Capítulo 3

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Paternidad de un villano

En la oscura y sombría guarida de la Liga de Villanos, Shigaraki se encontraba sentado en silencio, con la mirada perdida en la distancia mientras el llanto persistente de su pequeña hija Akira,su pequeño cuerpo temblando con cada sollozo

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En la oscura y sombría guarida de la Liga de Villanos, Shigaraki se encontraba sentado en silencio, con la mirada perdida en la distancia mientras el llanto persistente de su pequeña hija Akira,su pequeño cuerpo temblando con cada sollozo. Shigaraki sintió un nudo en la garganta mientras luchaba por contener su creciente frustración, su mente girando en busca de una solución a la situación.

─ ¿Qué se supone que debo hacer? ─murmuró Shigaraki para sí mismo, su voz llena de desesperación mientras buscaba desesperadamente una manera de calmar a su hija.

Con un suspiro de derrota, Shigaraki se acercó a su cama donde descansaba la bebé, sus manos temblando ligeramente mientras levantaba con cuidado a la niña en brazos. A pesar de su inquietud, un pequeño destello de ternura brillaba en sus ojos mientras miraba a su hija, su corazón lleno de un amor que apenas comprendía.

─ Shh... está bien, Akira. Papá está aquí ─susurró Shigaraki con voz suave, su tono lleno de cariño mientras acunaba a su hija con ternura.

Poco a poco, el llanto de Akira comenzó a disminuir, su pequeño cuerpo relajándose en los brazos de su padre mientras se dejaba llevar por la calidez y la seguridad de su abrazo. Shigaraki suspiró con alivio, sintiendo una sensación de paz descender sobre la habitación mientras contemplaba el rostro tranquilo de su hija.

En ese momento, la oscuridad que había envuelto su corazón se disipó, reemplazada por la luz cálida del amor paternal.Shigaraki sabía que mientras tuviera a Akira a su lado, siempre encontraría la fuerza para seguir adelante.

"Los bebés buscan contacto constante con sus madres, padres o cuidadores porque les ofrece una sensación de seguridad y confort. El contacto físico, como cogerlos en brazos, acariciarlos o abrazarlos, les transmite una sensación de protección y les ayuda a regular sus emociones"

─Entonces...¿por eso te gusta dormir en mi pecho eh niña?

Shigaraki nuevamente hablaba "solo" después de todo la pequeña niña no iba a responder, era una bebé apreté que dormia profundamente...él estaba leyendo consejos en Google. ¿Era lo mejor? Absolutamente no. Pero era lo mejor para un villano que tiene cero experiencia en niños y en brindar apoyo,amor y protección...eso era cosa de héroes y de personas que no estaban rotas como él...¿cierto?.

─No entiendo como puedes dormir tan tranquila...en mi pecho...tengo la piel pálida como la muerte, teñida de amarillo y muy arrugada...

Shigaraki suspiró mientras miraba a la bebé dormir plácidamente a su lado incluso daba pequeños ronquidos...¿los bebés roncan? Jamás lo supo, ni era algo en que pensara pero ahora ya tiene la respuesta a algo que jamás se imaginó.

Al día siguiente, Shigaraki se encontraba inquieto, observando con preocupación a su pequeña hija Akira, cuya frente estaba cálida al tacto. El nerviosismo se apoderaba de él mientras intentaba encontrar una solución para aliviar la fiebre de la niña.

─ ¿Qué deberíamos hacer, Kurogiri? No sé cómo manejar esto... ─dijo Shigaraki con voz ansiosa, mientras sus manos recorren su propio cuello.

Kurogiri, con su habitual calma y compostura, se acercó a Akira, examinando su estado. Su presencia tranquilizadora era un bálsamo para los nervios de Shigaraki, quien encontraba consuelo en el apoyo de su compañero.

─ Lo primero que debemos hacer es bajarle la fiebre. Traeré un paño frío ─respondió Kurogiri.

Shigaraki observó mientras Kurogiri cuidadosamente aplicaba el paño frío en la frente de Akira, sus manos hábiles y seguras mientras trabajaba para aliviar el malestar de la niña. A medida que la fiebre comenzaba a ceder, un suspiro de alivio escapó de los labios de Shigaraki.

─ Gracias, Kurogiri. No sé qué haría sin ti

─ Estoy aquí para ayudarte en todo lo que necesites, Shigaraki.

En la guarida de la Liga de Villanos, Dabi, Toga y Shigaraki se movían en busca de la pequeña Akira, que ahora tenía 8 meses y era más traviesa que nunca. Los pasillos resonaban con el eco de sus risas juguetonas mientras la niña gateaba con entusiasmo, explorando cada rincón de la guarida.

─ ¡Akira, cariño, ¿dónde estás? ─llamaba Shigaraki con algo de estrés.

A medida que avanzaban por los pasillos, el sonido de los juguetes rodando y el suave chapoteo de los pies de Akira resonaban en el aire, guiándolos en su búsqueda.

─ Deberíamos haber mantenido un ojo más atento sobre ella... ─murmuró Dabi con frustración, mientras recordaba los momentos en que la niña se había escapado de su vista.

Finalmente, después de una intensa búsqueda, escucharon el sonido de risas y chapoteos que provenían de una habitación cercana, encontrando a Akira felizmente entre montones de juguetes, su risa contagiosa llenando la habitación con alegría.

─ ¡Ahí estás, pequeña traviesa! ─exclamó Toga con una sonrisa, su voz llena de cariño mientras se acercaba a la niña y la levantaba en brazos.

Shigaraki suspiró y Dabi simplemente se fue del lugar concluyendo ya con su trabajo de ayuda, Toga le entrega a la bebé a su jefe y luego se va de allí mientras se rie en voz baja.

─Nos vas a meter en muchos problemas eh pequeña...

Shigaraki besa ligeramente la frente de Akira quien solo se ríe, después de todo apenas estaba comprendido el mundo a su alrededor.

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𝐌𝐢 𝐇𝐞𝐫𝐨𝐞 𝐄𝐬 𝐄𝐥 𝐕𝐢𝐥𝐥𝐚𝐧𝐨 || 𝐒𝐡𝐢𝐠𝐚𝐫𝐚𝐤𝐢 𝐓𝐨𝐦𝐮𝐫𝐚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora