¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narrador Omnisciente.
Los recuerdos la invadían, las veces que no pudo protegerlos.
El odio y el rencor hacia Damien se hizo tan grande que se desahogaba matando a gente, no pudo con eso así que empezó a asesinar a todos los que se le acercaban, no podía parar.
Simplemente era la forma en la que se trataba de olvidar de lo sucedido con sus hijos.
Cada recuerdo de su vida pasaba enfrente de sus ojos, quería volver a su Reino con sus hijos, pero sabia que no iba a poder ser feliz si no estaba con su alma gemela.
Pero no podía.
Ella creía que el ya se estaba enamorando de aquella sirena estúpida. Por eso la exiliaron por meterse con los piratas y entregar a su hermana a uno de ellos, Hook. Vendió a su hermana a cambio de la libertad pero en vez de eso.
La exiliaron al darse cuanta que por culpa de ella torturaron a su hermana.
Helikh claro que lo sabía, y como no. Si ella tiene ojos y oidos en todas partes, de todo se entera.
En cada Reino, universo y océano tiene gente infiltrada que les dice que pasa, que sucede y en donde.
Había dormido con Azael y no sabía que horas eran, bueno. Nunca supo que horas eran mientras estaban en neverland.
— ¡Levantate ya! —grito Pan despertando a Azael quien estaba abrazado de Helikh.
— ¡Idiota despertaste a Az! —le grito.
— Mejor, Krystal lo quiere conocer —habla mientras entra a la cabaña.
— ¿Me levantaste nomas para que ella lo conociera? —lo miro tratando de no llorar.
— Desde ayer lo quiere conocer, no la dejaste —hablo pero Helikh lo interrumpió.
— ¡Es mi hijo! —exclamo enojada.
— ¡No es tuyo carajo! —la apuntó—. Que te llame mamá no significa que sea tu hijo, Atenea.
— ¿Por que crees que estoy aquí, Pan? —lo miro sería.
— ¿A que te refieres? —la miro confuso.
— ¿Crees que fue una casualidad que llegará aquí como si nada? —le preguntó—. Estoy aquí por que vengo por ¡mi hijo! —confeso.
