Escuchaba las ambulancias y sentía su cuerpo dolorido, todo se sentía a cada instante más lejano, escuchaba un llanto y su nombre convinados.
Trataba de abrir los ojos y sentía retorcerse por mirar aquel rostro.Lo intentó, y escuchó todo aún más lejano.
Dios, dame más tiempo.
°°°
-Lee Min-ho! Reacciona ya.-lo movió como a una muñeca de trapo y se levantó de la cama.- tuviste una pesadilla?
-Channie?- miró al rizado, quién confundido se comenzaba a quitar la camisa.- ¡Channie, Estás vivo! -velozmente se levantó y abrazó al rubio desentendido,y llorando se hundió en su hombro.- Jamás des tu vida por la mía ¿oíste, Christopher?
-Pero ¿Qué sucedió? Yo no he muerto, creo.- lo sostuvo de la cintura y le miró a la cara, notando una tierna expresión de enojo en el más joven.- Ay, Minho, eres muy tierno.- le abrazó y acarició su cabello- No te puedo jurar que no lo haré, has estado lejos de mí las últimas semanas. Bebé, por favor, no me lastimes, no me hagas llorar, porque... Aún siento amor por ti, no te he superado.
-Hyung...-comenzó a llorar con fuerza y abrazó a su contrario con intensidad mientras esté solo se limitaba a acariciar su cabello.- lo lamento, lamento tanto ponerte en esta situación. Siento no poder decirte lo que sentía cuando debí hacerlo.
Acalló al joven poniendo el dedo índice en sus labios y se acurrucó más en él, reforzando el abrazo que mantenía a salvo al pequeño niño que necesitaba paz.
-Eh... Min min...-sosteniendolo de la cintura mira sonrojado a cualquier parte que no fuera el pequeño.
-Sí?
-Dejame ponerme la camisa, sí?
-Oh, sí. Lo siento. -salio de la habitación de inmediato.
Miró en el refrigerador, tenía demasiada hambre y quería algo rico. Algo que podría comer a diario. ¿Qué sería?
-Min min, te hice algo especial. No sabía si te lo comerías, pero lo hice.
-Ah. Y qué es?
-Tendrás que adivinarlo, conejito.- sonrió y se acercó un poco al más joven, respetando su espacio; observando cómo pensaba en qué sería.- Te daré una pista, empieza con C.
-C... Uhm, veamos... Chris- miró sonrojado al rizado quién al escuchar su nombre se sobre saltó y soltó una carcajada.
-No, yo no. Tal vez debería. ¿No crees? -le dedicó una sonrisa ladina y continuó su camino a su estufa.
-Eh, no lo sé.
-¿Cómo no lo sabes? ¿Estás dispuesto a que sea tu desayuno? -rió más fuerte y sirvió el platillo del que su enamorado se había enamorado hace años.
-Siempre quise que lo fueras. -dijo en un murmullo y con timidez se sentó a la mesa esperando la comida.
-Creo que por eso no fuimos capaces de continuar juntos.
-Hyung, no. Lo siento, fue mi culpa -
-No.- acarició su cabeza y le tomó de la barbilla.- Jamás escuché tus murmullos.
-Tuve que decirte de frente... Chris... Lo que sentía por tí.- lo agarró del brazo y con lágrimas en los ojos agachó la cabeza.
-Tú nunca lo harías, Lee Minho. Pero siempre te aseguraste de que me sintiera amado.- levantó su mirada y sosteniendo su mano con delicadeza hizo que se levantara- Escuché Limbo cuando me mandaste el demo. Supe que era para mí, toda la letra.
-Perdoname, Channie hyung
-Y amé cada palabra que decias en cada verso que pasaba. -acarició su mejilla recordando todo lo vivido con el joven artista.- Yo tampoco me olvidé de tí. Y nunca olvidaré todas las veces que quise robarte un beso. O las veces que me lo guardé... Ya no planeo hacerlo.
-Entonces, hyung; vámonos a Australia
-No, bebé; quiero que vuelvas a intentar y debutes conmigo. Con mi grupo.- tomó su mano y dió en ella un beso.
-Contigo? No podré quedarme a tu lado. Sabes que seremos muy obvios.
-No, tú eres perfecto disimulando tus sentimientos. Pero tú jamás vas a negar que adoras que te abrace por detrás.- dió una pequeña palmada en su trasero y se acercó a la mesa.- comemos?
-Eres un agh, sí... Comamos.- tomó asiento con sus mejillas casi rojas y miró el plato de comida que adoraba.- Demasiado coqueto, Christopher Bang.
-Te molesta?
-A veces. -comenzó a comer y notó en su acompañante algo de maquillaje en su mejilla. Después de verlo y casi besarlo hace un momento ¿Cómo no notó el labial?
-Mamá me enseñó la receta familiar. Está vez me quedó muy bien. -sonreía cómo sí no sucediera nada y Minho se preguntaba la razón del labial.- le llevé a las chicas de Twice, son muy agradables
-Las chicas de Twice, eh? -comió rápido y se levantó para lavar su plato.- Y qué te pasó en la mejilla?
-En la mejilla?
-Sí, tonto.- lo tomó del mentón queriendo molestar pero miró sus labios suaves y esponjosos como recordaba, esa coqueta sonrisa que siempre le atormentaba
-Debió ser la señora que me pidió ayuda con la máquina expendedora.- se limpió con una servilleta y rió - eres muy celoso, Min min.
El pequeño en silencio le miraba, pérdido en su mente, pidiéndose darle un beso y volver a empezar de nuevo. Pero su miedo a que de nuevo le pasará lo mismo, le detenía enormemente.
-Hoy tengo el día libre. Y reservé un mesa en un restaurante. -tomó su mano con delicadeza y le miró quitando el cabello de su cara como acostumbraba.- solo tú y yo, mi conejo.
Minho se desplomó a los pies del chico rizado y en su regazo comenzó a llorar.
"Tanto amor me hace sentir culpable de ser tan estúpido" ¿Cómo podía mirarle a la cara siquiera? No solo sería un sueño su sacrificio si seguía siendo tan tonto.
Pero ¿Chris lo cree así?-Claro, vayamos a cenar.- entre lágrimas se abalanzó sobre él y le abrazó del cuello.
No había duda de que ese era su lugar seguro.
Esos amplios hombros como el mar eran el lugar en el que lloraría.
Su abdomen marcado como una barra de chocolate, serían su almohada en sus peores días.
Y su habilidad de brincar tan alto como un canguro sería la que le llevaría a las estrellas.
Tal vez... Si puede volver a ser Lee Minho.
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¿Volveré a ser...?
Romance-No lo entiendo ¿Qué pasó conmigo? -No entres en pánico. Lo vamos a resolver. Él sabía muy bien que tal vez eso no era verdad, y estaba aterrado ¿Cómo se lo diría a su madre? ¿Cómo viviría de ahí en más? Pero no tenía más opción que tenerle fé al c...