"Sólo compraré una cerveza, no pienso beber más que eso. No es sano beber tanto, a demás de que mi casa está lejos, es peligroso." ¿A dónde fueron esas palabras?
Después de que Blas me protegiera de ese rarito que intentó acostarme en el boliche, seguimos hablando, obviamente. Todo iba bien, hasta que Juani decidió que era buena idea ir a por más bebidas.
Yo les acompañé, claro.
— Dale Maca, comprá otra más. — Insistió Juani.
Pero yo me negué.
— Al principio cuando entramos dije que no bebería, y cuando compre la primera cerveza dije que no bebería más. No pienso romper el último pacto. — Dije con seguridad y firmeza.
— Daaaleee no seas aguafiestas. — Insistió.
— No.
— Dale. ¿Una más?
— Dije no.
Pude escuchar a Blas aguantarse la risa.
— Vengaaa es una fiesta, a demás, estas con nosotros, ¿qué sería lo peor que podría pasar?
Me paré a pensar unos segundos, y me hice la misma pregunta. ¿Qué sería lo peor que podría pasar? Supongo que nada, ¿no es así?
— Dale pues.
— ¡Bien! Venga, te invito yo. — Sacó algo de dinero de su bolsillo.
Y así fue como comenzo todo. Al principio solo fueron un par de cervezas más, pero luego fue pasando a bebidas algo más fuertes. Así hasta que me emborraché un poco. Quizás demasiado.
Cuando estas borracho, no sabes lo que haces, y haces estupideces. Como me terminó pasando a mi.
Yo nunca bailo, pero de la nada me dio por decirle a Blas que si le apetecía bailar conmigo.
— Eu, ¿Sale bailar? La música ahora es buena. — Le miré con una gran sonrisa.
Él también había bebido, aunque no sé si llegó al estado en el que estaba yo. Supongo que estaba algo borracho pero no tanto como yo.
