Con todas las extrañas estatuas de criaturas por todos lados, parecía casi un santuario.
No entendia lo que era "Studio Ghibli", pero era muy cómico de lo que fuera que se suponía que era. Los humanos que paseaban por el parque mirando lo que él suponía que era el santuario, se giraban y lo admiraban, sin camisa y empapado en sangre, saliendo corriendo al instante.
Los mato a todos, la sangre tiño los colores brillantes del suelo junto con las paredes. Partes de cuerpos inundaron las calles.
El parque estaba silencioso ahora, tenía mejor aspecto con aquellas salpicaduras carmesí. El techo que lo cubría era de cristal turbio, una elección extraña y fácilmente rompible, el mocoso probablemente habría tomado fotografías a las grandes estatuas con su rectángulo celular.
La zona no contenía ni un residuo de energía maldita o poder, nada que dar o recibir, la gran criatura oso gris era lo que mas llamo su atención al momento de explorar el lugar. Sukuna pone los ojos en blanco, registrando la zona una vez más, pasando por encima de los cuerpos inertes. Siente una presencia y se rasca debajo de la barbilla, cansado.
- ¿Estás tratando de acercarte sigilosamente con esa ropa espantosa?
Caminando en círculos por los coloridos y extrañamente decorados santuarios del "parque" en el que se encontraba, se había molestado lo suficiente como para querer marcharse de ahí, solo para encontrarse a más idiotas.
Mira a la persona vestida de un naranja brillante con tonos de verde oscuro, que se encuentra agachada junto a una extraña pared con tonos naranjas, azules, negros y rosas. Pasa junto a él y su compañero, que se encontraba bloqueando la puerta de salida en el puente con un traje a rayas rojas y doradas. El de las rayas golpea sus manos.
- ¡Bubble wrap!
Grita, las puntas de sus dedos disparan una linea que se abre camino alrededor de Sukuna, la maldición pone los ojos en blanco.
- Me pregunto que hará esto.
Sukuna levanta el brazo y se da cuenta de que no puede despegarlo de su costado, entrecierra los ojos y da un fuerte tirón, sin embargo, el plástico no cede. En su lugar habían burbujas de aire que estallaban cuando él se movia. Él sabia lo que era, busca en los recuerdos de Itadori y llega a uno donde se encontraba sosteniendo un plástico transparente junto a el usuario de sombras shikigami, ambos estaban riendose mientras hacián estallar las burbujas de aire de aquel plástico del recuerdo.
- ¿Atacas con plástico de burbujas..?
Sukuna siente un tirón por parte del otro, mientras tragan saliva. Obviamente era una técnica de sometimiento, destinada a retener y capturar a los seres más débiles. Los cuatro ojos de Sukuna se enfocan, mirando fijamente al sujeto que parecía un respirador bucal con muerte cerebral.
- Tú eres, posiblemente, el individuo más tonto que he tenido la desafortunada experiencia de mirar y reconocer.
Menciona, inexpresivo a la ridícula situación que estaba enfrentando.
Sukuna desaparece de su lugar mientras el envoltorio de plástico cae al suelo. Reaparece detrás del usuario de traje rayado, golpea su pie en su espalda y escucha el crujido de su columna vertebral, viendolo caer sobre la barandilla con un grito. Se oye un gran chapoteo cuando el sujeto choca contra la corriente de agua que hay debajo, Sukuna se mete las manos en los bolsillos y camina por el puente.
- Plagas. Ya he visto las suficientes cucarachas de colores peleando como para que me duren el próximo milenio.
Sukuna se gira y mira las rodillas temblorosas del otro individuo.
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Inclínate en presencia de la grandeza.
Hayran Kurgu¿Héroes? ¿Villanos? Que jodidos nombres más primitivos. -No soy ninguno de los dos. El recipiente de Sukuna: Itadori Yuuji, cae en el mundo de MHA. Los héroes y villanos no saben cómo manejar la situación cuando todo se sale de control. [NO ORIGINAL...