Sé que me lees, y que te cuestionas tanto cómo yo la forma en que mi vida acabará. Pero te diré que no es ni por cerca el inicio de mi tortura.
–Y es ahí dónde Channie hyung brinca, justo donde la canción hace eco.
–Okey, practiquemoslo.– el mayor se dispuso a tomar su posición en la coreografía hasta que vió la puerta abrirse lentamente.
–Lee Minho.– anunció ese rostro conocido.– está aquí, Lee Minho?
–Sí.– contestó pálido el chico mencionado, quién deseaba no estar ahí.
–Acompañame.– sonrió con malicia y salió del lugar.
No podía negarse y tener que explicar la razón, se sentía avergonzado de lo que había pasado, y necesitaba mucho más tiempo para poder hablar con los chicos de aquello, pero... Ahora?
–Claro.– titubeó. Salió del lugar detrás del hombre, dejando en sus compañeros un amargo sabor en la boca, sobre todo a quien estuvo con él siempre.
–Channie Hyung, Lee Know esta bien?
–No, él estaba bien hasta que lo vió.– salió con paso apresurado del salón de baile
–Oh, Chan que bueno que te veo, puedes ayudarme a llevar estos papeles a la Oficina del Ceo?
–No, yo-
–Anda, son muy importantes.– le Miró con suplica y este accedió con mucho pesar.
Tal vez estaba paranoico y Lee Know solo estaba nervioso por tratarse de alguien grande como lo era ese hombre, quizá sea solo eso.
–Un brindis por Stray kids!– anunció el mayor.
–Yo no tomaré, Woojin, está vez paso, quiero ensayar la canción.
–Ay, Minho, vamos... Es lo único que has hecho estos días.–insisto uno de los menores quién trataba de ocultar su sonrisa.
–No, estoy bien. Háganlo ustedes.– le revolvió el cabello y se levantó para irse.
–Lee Know.– se levantó y le miró con su mirada característica, acomodó sus rizos ya castaños y sonrió.– Sé el mejor.
–Claro que sí, hyung.– esbozó una sonrisa torcida y se fue del lugar.
–Chris, por qué no lo de tuviste?
–Tengo miedo de estar siendo paranoico, además... Él nos lo habría dicho, no?
–No, hyung, Woojin hyung tiene razón, él no se veía bien.
–Hablaré con él.
Esperó a la noche, despierto y luchando contra sí mismo para no rendirse al sueño, hizo de todo en ese momento para poder hablar con su Min-min.
Escribió incluso lo que sentía por él en una letra preciosa, compuesta de versos pintados de amor. Sonreía en cada línea que le escribía, pues bien sabía que era verdad; decoró sus uñas también, deseando mostrarselas a su amado Minho.
Habían pasado 6 hrs del final de su jornada, y Minho apenas dejaba ver su carita cansada que desilusionada miró a Chris.
Necesitaba consuelo, necesitaba a su Channie.–Channie.
El ondulado se levantó y corriendo lo abrazó, dejando que él castaño se rindiera en su brazos haciéndose tan pequeño y lindo que, sentados en el suelo, se acurrucaron el uno con el otro y dejaron que lo malo del día se fuese en ese abrazo.
Chris tenía mil preguntas respecto a lo sucedido el día de hoy, pero viéndolo llegar de esa manera, la misma en que llegó ese fatídico día, fue como un golpe en el pecho que le dejaba sin aire ni habla.Y todo volvía a pasar, mientras Minho se preguntaba ¿qué había hecho mal? Si todo lo que había logrado era mérito propio, no fue comprado ni heredado, entonces... ¿Qué hice para merecer vivir este infierno?
¿Por qué ese hombre no deja llamarme? ¿Por que no deja de tocarme? ¿Es realmente mi destino? ¿Es esto lo que soy?
Solo quiero poder, por un momento, cerrar mis ojos... Y ver a través de mi tercer ojo ver todo lo que me niego a ver...
Por favor... Alguien que me ayude.Entonces, cuando más desesperado estaba, cuando más dolía y su corazón esperaba que todo terminara ya, él volvía de nuevo.
Lo veía asomar su mirada asquerosa a través de esa puerta que era su salvación. Su lugar seguro estaba siendo penetrado por una fuerza maligna que carecía a medida que el tiempo seguía pasando. Y nadie parecía notarlo.
Debo volver a casa...
Volveré a casa...
Volveré a casa.
Iré a casa.
Me voy a casa.
–Lee Minho
Palidecio.– Sí?
–A dónde vas?
¿Qué hago? ¿Bang Chan Hyung?
–A ensayar...
–¿Con Chris?– cómo sabía? – es el único que se encuentra en esa dirección. ¿Qué ibas a hacer con él a solas? ¿Acaso no te doy suficiente?
–No... Yo, no... Channie... –susurró.– Ayúdame
Sintió una mano caliente tomar su muñeca y entró de nuevo en su trance, sentía sus pies moverse con esfuerzo hacia el lado contrario al que le intentaban llevar. Sus ojos cada vez veían más borroso y no sabía si era su trance o sus lágrimas. Su voz no salía en lo más mínimo, o al menos no lo notaba.
¿Realmente había gritado?
Después
Un golpe en su espalda, era el suelo frío de nuevo, no veía nada en ninguna dirección, solo había oscuridad a su alrededor y esa sensación acechando su existencia, era él de nuevo quien intentaba desabrochar su pantalón.
Era él de nuevo, tocando su abdomen, acariciando su cuerpo.
–Channie hyung, llegaste temprano.
–Oh Hyunjin, Félix... Pensé que estaban con Lee Know.– se miraron entre sí y sin entender le miraron fijo.
–Chris, él dijo que vendría contigo. Nos dejó hace más de 20 minutos.– enunció él de pecas con mucha preocupación.
–¿Más de veinte minutos?– su corazón se saldría de su pecho de no encontrar a su pequeño conejito.– Lla- llama a Han! Llámalo!
–S sí. –tomaron sus teléfonos, preguntándole a los chicos por el gatito, sin embargo...
¿Por qué? Siempre lo terminaba perdiendo en el peor de los momentos. Debió llevarlo a Australia como dijo antes.
Él estaría muy feliz, superando sus traumas y probablemente vivirían de lo que Channie ganase de unas clases de natación, igual que su padre... ¿Por qué no lo llevó?
Es mi culpa
Yo lo llevé a esto...
Yo lo abandoné de nuevo...
Mi conejito...
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¿Volveré a ser...?
Romance-No lo entiendo ¿Qué pasó conmigo? -No entres en pánico. Lo vamos a resolver. Él sabía muy bien que tal vez eso no era verdad, y estaba aterrado ¿Cómo se lo diría a su madre? ¿Cómo viviría de ahí en más? Pero no tenía más opción que tenerle fé al c...