POV Kara
Mis rodillas se están juntando en la parte trasera de la limusina. Un segundo estoy nerviosa, al siguiente estoy excitada. Debajo de esas dos emociones hay una base de autodesprecio.
Dos semanas. Sin contar nuestra ilícita llamada a FaceTime, no vino a verme durante dos semanas. Sin embargo, con qué entusiasmo abrí mis muslos debajo de la mesa del comedor anoche, dejándole masajear mi sexo hasta que estuve mojada y apretada. Aún no estoy segura de sí logré ocultar mi excitación a nuestras madres.
Seguramente notaron mis mejillas rojas y mis respuestas de una sola palabra durante el resto de la cena.
La mirada oscura de promesa que Lena me dio antes de que Alura y yo nos fuéramos, para que me dejara en el apartamento que ahora llamo hogar, está grabada en mi memoria. De hecho, me quemó toda la noche, dejándome físicamente frustrada. Maldiciéndome con los ojos hinchados y sin estar preparada para que me tomen una foto. Afortunadamente, la señora del SPA me dejó una bolsa de regalos que incluía parches para la hinchazón debajo de los ojos que ayudaron un poco.
Nada me va a preparar para Lena.
Debí haber rechazado la idea de que ella supervisara esta sesión de fotos. Debí haberla ignorada anoche como ella me ignoró a mí. Si no fuera por el arrepentimiento, el deseo, el anhelo que vi en sus ojos verdes cuando entré por la puerta anoche, podría haberlo hecho. Le estaría bien empleado, haciéndome depender de ella y luego desapareciendo.
Sin embargo, sinceramente... no quiero estar enfadada con ella. Quiero estar en sus brazos. Es el único momento en el que no estoy nerviosa por esta gran transición que estoy haciendo de los bosques de Carolina del Norte al rico Connecticut.
La extraño.
Sufro por ella.
Así que no pude formar las palabras adecuadas para rechazar su ayuda hoy. Simplemente no fui capaz de perder la oportunidad de estar en su tranquilizadora presencia. De tener otra vez sus manos sobre mí.
Hay una posibilidad... de que esté enamorada de Lena.
¿No lo demuestran dos semanas de añoranza por ella, hasta el punto de casi partirme por la mitad?
La limusina se detiene frente a un hotel glamuroso y la busco en la acera, con el corazón en la garganta. Latiendo, latiendo más rápido. Mis manos se retuercen en el dobladillo de mi vestido, el que Alura eligió para la sesión de fotos. Es negro, ajustado a la forma, elegante pero divertido. Tiene un escote bajo y dulce y una falda hecha con una docena de capas de tul.
Cuando me miré en el espejo esta mañana, comparé mi apariencia con la de una bailarina traviesa, pero mamá sabe qué tipo de imagen quieren presentar los Luthor a la sociedad, ¿No? Tengo que confiar en ella.
El conductor me abre la puerta, ofreciéndome su mano.
No puedo evitar notar el interés de sus ojos, la forma en que se deslizan sobre mis pechos, su aliento se vuelve corto. Preocupada por no llevar el vestido correctamente, saco mi mano de su agarre y cruzo mis brazos, corriendo hacia el edificio. Hay una larga fila de puertas de cristal que llevan al vestíbulo y abro una, tirando de ella hacia dentro... Y corro de cabeza a una Lena en traje.
—Cariño— Me tranquiliza, la preocupación frunciendo el ceño —¿Estás bien? —
—Sí— Susurro, cediendo al impulso de poner mi mejilla contra su corbata, inhalando su característica colonia, antes de recordar que somos hermanastras. En público. Señor, ¿Puedo hacer algo bien? Con un sonido de frustración, salgo de su agarre.
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Stepsister's Secret
Hayran KurguLena Luthor se dirige a su segundo mandato como Gobernadora de Connecticut y debe permanecer libre de escándalos si quiere tener una oportunidad en la Casa Blanca. No hay lugar para errores. Pero cuando Kara, la hermanastra mucho más joven de Lena...