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El plan de Henry estaba listo, solo faltaba que llegaran con Henry para poderlo convencer, había notado de que Atenea estaba muy pegada con Azael, como si lo estuviera protegiendo de algo, al final vi como se fue pero no le di importancia y seguí con el plan.
Hasta que sentí que alguien había pisado Neverland.
Era hora del plan.
— Ya llegó, los quiero todos en sus posiciones —ordené mientras íbamos a a ver que sucedía con Henry.
En el camino nos topamos con Atenea, estaba tranquila hasta que vimos sus manos y la mirábamos preocupados.
Tenían sangre seca en sus manos.
—¿Que pasó? —pregunta tranquila.
— Tienes sangre en las manos —señalé—.¿Que carajos estabas haciendo? — pregunte inquieto.
— Nada, ¿estan bien? —preguntó al ver que la veíamos todos.
— Yo no, necesito una explicación del beso tuyo y Pan —confeso Félix haciendo que rodará los ojos y los niños nos voltearon a ver.
— No pasó nada ¿de que estas hablando?—lo negó.
¿Lo negó? ¿No estaba alucinando o si? ¿Por qué carajos lo negó?
— Oh vamos yo los vi —se quejó.
— Disculpa rubió oxigenado, pero no se de que estas hablando, en ningún momento hicimos eso Pan y yo —nego—. De seguro lo viste con otra y me confundiste con ella —confeso antes de irse de ahí.
¿Con otra?
Mire como se iba mientras quitaba su saco para limpiarse las manos, voltee hacia los demás y les hice una seña para que siguieran mis órdenes.
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