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En la guarida, AFO y Shigaraki estaban en medio de una discusión seria. AFO miró a Shigaraki con seriedad.
─Akira te está volviendo débil. Deberías concentrarte en ser fuerte y en tus objetivos
Shigaraki frunció el ceño.
─No estoy de acuerdo. Akira es mi hija y la amo. Ella me da fuerza y propósito
AFO pareció sorprendido por la respuesta de Shigaraki, pero luego suspiró y le dijo con poca paciencia
─Entiendo tu punto de vista, pero recuerda que como líder, debes ser fuerte y no dejar que las emociones te dominen
─Akira es parte de mi vida y siempre lo será. No voy a dejar que nadie la lastime
AFO asintió con resignación, reconociendo la determinación de Shigaraki para proteger a su hija. Aunque no estuviera de acuerdo, decidió dejar el tema por ahora.
Shigaraki luego suspiro y se fue a su habitación, allí en su cama estaba la bebé rodeada de almohadas para evitar que ella caiga al suelo, Akira parece reconocer la presencia de Shigaraki y la pequeña se empieza a reír.
─Parece que ya estas despierta eh...
Shigaraki se ríe para si mismo y se acercó a la niña, la toma cuidadosamente en brazos y besa sus mejillas, Akira se ríe y trata de dar besos de igual forma que él le daba a ella...Shigaraki solo sonríe pensando en lo tierna que era la niña.
Eran alrededor de las 4am...todos dormían en la liga de villanos, pero de repente unos llantos despertaron al líder, Akira, la pequeña hija de Shigaraki, yacía a su lado, su rostro pálido y su cuerpo tembloroso mientras luchaba contra la fiebre. Shigaraki observaba con angustia a su hija, su corazón lleno de preocupación mientras se daba cuenta de que necesitaban medicinas para ayudarla a sentirse mejor.
Shigaraki se levantó de su cama y se dirigió hacia la puerta dispuesto a encontrar una farmacia de turno, su mente trabajando rápido para idear un plan para obtener las medicinas que necesitaba desesperadamente para Akira. Sabía que no podía permitirse esperar más tiempo.
Caminando por las sombrías calles de la ciudad, Shigaraki se movía con sigilo, evitando ser detectado por cualquier héroe o policía que pudiera interponerse en su camino. Con cada paso, sentía el peso de la responsabilidad sobre sus hombros,de hacer lo que fuera necesario para salvar a su hija.
Finalmente, llegó a una farmacia y se deslizó dentro, su mente trabajando rápido para encontrar las medicinas que necesitaba. Con manos temblorosas, recogió los medicamentos y los guardó en su bolsillo, su corazón latiendo con fuerza mientras se preparaba para salir de la tienda.
Sin embargo, justo cuando estaba a punto de salir, escuchó el sonido de pasos acercándose. Con el corazón en la boca, se escondió en las sombras, observando con cautela mientras un guardia de seguridad pasaba por delante, su mirada escaneando la tienda en busca de intrusos.
Una vez que el guardia se alejó, Shigaraki salió de su escondite y se apresuró a salir de la tienda, su corazón palpitando con el miedo a ser atrapado. Pero cuando finalmente salió a la noche, se sintió un alivio abrumador al saber que tenía las medicinas que necesitaba para salvar a su hija.
Corriendo de regreso a la guarida, Shigaraki llegó al lado de Akira y le administró las medicinas, su corazón lleno de alivio al ver cómo la fiebre comenzaba a ceder y su hija se calmaba lentamente. En ese momento, Shigaraki sabía que haría cualquier cosa por proteger a su hija, incluso si eso significaba enfrentarse al mundo entero.
Shigaraki toma a la niña en brazos ya que ahora la pequeña no parecía querer dormir.
─¿Te gustaría una canción de cuna?...he aprendido algunas gracias al Internet
Shigaraki se ríe al ver a la bebé, luego toma el biberón de leche que puso a calentar y se sentó en la cama, mientras le daba la leche a la niña pensaba en que canción podría cantar...hasta que finalmente recordó una.
"Ve a dormir, ve a dormir...
Con este hijo ya no hay paz
Ve a dormir, vamos a dormir
hermoso bebé de papá...
Se lo daremos a la Befana
Para que lo conserve una semana...
Se lo daremos al hombre negro
Para que lo conserve un año enteró
Ve a dormir, ve a dormir
hermoso bebé de papá
Se lo daremos a la Befana...
que paciencia tengo yo
Ve a dormir, ve a dormir..."
Shigaraki acomoda ligeramente el cuerpo de la bebé al lado suyo, la cubre con una manta y besa su frente ya que finalmente se había dormido, dejó el biberón ahora vacío en la mesa de luz y se acomodó con cuidado en la cama, acarició la mejilla de la niña y sonríe...sin dudas sería capaz de sacrificar el mundo con tal de conservar a esa pequeña niña.
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