XIV

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⚠️ ADVERTENCIA ⚠️

Se menciona brevemente en párrafos más adelante autol*siones de un personaje y ab*so sex*al implícito. Para que lean con discreción.

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Kenny y Leopold se escabulleron por las caballerizas de los elfos, escondiéndose por debajo de los carruajes y yendo detrás de las enormes pacas de heno apiladas en el lugar. Tratando así de no ser vistos por los guardias y sirvientes que pasaban. La mayoría estaba atareado, moviéndose de aquí para allá, debido a la fiesta, a los invitados y en tener listo cada uno de los preparativos. Al parecer nadie entraría a ese sitio... Por lo menos no tan pronto.

—Bien, butters, ya estamos aquí —dijo con determinación al ponerse de nuevo su capucha y su pañuelo—. Mjm BfB Mjm, Bmbf Mjm. (Traducción. Tenemos que separarnos, así encontraremos a los reyes más rápido).

—Espera, Kenny —la detuvo del brazo, poniéndose cada vez más nervioso—. ¿No crees que es mejor irnos antes de que oscurezca? Quizás tengamos otra oportunidad después, está por anochecer y Red no nos esperará por mucho tiempo.

—¡Mjm BfB Mjm Bmbf MjmMjm BfB Mjm Bmbf! MjmMjm BfB, Mjm, Bmbf, Mjm. (Traducción. ¡Pero no tendremos otra oportunidad como esta después! Esta es una oportunidad de oro, Leo, y, probablemente, la única) —lo tomó de los hombros, intentando generar un poco más de confianza en su paladín—. Mjm BfB, Mjm Bmbf, MjmMjm BfB Mjm Bmbf Mjm. (Traducción. Ahora, vamos, no tenemos tiempo que perder).

Al acabar de decir esto se adentró por un portal oscuro en el interior de las caballerizas, donde Kenny alcanzó a ver que entraron los mozos.

—Pero, Kenny, Kenny —susurró yendo detrás de ella.

Lo que más le preocupaba a butters de adentrarse en el extraño lugar, además de toparse con elfos hostiles y criaturas mágicas misteriosas y monstruosas, era tropezarse con Eric. Prácticamente se estaban metiendo en sus dominios, en su misión; sin siquiera haberle avisado o advertirle del propósito de la inesperada visita. Si la princesa se enteraba que el castaño estaba aquí todo podría irse al traste; surgirían un sin fin de dudas, cuestiones que no podrían resolverse sin una complicada y enredosa explicación de por medio. Ya podía sentir la furia del mago y el calor de su insoportable poder que era el fuego. Lo calcinará vivo si lo ve deambulando por los pasillos. Tragó saliva al pensar en esto. Solo rezaba a su único Dios que, por favor, le concediera la petición de no encontrarlo entre todo ese enorme castillo.

Cuanto más se internaron por el Árbol Primigenio. Más se apuraron por averiguar dónde estaban los reyes elfos.

Se encontraron mayormente con la presencia de sirvientes humanos que iban de acá para allá. Se camuflaban bien al fingir que también lo eran, mientras cargaban jarrones de flores que tomaron de infraganti de una bodega. De vez en cuando abrían las habitaciones, las bodegas, las salas y los baños, ocultándose de paso de los guardias. Buscando a los demás invitados o a alguien que tuviera apariencia de ser de la alta alcurnia de la realeza, pero aún no tenían suerte.

A través de la vista de las ventanas que mostraban el exterior del castillo, era que el paladín se daba cuenta de lo tarde que se hacía para ellos. Tenían que volver e irse lo más pronto que pudieran a Kupa Keep. A éstas alturas, ya imaginaba el castigo de su padre y la ira de Jack sobre su persona por haberse desaparecido un día entero.

Destino inciertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora