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Omnisciente
— ¿Que? Ahora me vas a decir que existe esa mujer —la miro burlón—. ¿Tambien crees en los cuentos de hadas? —río.
La pelinegra ya enojada se paró de aquel tronco y se dirigió hacia el.
— Si creo o no, no es tu problema, Malcolm —lo miro directamente— Después de todo tu también creíste alguna vez.
Félix levanto las cejas sorprendido y río junto a los demás.
— Repite eso —ordenó enojado.
— ¿Que te repito? —pregunta— ¿Acaso no me escuchaste bién o quieres que lo grite? —ladeo la cabeza.
— No te hago nada, por que —lo interrumpe.
— ¿Por que Pan? ¿Que te impide hacer eso? —pregunto con una sonrisa burlona—. Ahora dejame seguirles contandoles la leyenda, porque quieras o no yo se que existe, por algo se le llama leyenda —sonrio y dejó a Pan callado mientras se recargaba en el árbol enojado.
— ¿Donde estabamos? —pregunta para ver si habían puesto atención.
— En los apodos que le habían puesto —le respondió Devin.
Atenea sonrió al escuchar eso, eso significaba que si estaban prestando atención.
— ¡Muy bien Devin! —le sonrio—. Pero también se sabía que había tenido cuatro hijos, dos niños y dos niñas —mencionó.
— Mi mamá no me contó eso, ella era una admiradora de Merikh —comentó.
— Eso está en el libro dos, donde cuentan el orígen de ellos y de todas aquellas personas que la rodean —aviso— Seguimos, sus nombres, como lo mencionaban en el libro. Serenity, la mayor de 460 años, después estaba Zyran que tiene o tenía 398 años, Ravenna de 360 años, Aleyah de 325 años. Y también se cuenta que nació otro niño o niña, pero no saben bien, por qué ella desapareció hace un dos décadas, y esa es la actual edad de sus hijos —miro a todos quien estaban confundidos.
— ¿Pero por qué tenían más de 400 años? —pregunta Félix confundido.
— Es por qué son vampiros, cada uno heredo un poder de su madre, pero los primeros dos hijos son los más poderosos —les respondio— ¿Y les cuento otra cosa que es un misterio?
— ¡Si! —aceptaron.
— También se dice, que el menor de todos aunque no se si sea cierto, es el único que podrá destruir a su propia madre —murmuro.
