Nota de la autora:
¡Hola, corazón!
Quería agradecerte que estés aquí. Y de la forma más atenta te pido que me tengas paciencia. Llevo demasiado tiempo con esta historia y desprenderme de ella al mostrártela, me cuesta un poco de trabajo; pero desde el fondo de mi alma, espero que llegues a conectar como yo lo hice.
Por otra parte, quiero que sepas que me tomo el tiempo de cuadrar todo para que tú puedas comprenderlo, para que puedas unir los puntos que por mucho tiempo estuvieron solo en mi cabeza, es por eso que de momento, subiré un capítulo por semana.
¡Besos!
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Siempre me parecieron interesantes los opuestos. Me intriga la manera tan repentina que tenemos de cambiar de uno a otro ante la primera duda. Del calor de una familia amorosa al frío desolador del abandono. Del amor al odio. De la verdad a la mentira. De la luz a la oscuridad. De la dulce persona que te dio la vida a la insípida mujer que se rehusó a creer en tus palabras y defendió a tu agresor.
Había tomado la decisión. Hoy era el día. Hoy. Que lejano sería este momento en unos cuantos días...
He cumplido la mayoría de edad. El momento había llegado. Me largaría de este sombrío lugar que alguna vez pude llamar hogar. Me largaría de este nido de falso amor donde los desconocidos abundaron y se sintieron con el derecho a sobrepasar los límites de mi cuerpo.
No más.
Cuatro días. Hace cuatro días fui violada por última vez. No quería seguir viviendo. No era la primera ni la segunda vez que sucedía. Mi alma había sido vaciada hace ya unos años. Solo una cosa me mantenía con vida.
¡Justicia!
Es lo único que quiero. Lo único que busco. Lo único que me mantiene cuerda.
Pero, ¿qué justicia se puede esperar de un gobierno corrupto que encubre a los malos y destruye a los buenos?
Ninguna.
"No tiene pruebas." ¿Pruebas? ¡Fui violada! La única prueba es mi cuerpo.
"¿Nombre del agresor?" No sé. No sé. ¡No lo sé! Solo tenía doce años la primera vez. Inclusive ahora, no conozco sus identidades.
"No puede realizar el trámite sin compañía de sus padres." Eso fue lo que dijeron la primera vez. Traté de explicarles. Nadie entendía. Nadie me creía. ¿Cómo ir a denunciar en compañía de tu madre cuando es ella la que mete a esos bastardos en nuestra casa?
¿Y mi padre? Mi padre desapareció de nuestras vidas. Todo era perfecto. Mi vida era un cuento de hadas. Sin castillos ni palacios, pero con el amor que lo vence todo. ¡Ja! Niña ingenua...
Seis años. Ya han sido seis años.
Me han llamado mentirosa tantas veces que he perdido la cuenta. Me han llamado mentirosa tantas veces que he dejado de contar mi historia al mundo. Me han llamado mentirosa tantas veces que he comenzado a convertirme en ello.
Mentira. Mentira. Los callaría a todos. ¡Yo no mentía!
Tenía la evidencia. Tenía sus pruebas. Una vieja video cámara. La encontré en la caja de Cosas Para Donar. Una caja llena con antigüedades del siglo pasado. La escondí. La escondí bajo mi cama. Y yo junto con ella.
Tenía al desgraciado en video. Aquel monstruo que marcó mi piel con fuego. Aún arde mi piel. Pero ardió más mi corazón cuando se la mostré a mi madre y ella destrozó el casete.
Opuestos.
Siempre me vi en una cabaña en el bosque. Pensé que solo así me sentiría libre. Alejada del mundo. Aislada de los monstruos que se hacen pasar por humanos. Pero estoy aquí.
El tránsito de la ciudad me rodea. La gente grita y se desquita. Los pitidos histéricos de los coches por un segundo de retardo en el semáforo. Me empujan cada tres pasos. Y a pesar de ello, soy un ser libre. ¡Al fin!
Camino sin rumbo. Mis tripas se retuercen y mi estómago ruge. No sé cuándo ingerí mi último alimento y no me interesa. Sigo mi andar hasta llegar a un parque.
Inhalo. Exhalo. Respiro llenándome los pulmones con mi libertad.
El aire me quema por dentro. Está helado. Pero se siente tan refrescante... Repito la acción hasta que mi cuerpo tiembla por el frío. El sol me da de lleno en el rostro, pero no calienta.
¿No les parece interesante? Los opuestos son lo más coherente dentro de la incongruencia. Pueden pasar mil emociones entre el vaivén de decisiones que se oponen a sí mismas.
Pero ninguno así. Ningún opuesto me había hecho sentir tanto miedo como el pasar del sol sobre mi piel en medio de la bulliciosa ciudad, al oscuro silencio sepulcral.
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(Si estás en tu celular, debe aparecerte en la parte inferior. Si estás en tu computador, debe aparecerte en la esquina superior derecha).¡Gracias!
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Secuestro [libro 1/6]
General FictionZarina logra escapar de una cruel y dolorosa realidad, sin saber que caerá en una mucho más compleja. Esta nueva vida la hará dudar entre sus ideales. Su brújula moral se verá afectada y la sola idea de una vida distinta la hará sentirse atraída. ¿A...