo con un tono de voz algo tímido.

-Me suena, me suena-comento- Espera, ¿No es el apellido de esos actores?

-Si, Lerisa y Peter Reshton, soy su hijo.

-¡Oh, ya se quien eres! ¿No eres el que hace las canciones con auto tune que escuchan en el quiosco de la esquina?

-¡No, esa es mi voz!- respondió, avergonzado, mirando después a Vend, quien había comenzado a reírse fuertemente por esto- ¡No te rías!

-¿Como no reírme?- probo el luchador antes de recibir un pequeño codazo.

-Mira con quien te estas metiendo, eh- dijo con un tono burloso el maestro mirando a su alumno.

-¡Señor Anderson!- exclamo este. Timee noto como aquella pequeña figura con canas estaba examinando el cuerpo inerte de la trabajadora del AAPC.

-¿E...Esta bien?- cuestiono este.

-Sigue respirando- dijo este, cerrando sus ojos rosas con frustración. Vend rió un poco ante esto.

-Eres mas bueno cuando hay mas gente- bromeo, levantando una ceja y mirando a su acompañante.

-Silencio, karate kid.

-Hazme callar, niño malcriado.

...

-¿Vas a hablar, acaso?- pregunto.

-¿Necesito hablar, acaso? Yo escuche "traigan el químico", no "conversen".

-Aburrido- respondió, antes de entrecerrar sus dos pares de ojos, enfocando su mirada en un pequeño grupo de personas a lo lejos.- ¿Y esas personas que?

-¿Como que "que"?

-¿Que hacen en el medio del bosque a las nueve de la noche?

-Lo mismo se deben preguntar ellos de nosotros, tonta.

   No obtuvo respuesta, cosa la cual lo hizo resoplar y rodar sus blancas pupilas, creando un ligero sonido de humo en cuanto el aire abandono su boca, chocando contra su mascara de oxigeno. Le desagradaba tanto esa chica. Odiaba ser emparejado con ella en los trabajos en vez de con el porque, supuesta mente, eran mas "eficientes" juntos. Le desagradaba lo arrogante y egoísta que podía llegar a ser. Odiaba con todo su ser lo parecida que podía llegar a verse en ocasiones a aquella mujer adulta, mujer la cual había arruinado su vida completamente.

   Admiro, saliendo de sus pensamientos, el bosque nocturno. Recordaba haber estado ahí con su familia cuando era niño... Familia...¿Cuanto tiempo había pasado desde la ultima vez que los había visto?

-Es extraño.

-¿Que?

-Eres desagradable y todo, pero eres capaz de salir del alcance de ellos, y nunca lo haz intentado.

-No puedo hacerlo.

-¿No puedes o no quieres?- cuestiono- Tienes la fuerza e inteligencia suficientes para irte y manejar una vida sola. Ellos te moldearon para ser un arma de destrucción, pero también emocionalmente, te hicieron dependiente. Después de todo, ellos pueden hacerlo fácilmente, son tus...

-No te atrevas a decir la palabra- interrumpió.

-Solo digo, Shapey... Nos metemos tanto en nuestra propia miseria que no notamos cosas importantes sobre nosotros y el mundo que nos rodea...Después de todo, ¿Alguna vez pensaste en señorita cara quemada?- culpo el castaño.

-¿Y tu alguna vez pensaste en huésped parasitario y muerto viviente? Si tu y SUO no hubieran estado tan distraídos, uno de esos dos hubieran estado perfectamente bien... ¿O acaso prefieres olvidar a esos pequeños inconvenientes que generaron todo el problema por el cual nunca mas los emparejaron?- probo esta- Tu también eres capas de irte, y por lo que tengo entendido, extrañas tu tonta y monótona vida.

-No lo soy, la cantidad de vitaminas que debo consumir por día y este pequeño tanque de oxigeno deberían ser prueba suficiente. Esa cosa que tus-

-No los llames así, si lo haces te juro que voy a- 

-Delilah y Mikheil me inyectaron hace que sea tanto mortal para los demás como para mi mismo. Así que te pido por favor que sigas caminando y te calles.

-Ugh... - fue todo lo que la "pelinaranja" dijo. Ambos notaron como una fémina se les acercaba corriendo. La antes mencionada cambiaba un poco su físico, para parecer una humana normal, y el otro solo miro.

-¡H...Hola! ¡Por favor, ayúdenos, mi amiga se esta desangrando!- pidió la de vestimenta celeste, mirando suplicante con sus ojos rasgados.

-¿Donde esta?- pidió la otra chica.

-¡P...Por allá!- exclamo, corriendo en la dirección para que la sigan.

...

   Acostado sobre el frió suelo del lugar, su mente comenzó a divagar...¿Toda su labor y las ordenes de la mujer estaban moralmente correctas?

   Acaricio con sus enguantadas manos el arma. Suspiro, antes de tocar el cuadro de aquella fecha... fecha en la cual el perdió todo lo que le quedaba. Ensangrentada noche, ensangrentado destino, ensangrentados actos.

-Nada de esto esta bien- se dijo a si mismo, observando con odio el detallado dibujo de la figura enmascarada en esa oscura, tanto de iluminación como de actos, noche.