Capitulo 15.5: Perdoname

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Sus ojos abrian y entrecerraban mientras aún permanecía en esa extraña dimensión. Sus manos permanecían atadas a esas cadenas. Lo unico que podía hacer es caminar, recostarse o jugar con la arena. 

A pesar de sus intentos y que su mente estaba agotada, no pudo conciliar el sueño. ¿Quizas por una restricción de esa dimensión? ¿O por que estaba muerto, y no se sueña en la muerte?

Concluyó que lo mejor que podía hacer es jugar con la arena, tal como lo hacía esa niña. Que, por cierto, ya no volvió a ver más, ni a oirla. Pero no importaba. Intentó formar castillos de arena, a pesar de que no le salían para nada bien. Un poco de agua le serviría para sus obras como para él, añora la sensación de beber. Tambien la de dormir, la de respirar y sentir el aire en su rostro. No existía nada de eso aquí. Sol el desierto, la noche y ese arbol magico, cuyas ramas solo se extienden en el cielo hasta desaparecer.

Ya se siente agobiado. Intentó contar el tiempo que pasaba a traves de los segundos, lo hizo, pero se perdió varias veces en su cuenta... 

A pesar de tener su cuerpo rejuvenecido, no sentía que envejecia o rejuvenecia, solo se sentía intacto. 

Quizas.... Quizas no exista el tiempo. Quizas solo existe ese lugar...

Cuando sus parpados volvieron a pesar por el estrés, su cuerpo conbulsionó y cayó a la arena. Cuando los intenté abrír otra vez, me resultaron cada vez más pesados. La luz me entraba lentamente, y la brisa del viento chocó contra la piel de mi cuerpo. Reaccioné de inmediato cuando pude volver a respirar. 

Abrir sus ojos, vió algo que jamas se imaginó volver a ver. Eran los rayos del día, con algunas aves sobrevolando el cielo. No podía creerlo, estaba de vuelta. 

Sintió que algo se aventaba encima de él. Bajó la cabeza cuando escuchó llantos y sentía que lagrimas eran derramadas sobre su pecho descubierto. Identificó el origen de ese llanto y las lagrimas al ver ese cabello rosado que tanto amaba. 

— Papá..... —El agarré de su hija se volvió aún más fuerte. La expresión de Kyouichi era imposible de mostrar toda las emociones que sentía a ver Ayumi llorando.

 La expresión de Kyouichi era imposible de mostrar toda las emociones que sentía a ver Ayumi llorando

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— Papá, papá. Lo siento, lo siento.... mucho. Por favor perdoname... —sus palabras se entrecortaban con sus llantos. 

Ayumi seguía llorando en su pecho, aferrándose a él como si temiera que fuera a desaparecer de nuevo. Kyouichi pasó una mano temblorosa por su cabello, intentando procesar todo lo que estaba sucediendo, sin atreverse a hablar, como si el sonido de su voz pudiera deshacer este frágil reencuentro.

— Perdóname por... por haber hecho eso. Yo... Yo fui quien... quien...

Kyouichi la estrechó entre sus brazos, un gesto instintivo, aunque sintió el peso de sus palabras como una daga. Aunque no comprendía del todo la razón de su llanto, si la profundidad de su arrepentimiento. Respiró hondo, sintiendo el dolor de Ayumi como si fuera propio.

— No tienes nada que perdonarte. No llores. Ahora estoy aquí. Todo estará bien. —

Kyouichi cerró los ojos, el dolor en su pecho era intenso, pero en lugar de ira, solo encontró tristeza. La se acercó aún más a él, dejando que ella descargara todo su pesar.

— No te preocupes, no hiciste nada malo. Sin importar lo que elijas hacer, siempre te voy apoyar.

Continuará...

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo! Volumen Final: El Proposito de este MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora