Capítulo 5

216 25 4
                                    

━━━━━━━ ∙•∙ ━━━━━━━

Disclaimer: Los personajes de esta historia son de Rumiko Takahashi.

━━━━━━━ ∙•∙ ━━━━━━━

(Seis años atrás)

INUYASHA

-¡Kagome, sube al auto! -demandé.

-¡No!

-¡Kagome...!

-¿Por qué haces esto, Inuyasha? Creí que estábamos disfrutando de la fiesta...

-¡Eso era antes de que te besaras con ese idiota!

-¡Yo no me estaba besando con él...! -Se defendió- Fue Koga quien me besó de pronto y no pude...

-¡Y no hiciste nada! -reclamé de nuevo, esta vez con más ímpetu al tener la imagen fresca en mi mente.

-¡No fue así...!

-Sube al auto -insistí.

No quería discutir, no en este lugar.

-Inu...

-¡Sube al auto, Kagome! -exclamé más fuerte de lo que quería.

Kag me miró durante unos segundos, y sentí la urgencia de descifrar qué pasaba por su mente en ese instante. La escuché soltar un suspiro antes de ocupar el asiento del copiloto sin decir ni una sola palabra. Encendí el auto y nos dirigimos hacia la carretera.

-No entiendo por qué estás actuando de esta manera -refutó mirándome.

-Ponte el cinturón.

-¡Por favor! Estoy tratando de hablar contigo ¡¿Y lo único que te preocupa es el maldito cinturón?!

Apreté el volante del auto con más fuerza tratando de contener mi enojo.

-Kagome...

-¡No! Por qué actúas de esta manera. Antes no eras así.

-¡Antes no eras mi novia! -aclaré- Ese es el maldito motivo.

-Estás siendo ridículo...

-¿Ahora soy ridículo? -solté con una risa forzada mientras intentaba adelantar al auto que teníamos delante.

-¡Cuidado...!

-¡No me digas qué hacer!

-¡Bien! Si vas a empezar a comportarte como un niño, hazlo, pero yo no pienso seguir tolerando esto.

-¿Qué haces? -cuestioné, con miedo evidente, al verla intentar abrir la puerta.

-Detén el auto, bajaré.

-¡¿Te has vuelto loca?! -solté mientras la sujetaba del brazo.

-¡Inuyasha, suéltame!

-¡No!

Hice una maniobra de último momento cuando me di cuenta de que habíamos invadido el otro carril. El auto se movió bruscamente con nosotras dentro y sentí las manos de Kagome aferrarse firmemente a mi brazo, hasta que logramos estabilizar el auto de nuevo.

Estaba lloviendo, era de noche y estábamos en la carretera en medio del bosque, sin duda no era buena idea conducir enojado, miré a Kag y por un segundo pude ver sus ojos vidriosos. La culpa me invadió por completo.

-Kag...

-Te juro que yo no lo besé -soltó de pronto- Pero si no me crees, supongo que está bien. No voy a obligarte a creerme, Inuyasha. Y mucho menos a estar conmigo.

FRAGMENTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora