38. Después de ti.

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ADVERTENCIA: La historia puede terminar perfectamente en el capitulo anterior. ¿Es un final pobre? Sí, sí lo es, pero temo que algunos preferirán un final pobre a lo que sigue aquí. Esta es una advertencia real, no intento intrigarlos o tentarlos, recomiendo que aquellos que tengan problemas de corazón frágil ("corazón de pollo") concluyan su lectura. Yo si tengo responsabilidad afectiva hacia mis lectores y no quiero lastimar a nadie. Ahí les va el plot twist (que me sorprendió a mí también): Este es el final real de la historia, pero al mismo tiempo el inicio de la segunda parte. Leer solo quien acepte la continuidad de la historia y pueda soportar la espera. En caso contrario: NO LEER.





La alianza de plata brillaba bajo las luces de mi habitación, Camil aún me esperaba en el living.

Bajé las escaleras luego de escucharlo llamándome a viva voz, él tenía su propia llave y mis guardaespaldas ya no lo anunciaban, por lo que a diario me sorprendía en el umbral de la puerta con su sonrisa arrebatadora.

- Tengo que preparar una conferencia. - Me anticipé a lo que seguiría.

- ¡Estamos comprometidos! ¿Crees que es justo que reciba de Rally la noticia que saldrás del país? ¿Cuándo planeabas decirme? - acusó.

- Camil lo siento, estuve ocupado.

- ¡Timothée! - me nombró.

Sabía que estaba enojado, solo me llamaba por mi nombre cuando estaba muy enojado.

- ¿Timothée? Creí que te gustaba decirme "bebé". - le dije intentando serenar su carácter.

- ¡Esto es serio, Timothée! - se quejó.

- Ayer no parabas de decirme: "Sí, bebé. ¿Te gusta?" Mientras me hacía el amor en tu oficina.

- Timothée, estás desviando el tema. ¡No quiero que salgas del país!

- No me gusta que me llames así. Dime "amor" o "bebé". - Le pedí con una sonrisa.

- Timothée...

- No te enojes, Camil. Viajaré con todos mis guardaespaldas. - le expliqué acomodándome en su pecho.

- Sabes que tengo que firmar un acuerdo muy importante, no puedo irme. - me separó de él.

- Lo sé, por eso no te lo dije.

- ¡¿Planeabas irte sin decirme?! - Vociferó al aire.

- Te avisaría luego de la firma de tu acuerdo. - Me sinceré.

- Timothée. No quiero estar lejos de ti. No me gusta.

- Camil, creo que estás exagerando... desde el secuestro no me has dejado. Me llevas a tu casa, a la casa de tus padres, a tu trabajo y no me quejo del sexo en el auto y en tu oficina, pero somos personas individuales, deberíamos poder estar separados al menos unos días.

- ¿Quieres alejarte de mí? - dijo un tanto ofendido.

- ¡No, yo no dije eso!

- Explícate mejor, porque parece que estás cansado de mí.

- Camil yo jamás diría o pensaría eso. Me encanta estar contigo, pero también creo que cada uno debe responder a sus propias obligaciones. Tú debes quedarte a firmar ese acuerdo, mientras yo debo viajar para presentarme en la conferencia.

CORONA DE SANGRE (Parte 1: "Sin Omega")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora