Melizsa se había quedado sola en su habitación después de que Erick se marchara. Se sentó en su escritorio, tratando de concentrarse en su proyecto, pero la imagen de Crish y el roce inesperado que compartieron seguía atormentándola. El eco de ese contacto parecía vibrar aún en su piel, como un impulso eléctrico imposible de ignorar. De repente, su teléfono vibró, iluminando su rostro con un mensaje que hizo latir su corazón con fuerza.
~Hola, ¿quién habla?
~Soy yo, Melizsa... ¿con quién estás?
~Crish... ¿qué pasa? Estoy sola.
~Hagamos hoy el proyecto de una vez. Voy a tu casa dentro de una hora.La llamada se cortó abruptamente. Melizsa intentó responder, pero el nudo en su estómago se apretó más. No estaba preparada para esto; no sabía cómo explicar el torbellino de emociones que sentía cada vez que Crish estaba cerca.
Cuando finalmente él llegó, el ambiente en la habitación se volvió tan denso que parecía llenarlo todo. Melizsa respiró hondo antes de abrir la puerta, esperando aparentar calma.
—Hola, pasa —dijo ella, tratando de sonar casual, aunque una calidez sutil se reflejaba en sus mejillas. Cada movimiento de Crish era lento, seguro, y ella no pudo evitar tensarse bajo su mirada, que la recorrió de pies a cabeza como si midiera cada detalle de su ser.
—Mmh, hola... —respondió él, sus ojos manteniéndose en ella un segundo más, como si todo el aire de la habitación se detuviera entre ellos.
El latido en su pecho era casi ensordecedor, y Melizsa comenzó a sentirse incómoda con su propia elección de atuendo. Quizás era demasiado corto, después de lo que había pasado entre ellos. Pero quería verse bonita para él, quería que la notara.
—Empecemos de una vez. Quiero dejar esto ya —dijo Crish, soltando un suspiro pesado mientras se sentaba en el escritorio, su voz fría y decidida.
—Quieres... —intentó Melizsa, pero las palabras se ahogaron en su garganta. Cuando dio la vuelta, una mano fuerte sostuvo la perilla de la puerta, mientras otra se posaba firmemente en su cadera. La cercanía de Crish, y el roce suave de su aliento en su cuello, provocaron un escalofrío que la recorrió de pies a cabeza.
—¿Me vas a decir quién era ese tipo y qué quería contigo? —susurró él, su voz baja, cada palabra envolviéndola como una red invisible.
—Él... es, uh, un amigo con el que crecí —contestó Melizsa, con voz entrecortada. La presión de las manos de Crish en sus caderas no le permitía pensar con claridad.
—¿Son muy cercanos? —preguntó, deslizando las manos hacia sus costados, rozándola lenta y deliberadamente. Sus labios descendieron hasta rozar su cuello, y ella sintió como si cada roce desatara un pequeño incendio en su piel. —¿Él te ha tocado? —murmuró al acercarla más a ella, cerrando cualquier espacio entre ellos.
—N... no, solo crecimos juntos... él es como mi hermano —balbuceó, su voz apenas un susurro, mientras la cercanía de Crish hacía que sus pensamientos se dispersaran.
—Bien —respondió él, soltándola de repente, como si nada hubiera pasado, y se giró hacia el interios de la recámara. —Ya podemos empezar, Mell.
Aturdida por el repentino cambio, Melizsa se quedó quieta, sin saber cómo reaccionar. Lo observó mientras él se concentraba en el trabajo que tenían que realizar, el contraste entre su frialdad y el calor de ese contacto la dejaba aún más confundida.
—Estuve investigando cómo se hacen los programas, podemos ver algunos videos para empezar con la tienda... —dijo Crish, su voz calmada, mientras ella intentaba despejar su mente y seguir el ritmo de trabajo.
La noche avanzó rápido.
—Es tarde, ya son las 12. Me tengo que ir —dijo Crish, dejando caer su cabeza sobre el hombro de Melizsa. Su suspiro resonó en el silencio, y ella percibió en él una mezcla de cansancio y algo más, un sentimiento que no lograba identificar del todo.
—Sí, es muy tarde ya. El avance es para el lunes... ¿te parece si mañana y pasado nos reunimos? —preguntó, con un tono que buscaba mantener la conexión. Un bostezo escapó de sus labios, mientras trataba de ignorar la incomodidad de ese silencio entre ambos.
—Sí, pero que sea en mi casa esta vez —dijo él, levantando la cabeza y mirándola directamente a los ojos, con una expresión que parecía desnudar cada rincón de su alma.
Sus miradas se encontraron, y Crish comenzó a acercarse lentamente. Ella contuvo el aliento, con una mezcla de anticipación y nerviosismo. Sin querer, se mordió el labio, y al instante la tensión en su mirada cambió.
—No me provoques, Mell —le advirtió, su voz ronca, mientras se levantaba de la silla. Extendió su mano hacia ella, ayudándola a levantarse y jalándola hacia él, guiándola hasta la cama.
—Tengo que irme —repitió, pero en lugar de soltarla, la sentó sobre sus piernas. Sus manos recorrieron lentamente su rostro, su expresión oscura y cautivadora, y parecía como si el tiempo se hubiera detenido en ese instante. La luz de la habitación se hizo más tenue, y ambos parecieron envolverse en ese pequeño universo, donde solo existía el sonido de sus respiraciones entrecortadas.
—¿Me vas a volver a besar? —murmuró Melizsa, sin abrir los ojos, dejándose llevar por la suavidad de sus caricias.
—Mell... mírame —ordenó él con una voz tan profunda que la desconcertó. Era una voz cargada de algo primitivo, una orden difícil de desobedecer.
Cuando ella abrió los ojos, encontró los de él, oscuros e intensos. La miraba como si no quisiera perderse ni un detalle, y bajó lentamente la mirada hacia sus labios, apenas separados en una breve anticipación.
Sin previo aviso, Crish se giró, acostándola suavemente y abrazándola con firmeza. Sus respiraciones se entrelazaron, y el silencio entre ambos habló más que cualquier palabra.
Después de un momento, él se inclinó ligeramente hacia ella, y sus labios se encontraron en un beso pausado, una conexión dulce y profunda. Cada segundo que pasaba parecía grabarse en sus memorias, como si en ese instante nada más en el mundo tuviera importancia.
El eco de su respiración quedó flotando en el aire, y en el silencio Melizsa supo que algo en su interior había cambiado para siempre.
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¡Hola, hola! 🌟💖
¿Qué les pareció el capítulo editado? La tensión entre Melizsa y Crish está en aumento, ¡y me encanta ver cómo se van acercando! ¿Creen que el momento en que Crish la sostiene de la cadera fue lo suficientemente intenso o les gustaría ver algo más arriesgado? 😏✨
Y, ¿qué piensan de cómo Melizsa se siente confundida pero emocionada? Esa mezcla de emociones la hace más real, ¿no creen?
¡Me encantaría saber sus opiniones! 💬💕 ¡Déjenme sus comentarios!
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Todo lo que aprendi
Romance¿Qué pasa cuando la primera impresión es..."siento que no puedo alejarme de él"?, ¿qué pasa cuando te pierdes a ti misma por alguien más?, sentimientos nuevos, experiencias nuevas... ¿Qué pasa cuando experimentas todo lo que jamás imaginaste, solo c...