Capítulo 10: En los Dominios del Rey Demonio - Parte 6.

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Aqua remojó un pañuelo que traía y lo usó para limpiar la sangre que caía de la nariz de Megumin. Wiz tambien se le acercó a ella, utilizó Toque agotador con una manatita para darle maná a la maga. 

— Oye, Megumin, ¿por qué tienes la cara tan caliente? Esto no es solo por la emoción, ¿verdad? —Aqua sintió que la frente de la Archimaga comenzaba a arder. 

— .... La verdad... no lo sé.... Aqua.... —respondió mientras exalaba aire y respiraba repetidamente. 

— Me imagino lo que debió de sentir ese tipo cuando recibió explosiones sin parar. —Ahí ya estaba la pervertida que surgió dentró de Darkness, dormida desde hace tiempo, pero ya levantada. La paladin se volteó emocionada hacia la maga y dijo—. ¡Megumin! Despues, intenta hacerlo conmigo tambien. ¡Quiero saber lo que se siente!

—  ¿ESTAS LOCA? ¿Cómo puedes pedirle algo como eso? —protestó la otra archimaga, pero nuevamente fue ignorada. 

—  Ahora que lo piensó... —la rubia comenzó a jadear y a sonrojarse—. Quisiera saber lo placentero que debe ser cuando mueres. 

—  Sí realmente piensas eso, entonces cuando mueras, juro no soltar ninguna sola lagrima por tí —respondió Megumin, aún en el suelo.

— Oye, Megumin. ¿Eso no fue bastante cruel? —preguntó Aqua.

— Los demonios carmesí no lloramos por los caidos. Ademas... ¿No te das cuenta que mientras más grosero sea tu respuesta, más le excita? —De repente señalo a Darkness quien se encontraba abrasandoce al peto de su armadura dañada, jadeando más rapido de lo que lo hacía momentos atras. 

— Es un buen punto... 

Aqua la ayudó a levantarse, y Megumin pudo mantenerse de pie. Ya se encontraba bien, al parecer. Tomó su bolso cargado, y la ajustó a su espalda.

El grupo bajo de la montaña, reuniendose con Vanir que se encontraba abriendo la puerta del castillo. La puerta estaba protegido con sellos que impedían que cualquiera que no sea un demonio pudiera abrirlo, pero como Vanir era el señor de los Demonio, pudo abrirlo sin problemas.

Sus pasos por el pasillo fueron apresurados. Las antorchas fueron apagadas por los temblores de las explosiones de Megumin, por lo que Aqua señalaba por donde ir, al poder ver en la oscuridad. 

Cuando llegaron por otro cruce, ella se detuvo y observó el pasillo de la derecha. — Por acá. —Señalo con su mano y salió corriendo hacia esa dirección. 

— ¿Por qué crees que esta en esa dirección? —preguntó Megumin.

— Porque yo... huu... Mi instinto de Diosa me lo dice. 

El camino los llevo hacia una puerta custodiada por dos demonios en armadura negra, quienes cubrieron el acceso cuando los vieron. 

— ¡Alto ahí, Intrusos! ¡No dejaremos que pasen para el salon! 

— ¡¿Q-Qué, quieres pelear?! ¡Soy bastante fuerte, ¿sabes?! ¡El Culto de Axis no confió en mí por nada! —Aqua se detuvo y levantó una postura para intimidar al demonio alado y el de cabeza de lagarto, los cuales se asustaron y saltaron para atrás. 

— ¿Cultista de Axis? ¡Esta chica es una cultista de Axis! 

— Mierda, ¡acabo de hablar con un Cultista de Axis!

— ¡A-Alejate, no me quiero contagiar!

— ¡Oye, no haré esto! ¡No quiero involucrarme con el Culto de Axis! 

— ¡Oh, wow, mira ese cabello azul! ¡Definitivamente es una cultista de Axis!

— Eso estuvo cerca. Estuve tan cerca de tocar a un Cultista de Axis. 

Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo! Volumen Final: El Proposito de este MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora